Blindarán ‘El Bajío’ contra voracidad inmobiliaria

La zona conocida como ‘El Bajío’, ubicada en Zapopan, está en proceso de convertirse en un Área Natural Protegida, bajo la categoría de ‘Área Estatal de Protección Hidrológica
Luis Herrera Luis Herrera Publicado el
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Las autoridades de Jalisco comenzaron con los trabajos jurídicos para que la zona denominada como El Bajío sea decretada próximamente como un Área Natural Protegida, para salvaguardar los servicios ambientales que provee a los tapatíos, particularmente la filtración de agua, lo que alimenta al Acuífero Atemajac.

La colindancia directa que tiene el El Bajío con el Bosque La Primavera ha hecho que durante los últimos años ese espacio suscite un gran interés inmobiliario, sin embargo, estudios realizados por la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet) demuestran que tres cuartas partes del polígono continúan libres de edificaciones urbanas.

El Estudio Técnico Justificativo que publicó la Secretaría plantea que El Bajío obtenga el blindaje que ofrece la figura jurídica del Área Estatal de Protección Hidrológica, misma que estaría vigente sobre un polígono total de 971.28 hectáreas.

“Las condiciones de El Bajío permiten que toda el agua que escurre superficialmente desde el Bosque La Primavera, y la que se infiltra desde las partes medias y altas de las microcuencas Boca de Arena y El Bajío, así como la que se capta en la partes bajas, se infiltren en el acuífero Atemajac y den origen al Río Atemajac. En el AMG, aproximadamente el 22 por ciento de la población depende de fuentes de agua subterránea, entre las que se encuentra el antes mencionado acuífero de Atemajac“.

El territorio de El Bajío ya aloja en estos momentos edificaciones de la envergadura del Estadio Akron de Las Chivas, la Villa Panamericana que hoy es un desarrollo inmobiliario privado, e inclusive las instalaciones de la empresa trasnacional Intel; complejos que, a su vez, han potenciado el interés por continuar explotando urbanísticamente el espacio.

En el Estudio Técnico Justificativo se menciona que “a pesar de la importancia ambiental que para el Área Metropolitana de Guadalajara (AMG) representa, El Bajío ha sido objeto de cambios de uso de suelo agrícola, y sobre todo urbano, que disminuyen la superficie permeable del área, reduciendo la capacidad de infiltración de agua al acuífero y aumentando el riesgo de contaminación de las aguas subterráneas, tanto por procesos de sobre mineralización, como por descargas de aguas residuales no tratadas provenientes de diversas actividades humanas“.

La preservación de El Bajío bajo sus condiciones actuales también le permitirían a la ciudad de Guadalajara conservar un área de amortiguamiento previa al Bosque La Primavera, pues funge precisamente como un espacio de transición entre la metrópoli y sus millones de habitantes, por un lado; y el Área de Protección de Flora y Fauna La Primavera (APFFLP), por otro.

“A pesar de que diversos estudios e instrumentos de planeación territorial, mencionan la importancia de mantener a El Bajío como un área de captación de agua por sus condiciones geomorfológicas, no se ha logrado generar un mecanismo de protección efectivo que salvaguarde los servicios ecosistémicos que presta esta zona, especialmente aquellos vinculados al almacenamiento y recarga de acuíferos y la conectividad físico-biológica que existe entre el AMG y el APFFLP“.

Voracidad urbana

El 3 de septiembre de 2019, el Gobierno estatal implementó una primera medida para intentar proteger el espacio de El Bajío, con la publicación del Decreto de la Zona de Recuperación Ambiental (ZRA) El Bajío; sin embargo, el mismo comenzó a ser combatido jurídicamente por actores privados que vieron afectados sus intereses en la zona.

Según el Gobierno estatal, “esta declaratoria de Zona de Recuperación Ambiental, sentó las bases para continuar con la investigación y el monitoreo del sitio y dio elementos para contar con información precisa, adicional a una serie de estudios técnicos y científicos que dieron los elementos para poder establecer un Área de Protección Hidrológica”.

No obstante, lo cierto es que el Estudio Técnico Justificativo demuestra que el proceso de urbanización que ha seguido El Bajío durante las últimas décadas ha sido muy acelerado, y que podría continuar así bajo el caso de que no se adopten medidas eficaces para la protección de la zona. 

La urbanización en El Bajío tuvo su inicio en 1993, abarcando inicialmente solo 21 hectáreas que comprendían los fraccionamientos Rancho Contento y el Fraccionamiento Hípico El Bajío. Sin embargo, para el año 2011, esta área urbana había crecido considerablemente, cubriendo ya 58 hectáreas, con edificaciones situadas en la cercanía del Periférico y en la ladera norte y noroeste del Cerro El Colli”.

Lo peor, sin embargo, vendría a continuación, según lo complementa el documento.

“Entre los años 2012 y 2013, el proceso de urbanización experimentó un asombroso crecimiento del 400 por ciento, resultando en una extensión urbana de 237 hectáreas. A partir de entonces, el crecimiento se ha mantenido de manera más moderada, con un incremento promedio anual de 13 hectáreas entre 2014 y 2019, alcanzando una superficie urbanizada de 315.81 hectáreas en 2019”.

El análisis de la Cobertura de suelo sobre El Bajío arroja que la categoría denominada como Urbano construido cubre 240.65 hectáreas, es decir, el 24.78 por ciento de todo el polígono, mientras que el resto presenta distintas coberturas como: Agricultura de temporal anual, Pastizal inducido, Bosque inducido, Bosque de encino-pino y Bosque de pino-encino.

Plan incompatible

El documento alerta además sobre una incompatibilidad detectada entre el Programa Municipal de Desarrollo Urbano de Zapopan y el Plan Parcial vigente para la zona de  El Bajío, ya que el PMDU la clasificó como Área No Urbanizable. Así lo expone.

“A pesar de que los instrumentos de referencia obligada establecen una vocación natural agrícola y de protección ambiental, el Plan Parcial de Desarrollo Urbano del Distrito 9 Base Aérea–El Bajío, vigente desde 2012, determina en su zonificación secundaria una compatibilidad con el uso habitacional, equipamiento, servicios, comercio, industria, mixto, entre otros usos, conformando más del 50 por ciento del territorio“.

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