En nuestro país existe un peligroso mercado de blindaje “pirata” que lucra con esta necesidad y deja a la ciudadanía en estado de vulnerabilidad.
Ante el incremento de inseguridad en el país, la búsqueda de herramientas de protección ha ido en aumento. Tan solo en el primer semestre de 2021 se emitieron mil 550 hologramas de vehículos blindados a nivel nacional, de acuerdo con el Consejo Nacional de la Industria de la Balística (CNB).
Hugo Nieto Millán, presidente de la Comisión de Blindaje Táctico del CNB, achaca este problema a la falta de ética de algunos empresarios, quienes no ofrecen información verídica ni confiable a los consumidores, al tiempo que no se responsabilizan de salvaguardar la vida de quien adquiere unidades blindadas.
“Hoy por hoy, tenemos empresas que hacen publicidad a través de medios masivos, por la web, donde tienen muy bonitas palabras, dibujos y gráficas, pero no cuentan con el registro en la Dirección General de la Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana”, afirma el especialista.
Asimismo, acusa que estos negocios utilizan materiales que son de dudosa procedencia y carecen de una certificación.
Señala que un blindaje vehicular seguro, además de contar con vidrios de material certificado, tiene la característica de lo que denominan “blindaje opaco”, en el que se ocupa, principalmente, el acero balístico, que consiste en recubrir la carrocería del vehículo –espaldares, puertas, parales, paredes y techo– con fibras de alta densidad ultralivianas y de gran resistencia.
“Algunos de ellos hacen cambio de estos materiales, y le ponen a los cristales que salen de agencia una película que no protege de un arma, por ejemplo, de nueve milímetros”
Vidrio, el material más falseado del blindaje
Dulce Tafoya Reyes, delegada de la Comisión de Vidrios Blindados del CNB, explica que el vidrio blindado se compone de varias capas de vidrio unidas a través de materiales plásticos de última generación, que forman una pieza sólida capaz de resistir balas o diferentes proyectiles, dependiendo del espesor.
“La otra es que hacen blindajes parciales, y lo que hacen es que tienen un estudio en el cual, realmente, los disparos son a los cristales, en todo lo demás no hay protección”, apunta.
Advierte que la principal diferencia entre los materiales apócrifos y los de buena calidad es el espesor, “porque hay quienes argumentan que las películas antiasalto resisten balas y, de entrada, las películas se miden en micras, que van de 4 mil hasta 20 mil micras, que no tienen nada que ver con los diferentes espesores de los materiales blindados”.
A su vez, declara que los vidrios certificados son probados en laboratorios acreditados por el Instituto Nacional de Justicia de Estados Unidos (NIJ, por sus siglas en inglés), que miden la resistencia balística, acorde con diversas normativas, como la CEN 1063, (Europa); la NIJ 0108.01 (EU) o la Norma Oficial Mexicana NOM142. Otra de las características es que la película es transparente.
“Es una realidad que, hoy en día, tanto la delincuencia como el desempleo, las tasas están elevadas, y obviamente los usuarios buscan protegerse de eso, y (las empresas pirata) abusan de esto ofreciendo que te van a proteger de un asalto. Así se ostentan las películas contra asalto, pero no te dicen que no resisten balas”
Falsa seguridad, principal afectación
Nieto Millán afirma que, además de poner en riesgo la vida de los usuarios, el blindaje pirata afecta en toda la industria del blindaje automotriz, debido a que, si bien una protección certificada cuesta alrededor de 35 mil dólares (719 mil 647 pesos), las empresas “patito” ofrecen dicho servicio en aproximadamente la mitad del costo real: 17 mil dólares (349 mil 543 pesos); de tal modo que, hacer frente a este tipo de “ofertas”, permea en los precios de los vendedores de buena reputación.
Subraya que es muy común que parte de los clientes que buscan este tipo de seguridad no cuenten con la información suficiente para sortear los engaños que existen en el mercado, por lo que exhorta a no fiarse en la aparente accesibilidad de los precios, y pide tomar en cuenta que la empresa que se contrate cuente con experiencia en el ramo, con respaldo de autorizaciones y certificados, y que permita al usuario estar al tanto del proceso del blindaje.
“Mucha gente dice, bueno, me voy por el precio, arriesgando su seguridad y su propia vida. En un atentado, tal vez, sí, tengan unos bonitos cristales que lo van a proteger, pero ¿y lo demás?”, cuestiona.
La industria de la seguridad en México, incluidos guardias, GPS, CCTV, blindaje, entre otros, genera al Producto Interno Bruto (PIB) un 1.5 por ciento, según cifras del CNB; y el blindaje más utilizado es el blindaje nivel 3, que protege de ataques realizados con armas cortas –revólveres, escuadras y subametralladoras–
Cabe mencionar que la vida útil de un blindaje en un vehículo o camioneta, con un adecuado mantenimiento, es de ocho a 10 años.
Acerca del impacto económico que tiene el mercado pirata a la industria, la Comisión de Blindaje Táctico advierte que no hay montos exactos, pues no se sabe en qué nivel fueron fabricados los vehículos, por ende el precio al que se haya vendido puede variar.
“Al llevarlos a revisión a empresas especializadas se percatan que algunos han sido blindados hasta con aceros inoxidables o con materiales que no son balísticos, es decir, que no cuentan ni siquiera con un nivel de blindaje.
“No hay forma de estimar el mercado ilegal del blindaje, nos referimos a que no está con registro vigente ante la Dirección General de Seguridad Privada (DGSP), porque es factible que personas ilegales adquieran blindados ilegales y no tienen que notificar ni a la DGSP ni al SAT los datos del propietario y de la unidad blindada”.
Según datos de la DGSP, sin considerar a aquellas que están en revalidación de su permiso, existen 74 empresas de blindaje automotriz, 17 de blindaje corporal, 14 de blindaje táctico, ocho de blindaje arquitectónico, siete de fabricantes y comercializadores en general, y tres de fabricantes de vidrios.
“Se considera que hay entre 20 y 30 empresas que operan sin registro, aquí también se contabilizan las comercializadoras”, informa la Dirección.
Algunas recomendaciones
El presidente de la Comisión de Blindaje Táctico, Hugo Nieto, detalla que él o la interesada en adquirir un auto blindado con certificación puede buscar en la página de la Dirección General de Seguridad Privada (DGSP).
Ahí encontrará la regulación de información de los negocios autorizados y las compañías sancionadas, así como el registro, si está vigente o no, del negocio en cuestión.
Es una página abierta al público que se puede consultar sin ningún requisito”, apunta.
