BCS contra el plástico

El eminente daño que el excesivo consumo de objetos plásticos como bolsas, popotes o charolas de unicel han causado en Baja California Sur llevó a las autoridades de la entidad, impulsadas por organizaciones civiles, a modificar su legislación para restringir el uso de estos productos, acción a la que ya se suman nueve estados más
Laura Islas Laura Islas Publicado el
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En las playas de Baja California Sur se libra una batalla contra los plásticos.

En febrero pasado, un grupo de organizaciones civiles impulsó la campaña #Desplastifícate para reducir el uso de popotes, unicel y bolsas plásticas en la entidad y, a los pocos meses, consiguió que se aprobara un decreto que restringe estos productos.

La iniciativa del colectivo llamado Alianza Desplastifícate también motivó a varios municipios del estado a empezar a crear su propio reglamento para poder aplicar esta medida. El primero de ellos ha sido La Paz, destino turístico famoso por sus paisajes costeros.

Aunque al menos 9 estados del país ya han realizado modificaciones en su legislación para reducir el uso de estos materiales, Baja California Sur es el primero que lo hace con tres productos por decreto estatal.

Baja California Sur es el primer estado en modificar su legislación para reducir el uso de tres productos plásticos que son el unicel, los popotes y las bolsas

Mayra Victoria Gutiérrez, de la Asociación Ponguinguiola y coordinadora de la Alianza Desplastifícate, explica que ésta última arrancó el 2 de febrero de 2018 con 22 organizaciones, y a la fecha ya suman 35.

El colectivo cuenta con el apoyo de instituciones gubernamentales, cámaras hoteleras y restauranteras, lo que en parte explica su rápido crecimiento y el impacto que ha alcanzado la campaña.

“Empezamos a trabajar con diputados del Congreso local para implementar la parte legislativa de la Ley de Ecología del Estado y de ahí se sumaron las cámaras Canirac, del sector restaurantero, también el hotelero estaba interesado en que se empezara a aplicar”, cuenta Mayra.

Los resultados empezaron a llegar rápido. En junio de 2018, la campaña logró que el Congreso local aceptara el decreto propuesto a iniciativa de la diputada panista Maritza Muñoz Vargas, el 18 de julio éste se aprobó y el 15 de agosto se publicó.

“Este decreto restringe el uso de popotes, de unicel para alimentos y bebidas y bolsas plásticas. Y esto empezaría a aplicarse a partir de agosto de 2019 para todos los supermercados, tienditas, abarrotes y demás que regalan este tipo de productos en lo que te llevas lo que compras”, explica la coordinadora de Alianza Desplastifícate.

Ahora uno de los principales retos es la aplicación de la ley. Mientras que se dio un plazo de 12 meses a partir de su entrada en vigor a los supermercados, tiendas de autoservicio y de conveniencia para desplazar estos productos, los distribuidores de menudeo y mayoreo tendrán un periodo de 18 meses

En tanto, a las autoridades se les dio 9 meses para cambiar estos objetos en sus actividades diarias por otros de un material que no sea plástico ni unicel. El municipio de La Paz ya comenzó a llevar a cabo estas acciones y también ha sido el primero en tener el borrador de su reglamento para aplicar el decreto.

“La idea es tener un reglamento base que puede ser el de La Paz y que en ese se basen todos los otros municipios”, explica Mayra Victoria Gutiérrez

Para ella, algo más complicado que la creación de un decreto es hacer llegar el mensaje a los habitantes y que lo entienda desde el vendedor que ofrece productos afuera de una escuela hasta el empresario de un hotel de 5 estrellas

La activista reconoce que parte del éxito de #Desplastifícate es que la campaña se adaptó a las condiciones de Baja California Sur, un estado cuyo eje central es el turismo y la pesca. La entidad de aproximadamente 800 mil habitantes cuenta con un litoral de 2 mil 230 kilómetros, el mayor del país, por lo que es importante mantener la región limpia.

“Baja California Sur tiene la característica de que está rodeado de mar, prácticamente somos una isla, no tenemos recicladoras y, por lo tanto, todo lo que consumimos lo tenemos que estar enterrando, tenemos un serio problema con la basura y más tomando en cuenta que hay mucha basura de un solo uso”, dice.

Para la campaña, las organizaciones se centraron en cuatro ejes principales: la parte educativa, la de los comerciantes, la parte de comunicación y las políticas públicas.  Desde el principio han realizado actividades como talleres en escuelas y tienen spots de radio y en redes sociales

A nivel nacional aún no existe una ley para disminuir el uso de los plásticos, y aunque se han presentado ideas para reducir el consumo de estos productos, ninguna se ha consolidado hasta el momento.

Mayra Victoria dice que es necesaria la implementación de una ley federal en esta materia, aunque debe estar adecuada a cada estado o municipio según sus condiciones, como lo que ocurrió en Baja California Sur, para que pueda registrarse un cambio real.

El estado que se ‘desplastifica’

Baja California Sur es una de las más recientes entidades en abanderar la reducción del uso del plástico en México.

Cambios como dejar de recibir popotes al comprar una bebida, no usar platos ni vasos de unicel o portar una bolsa de tela en vez de aceptar una plástica al ir al centro comercial son los objetivos de la campaña #Desplastifícate, con la cual inició todo y ha tenido una respuesta positiva por parte de los habitantes de ese estado del país.

Por ejemplo, Mayra Victoria Gutiérrez, de la Asociación Ponguinguiola y coordinadora de la Alianza Desplastifícate, dice que ya en algunas escuelas se ha pedido a los niños llevar su propio vaso, plato y cuchara o tenedor para cuando hay un cumpleaños o alguna celebración, como el Día del Niño, en vez de usar desechables.

No existe un diagnóstico en BCS de qué tipo de basura o plástico se tira, lo cual será el siguiente paso a realizar para combatir este problema

“Eso está muy bien porque ¿cuál es el gasto? Ya no hay gasto de desechables y el niño se hace responsable y hasta aprende a lavar su traste”, dice la coordinadora.

Sin embargo, también se busca que los negocios de hot dogs –que son igual de populares en Baja California Sur que los de tacos en la Ciudad de México–, dejen de usar plástico o unicel y estos sean desplazados por productos composteables o que los mismos clientes lleven sus contenedores.

“La verdad aquí ha tenido muy buena aceptación, obviamente en las partes donde hay mayor población que es Los Cabos y La Paz va a ser un poco más sencillo, nuestro reto es llegar a las comunidades pesqueras, que son muchas en la parte norte, que lo único que les llega es ese material (plástico) que es el más comprado”
Mayra Victoria GutiérrezCoordinadora de la Alianza Desplastifícate

Además de ser una mejora al medio ambiente otra ventaja es que resulta más barato para los mismos negocios, dice la activista. Sin embargo, algo que ha ayudado al éxito de la campaña es que Baja California Sur no vive de la industria plástica.

“Justo porque somos isla, eso nos da ventaja porque no le afectas a ninguna industria directamente, no lo producimos ni tampoco somos un estado que tenga una población muy grande”.

“Vivimos prácticamente del turismo y el turismo toma en cuenta este tipo de cosas. Viene un turismo extranjero con una mentalidad de separar su basura, de no utilizar plásticos y si llega aquí y ve todo lo contrario, pues obviamente no lo vuelves a ver”, agrega.

Sin embargo, Gutiérrez dice que #Desplastifícate no está dirigida al turismo ni a los comercios, sino a los habitantes sudcalifornianos que son quienes viven y están todo el tiempo ahí.

Actualmente no existe un diagnóstico en el estado ni en los municipios de qué tipo de basura o plástico se tira, lo cual es uno de los siguientes pasos a seguir.

“Justo estamos en eso, vamos a comenzar a medir las cantidades de basura, ver los tipos de plástico y a partir de que entre el decreto de ley que es a mediados de año empiezas a medir, empiezas a ver si realmente está funcionando o no”.

También se está trabajando con la Secretaría de Turismo, Economía y Sustentabilidad la creación de una Norma Técnico Ecológica para estructurar y dar inicio a la Ley.

Lucha en equipo

Al menos en 10 entidades de las 32 que hay en el país, se han logrado modificaciones legislativas para disminuir el uso de los plásticos, lo que refleja que éste es un tema que cada vez preocupa más a los mexicanos.

El primer estado en sentar un precedente en esta materia fue Veracruz el pasado 14 de mayo, cuando el Congreso local aprobó una reforma a la Ley Estatal de residuos sólidos y manejo de plásticos para reducir gradualmente el uso de popotes y bolsas de plástico en establecimientos comerciales.

La batalla para acabar con la contaminación provocada por el uso excesivo de los plásticos ha sido adoptada por 10 estados de la República en los cuales al menos un producto de este material ha sido restringido

Esta modificación fue posible gracias a la Fundación Chalchi, quien presentó la iniciativa el 31 de enero de 2018 ante la Cámara de Diputados. Al igual que en este caso, en los otros estados las organizaciones civiles han desempeñado un papel primordial en los cambios.

“Esto es importante porque va a tener repercusiones y, una vez que se publique en la Gaceta, los municipios van a tener que adaptar esta ley a sus reglamentos municipales”, dijo en ese entonces Olga Díaz Torres, directora de la Fundación Chalchi.

Aunque por ahora el cambio sólo contempla popotes y bolsas de plástico en Veracruz, uno de los objetivos es que todos los materiales de este tipo se prohiban. De acuerdo con Díaz Torres, no habría empresas afectadas debido a que la mayoría de los popotes se exportan de China

Otro estado en aprobar de manera unánime la “desplastificación” fue el Congreso local de San Luis Potosí, quien hizo una modificación a la Ley Ambiental para prohibir el uso de popotes y bolsas de plástico en comercios y para ello dio un plazo de 365 días.

El diputado que hizo la propuesta pidió al sector de los plásticos adaptarse y ofrecer otros productos para no verse afectados, ya que ese no es el objetivo. Esta medida prevé sanciones para quienes no cumplan con ella.

Las otras entidades donde se han aprobado cambios a favor de la reducción del consumo del plástico son la Ciudad de México (bolsas de plástico), Chihuahua (popotes de plástico), Tamaulipas (bolsas de plástico), Nuevo León (bolsas de plástico), Sonora (popotes de plástico), Durango (bolsas de plástico) y Baja California (bolsas de plástico).

Sin embargo, de todas las entidades, Baja California Sur ha logrado el mayor número de productos en ser restringidos con tres: los popotes, el unicel y las bolsas de plástico.

“Solo  estamos diciendo que son tres materiales, no te estoy diciendo que te voy a quitar todos los plásticos, si es hábito tiene que empezar a cambiar, sí, para algunos va a ser muy sencillo y para otros va a ser muy difícil”,  dijo  Mayra Victoria Gutiérrez, coordinadora de la Alianza Desplastifícate,  quien impulsó la iniciativa en esta entidad costera.

A nivel municipal, la Ciudad de Querétaro ha sido una de las demarcaciones más estrictas en la reducción del uso de plásticos, la cual entró en vigor el pasado 1 de agosto.

Según el Reglamento de Protección Ambiental y Cambio Climático, desde ese día se prohibió la entrega y distribución de bolsas plásticas para la entrega de mercancía.

Las sanciones para quien no cumpla esta Ley son económicas y van desde los mil hasta los 300 mil pesos o incluso, si se da el caso, puede costar la cancelación de la licencia de funcionamiento
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