Batalla por el negocio de la basura en Nuevo León

La nueva Ley para la Gestión Integral de Residuos estableciera la privatización de las estaciones de transferencia, en donde se tratan los residuos de todo tipo
Jesús Padilla Jesús Padilla Publicado el
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Trabajadores sindicalizados del Sistema Integral para el Manejo Ecológico y Procesamiento de Desechos (Simeprode), han convertido al tratamiento de residuos urbanos en una batalla debido al valor que representa esta basura.

La nueva Ley para la Gestión Integral de Residuos, que privatiza las estaciones de transferencia para el tratamiento de este tipo de basura, ha sido el punto de quiebre de los sindicalizados, liderados por Celso Lugo, secretario del Trabajo del sindicato de este sistema.

Simeprode, actualmente, monopoliza el aprovechamiento y reciclaje de los residuos sólidos urbanos, basura que llega a este sistema a través de camiones recolectores de desechos, un servicio concesionado a entes privados por los municipios.

“Dar un servicio a la comunidad mediante el acopio, recepción, almacenaje, aprovechamiento, reciclaje, procesamiento, comercialización y la disposición final de residuos sólidos urbanos y de manejo especial”, dice la responsabilidad de este sistema en la página de Gobierno central.

La nueva Ley abre la puerta a que los municipios, junto con la iniciativa privada, instalen centros de transferencia para el tratamiento de residuos urbanos y se evite llevar esta basura a Simeprode, una medida rechazada por los trabajadores sindicalizados.

En un primer intento de los diputados del Congreso local de aprobar esta Ley, en octubre del año pasado, los trabajadores sindicalizados tiraron toneladas de basura afuera del recinto legislativo. En ese momento, el dictamen no fue aprobada.

Sin embargo, el pasado 30 de mayo el tema revivió, tras iniciar la lectura del dictamen de esta ley, el cual sería aprobado por mayoría, no obstante, a última hora se suspendió la lectura y la votación. Ese día surgió la amenaza, por parte de Simeprode, de volver a tirar toneladas de basura en el Congreso local.  

En la familia de los residuos sólidos urbanos están los materiales de vidrio, metales y plásticos considerados inorgánicos, por lo que el fondo de esta disputa es el negocio que representa este tipo de basura.

El 94 por ciento de la recolección de residuos sólidos urbanos se hace de manera informal, mientras que un 4.86 por ciento de esta basura es depositada en las estaciones de transferencia, según el estudio más reciente de Simeprode, realizado en 2011.

Del porcentaje que se deposita en las estaciones de transferencia, el 22 por ciento es chatarra, 17 por ciento es cartón, 16 por ciento es vidrio, 15 por ciento es PET, 12 por ciento es papel y 20 por ciento corresponde a varios tipos de basura.

En el momento en el que se realizó el estudio, se procesaban entre mil a mil 200 toneladas diariamente en la planta clasificadora para el reciclaje plástico, PET, aluminio, polietileno, lámina, papel, entre otros.

Los envases de refrescos y agua purificada son los que aportan una mayor cantidad de PET, un kilo de este material equivale a 30 botellas de 600 mililitros, y se vende a un precio promedio de 14 pesos para su reciclaje.

También, las latas de aluminio de los refrescos y cervezas tienen un valor comercial que se encuentra alrededor de los 20 pesos por kilo, mientras el kilo de vidrio tiene un precio de 1.50 pesos.

Pierden vocación

Los municipios de la Zona Metropolitana de Monterrey han dejado de dar el servicio de recolección de basura, pues desde hace años han concesionado este servicio a particulares.

La responsabilidad de ofrecer estos Servicios Públicos les fue retirada a los municipios, pues anteriormente tenían camiones y personal para recolectar la basura de las residencias ciudadanas.

Por citar un ejemplo, en 2013 se otorgó, en la administración de la exalcaldesa de Monterrey, Margarita Arellanes, la concesión para la recolección y traslado de residuos a la empresa Red Recolector S.A de C.V.

El servicio incluye la recolección de la basura de las residencias, escuelas, iglesias, edificios municipales y de Gobierno, entre otros, la cual tendría que trasladar al Sistema Integral para el Manejo Ecológico y Procesamiento de Desechos (Simeprode), ubicada en el municipio de Salinas Victoria.

El municipio de Monterrey paga 348 pesos por tonelada recolectada y trasladada al centro de tratamiento de residuos urbanos a Simeprode.

Ahora, los municipios podrían, junto con la iniciativa privada, instalar estaciones de transferencia para tratamiento de este tipo de basura, donde el reciclaje resulta un negocio redituable.

Esto a través de la nueva Ley para la Gestión Integral de Residuos que se pretende aprobar en el Congreso local.

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