Más que una agenda digital, el país requiere de una reforma integral que unifique y regule, con una sola ley, todas las comunicaciones electrónicas y a distancia, incluidas radio y televisión.
Y el objetivo fundamental de esa transformación, advierte Purificación Carpinteyro, debe ser la banda ancha para todos los sectores de la población.
Hay que entender que la gran revolución por la que atravesamos es la conectividad a través de estos medios de información, explica la diputada por el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Candidata a integrar la Comisión de Telecomunicación, por su experiencia en el sector, Carpinteyro explica a Reporte Indigo la necesidad de crear una sola ley que regule al sector.
Esta vieja división de una Ley Federal de Radio y Televisión expedida en l960 a una de Telecomunicaciones que salió en l995 separa a dos sectores que antes lo estaban tecnológicamente, pero que hoy son un mismo mercado.
Lo que se conoce como la convergencia -es decir, una empresa que ofrece telefonía, Internet, televisión- es hoy una realidad que debe incluir a todo el sector.
Esta agenda para todas las comunicaciones electrónicas y a distancia que su partido propondrá a la Cámara de Diputados, incluye una reforma integral que se encamine a masificar la banda ancha a todos los sectores.
Pero además, se trata de una ley que siente las bases para crear la infraestructura que permita tener los dispositivos para crear las aplicaciones y los contenidos necesarios, detalla.
“Tenemos que trabajar en todo esto en su conjunto para garantizar que toda la población no solo tenga acceso sino que aproveche estas herramientas fundamentales”.
Se trata de una reestructura total, dice, porque las nuevas tecnologías son las herramientas del futuro: “quienes las tengan podrán salir adelante o se quedarán rezagados”.
Esta gran revolución de la conectividad es similar a la Industrial cuando se creó la máquina de vapor y transformó las formas de producción. “Es la era de la información”.
La parte fundamental de la agenda, insiste Purificación Carpinteyro, es el impulso de Internet porque a través de estos servicios vamos a poder acercar, en términos homogéneos, salud y educación a las comunidades.
El Estado tiene la obligación, por mandato, de brindar estos servicios y con la banda ancha será más fácil. “No es un lujo sino una necesidad”.
Incluso, agrega, vamos a tener que crear brigadas de alfabetización digital para que sepan usar los aparatos.
Lamenta que en la actualidad el 96 por ciento de la producción está en manos de las dos televisoras que están verticalmente integradas.
“Ellos tienen el canal de distribución y son los únicos que pueden y deciden qué transmitir y a quiénes”.
Es un hecho que la televisión abierta y de paga son fundamentales para esta comunicación, pero la concentración hace que un grupo -Televisa y TVAzteca- concentren la producción y transmisión.
Recuerda que Televisa compró Cablemás y se hizo la empresa controladora de la empresa Productora y Comercializadora de Televisión PCTV.
Con esa adquisición, advierte, no solo concentra el 60 por ciento de los contenidos en televisión abierta sino también de paga, pues ellos distribuyen a quienes quieren.
No al monopolio
Como legisladores, advierte, “tenemos que garantizar que no se monopolice”. Incluso, la posibilidad de revertir las condiciones que impuso la Comisión Federal de Competencia a Televisa y que no se cumplieron.
“Hay países donde se toman decisiones radicales cuando se presentan cuestiones evidentes de monopolio y han tenido que partir las empresas en pedazos, como le sucedió a ATT en Estados Unidos en l982”.
Si el mercado presenta una concentración que hace imposible la generación de competencia, tal vez tendríamos que generarla a través de medidas drásticas que nos permitan crear las condiciones para competir, opina.
Lamenta que el Estado haya abdicado aplicar la directriz de un sector tan relevante como las telecomunicaciones. “Sacó las manos y por eso tenemos a las empresas dándose de sombrerazos”.
Y es que el Estado dejó que las libres fuerzas del mercado las regulen, cosa que es imposible porque hay monopolios.
No hay ni meta ni directrices, agrega la legisladora perredista, cuando en muchos países se proyectan los objetivos a lograr en 10 años.
En este sector, ni siquiera se hizo una ruta crítica y ahí el sector privado simplemente tiene que seguir la directriz que marca el Estado “porque al final de cuentas todos son concesionarios de bienes de la nación”.
“Todos esos pleitos que se ven en el sector son intrascendentes, se tiene que hacer lo que se tenga que hacer para conseguir los objetivos”.
Menciona que pugnarán por la creación de Tribunales especializados , que ya se abordó con el Poder Judicial, para que no se cometan errores porque “son casos muy complejos”.
Una de las propuestas es establecer métodos de solución de conflictos que no necesariamente tengan que ser resueltos a través de los Tribunales, sino con arbitraje o mediación.
“Seremos nosotros, como Cámara de Diputados, dependiendo del plan que se nos presente, quienes asignemos el presupuesto necesario para que se puedan cumplir los objetivos”.
Hoy todas las dependencias de la administración pública, federal, estatal o municipal, tiene sus propios proyectos para propiciar la digitalización y un presupuesto asignado.
“Esos recursos que hoy están distribuidos en miles de esfuerzos, se tienen que concentrar en una gran bolsa para que a través de este plan nacional se atiendan las necesidades de todas esas dependencias y que podamos aprovecharlo mejor”, concluye Carpinteyro.