Bancos llenos, bolsillos vacíos
La banca mexicana obtuvo en 2012 un margen financiero de 1.4 billones de pesos de los cuales, 47.9 por ciento –más de 590 mil millones de pesos- correspondieron al cobro de comisiones y tarifas.
Sin embargo, todos esos recursos no fluyeron a la actividad productiva del país, por lo que este sector tan favorecido no aportó activos para que México también se viera beneficiado de su abundancia. El margen de intermediación entre las tasas activas y pasivas, se ubicó en 159 por ciento.
Georgina HowardLa banca mexicana obtuvo en 2012 un margen financiero de 1.4 billones de pesos de los cuales, 47.9 por ciento –más de 590 mil millones de pesos- correspondieron al cobro de comisiones y tarifas.
Sin embargo, todos esos recursos no fluyeron a la actividad productiva del país, por lo que este sector tan favorecido no aportó activos para que México también se viera beneficiado de su abundancia. El margen de intermediación entre las tasas activas y pasivas, se ubicó en 159 por ciento.
La senadora Dolores Padierna advierte que si se suma la captación de la banca comercial, los títulos de deuda y las inversiones de mexicanos en el exterior, el monto llega a 11.62 billones de pesos, 75 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del país.
Recursos hay, “y muchísimos” para apoyar de manera adecuada el desarrollo del país, asegura Padierna, pero la banca no los está canalizando al sistema productivo.
La integrante de la Comisión de Hacienda y Crédito Público de la Cámara de Senadores explicó que esto sucede porque las instituciones reguladoras se concentran más en asegurar la salud de los bancos, minimizar su riesgo y maximizar sus utilidades que en apoyar al crecimiento económico del país.
“Si queremos que el país tenga un crecimiento al menos de cinco por ciento, la banca tiene que responder y no olvidar su función: captar recursos de los ahorradores y darlos a quienes los necesitan”, destaca.
Los bancos, explica, son intermediarios entre los ahorradores y los acreditados, pagan una tasa pasiva a los ahorradores y cobran una activa a los acreditados.
Y la diferencia entre las dos, es lo que llamamos margen de intermediación, la cual, al cierre del año pasado se ubicó en 159 por ciento y lleva una tendencia a la alza desde hace siete años, denuncia Padierna.
Hoy la tasa activa que cobran los bancos es de 8.8 por ciento y la pasiva que ofrecen de 3.4 por ciento.
Es decir, hay un rendimiento negativo porque la inflación fue de 4.4 por ciento. De ahí que “no hay ningún incentivo para ahorrar en los bancos y tampoco una captación suficiente”, argumenta.
La banca comercial es un excelente negocio para sus propietarios, pero no capta los recursos que debiera y no otorga los créditos que requiere la economía nacional, indica.
Tenemos una enorme utilidad que no corresponde con su participación en la economía, pues los créditos representan 20 por ciento del PIB, uno de los niveles más bajos de la OCDE, precisa la legisladora.
Además, las tasas de interés en tarjetas de crédito al consumo “son altísimas” y están incurriendo, otra vez, en lo que fue el Fobaproa, asegura.
Recuerda que el propio gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, les dijo a los legisladores, cuando se reunió con ellos hace unos días, que los bancos cobran 50 y hasta 70 por ciento de tasas en tarjeta de crédito.
“Es una usura, es perder el sentido del servicio público que deben ofrecer los bancos”, dijo
La integrante de la Comisión de Hacienda del Senado consideró que deben disminuirse los costos de comisiones y tarifas por el uso de servicios financieros, y garantizar la reducción del diferencial entre tasas activas y pasivas, principalmente para el financiamiento de las pequeñas y medianas empresas.
Las incongruencias
Mientras la banca cierra la puerta a muchos ahorradores, el Gobierno federal le come el mandado, en lo que a captación de recursos se refiere.
A diciembre del año pasado, la deuda del gobierno que incluye la federal y la emisión de títulos de estados y municipios, sumó 4.37 billones de pesos.
Es decir, superó en 71 por ciento la captación de la banca comercial, y esta sangría de recursos la utiliza el gobierno, señala la senadora, para financiar su déficit y no para financiar proyectos productivos.
La banca de desarrollo hoy juega “un papel simbólico”, sus créditos apenas representan el 3.1 por ciento del PIB, denuncia Padierna.
La propuesta
Reporte Indigo confirmó que el presidente Enrique Peña Nieto anunciará, muy probablemente el 29 de abril en Palacio Nacional, la Reforma Financiera.
Por lo pronto, la legisladora Padierna ya tiene su propuesta que planteará a los senadores:
> Modificar la Ley de Instituciones de Crédito.
> Fortalecer la supervisión de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CMBV).
> Crear una Comisión de Banca en el Congreso de la Unión.
> Que las tasas pasivas estén por arriba de la inflación.
> Que disminuyan los costos de las comisiones que cobran los bancos.
> Que se reduzca el diferencial entre las tasas activas y pasivas para la Pymes.
> Que la banca de desarrollo se convierta en banca de primer piso.
> Desincentivar las actividades especulativas.