Bálsamo para mejorar vidas

A un año de que la empresa Lady Meche se formara y a cuatro meses de que iniciara su producción de bálsamos labiales con el fin de mejorar la vida de las trabajadoras sexuales, entre 15 y 20 de ellas se han involucrado de manera permanente en el proyecto
Montserrat Sánchez Montserrat Sánchez Publicado el
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El proyecto de un bálsamo para labios se ha convertido en la esperanza de trabajo de trabajadoras sexuales de la Ciudad de México.

Su nombre: Lady Meche.

A un año de que la empresa se formara y a cuatro meses de que iniciara su producción, entre 15 y 20 trabajadoras sexuales se han involucrado de manera permanente en ella.

La idea surgió en 2014 con el fin de brindar mayor seguridad económica a trabajadoras sexuales, luego de que cuatro estudiantes de la carrera de Trabajo Social de la UNAM realizaran prácticas profesionales en Hogar Integral de Juventud, ubicado en la Merced.

“Comenzamos a investigar sobre la comunidad y nos llamó mucho la atención el fenómeno del comercio sexual, por eso fue que decidimos enfocarnos en él y hacer una intervención con las mujeres”, explica Natalia Martínez, una de las fundadoras.

De acuerdo con la emprendedora, lo que hasta ahora ha logrado producir la empresa es un bálsamo labial fabricado artesanalmente y el cual lleva por nombre Alba Malva. 

Una ingeniera química en Oaxaca es quien diseñó la fórmula. Allá se produce y acá en la Ciudad de México las mujeres lo que hacen es trabajar en la creación de la lata que es el contenedor donde viene el bálsamo, también hecho de manera artesanal, de aluminio. Todo lo que tiene dentro, desde el soporte, hasta el espejo y los grabados, es hecho a mano”, dice.

El objetivo principal es que el bálsamo se produzca en la Ciudad de México con las trabajadoras sexuales, pero se ha complicado esa meta debido a la falta de su propio laboratorio. Sin embargo, Natalia cree que pronto tendrán una zona de la Merced para producir el producto completo.

La meta también es poder tener toda una línea de cosméticos que incluya rímel, sombras, barnices y generar colecciones referentes al barrio. 

Teresa Ulloa, directora Regional de la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe (CATWLAC), reconoce la iniciativa de Lady Meche como un buen camino para ofrecer una vida digna a las víctimas de explotación sexual.

Sin embargo, dice que es obligación del poder ejecutivo y legislativo generar y dotar de mecanismos de accesibilidad a los derechos económicos de las mujeres y poder construir opciones de salida digna para estas mujeres.

Ulloa detalló que para mejorar la calidad de vida de las mujeres en situación de prostitución es necesario instalar centros de reducción de daño en los cuales se les capacite para algún oficio y ellas vean las posibilidades que tiene para reconstruir su proyecto de vida de la mano de psicólogas, trabajadoras sociales, psicopedagogas, y antropólogas sociales.

Muchas veces ellas se definen como trabajadoras sexuales porque no quieren aceptar que fueron víctimas, brindarles un acompañamiento psicológico es primordial, por ahí debemos empezar para poder garantizarles una mejor vida”, dice.

Víctimas de trata

En México, el 82 por ciento de víctimas involucradas en el comercio sexual son mujeres y más del 50 por ciento son menores de edad, de acuerdo con datos de la Comisión Unidos vs Trata A.C. 

La trata es el sistema por el cual reclutan a personas para poder atender el mercado de sexo de paga, en éste entre más jóvenes son las víctimas, es mejor”, dice Teresa Ulloa, directora Regional de la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe (CATWLAC).

Ulloa explica que las chicas del barrio de La Merced llegan a la prostitución por dos caminos: por engaños de un proxeneta y por necesidad. Pero éste no es un trabajo como tal ya que carece de condiciones laborales.

“Para hablar de éstas para las víctimas de prostitución debemos tener en claro que se busca garantizar lo que la OIT ha definido como trabajo decente que es aquel que te da condiciones de ingresos, prestaciones, descansos pagados, seguro social, etcétera”, dice.

Además, entre años tienen las mujeres que ejercen la prostitución tienen más problemas para que su trabajo sea remunerador.

Hay mujeres de todas las edades en el barrio de la Merced, se sabe que hay adultas mayores que todavía ejercen el comercio sexual pero si hay menos clientes ellas, entonces ya no les alcanza para cubrir sus necesidades básicas”, dice Natalia Martínez, una de las fundadoras de Lady Meche.

El proyecto, explica, está abierto para todas las mujeres, sin embargo, ha tenido mayor respuesta en mujeres mayores debido a que son ellas quienes afirman que el trabajo sexual ya no es muy rentable. 

De acuerdo con Natalia, las trabajadoras sexuales tienen preocupación por su futuro.

Ellas nos expresaban su interés por tener un negocio propio uno donde encontraran apoyo especialmente cuando ya son mayores y van teniendo menos clientes, un trabajo que no se les niegue por no tener experiencia, que no sea pesado o muy alejado de donde viven, fue así que se nos ocurrió formar la empresa y hacer un negocio con toda la formalidad y que al final sea de ellas mismas”, dice.

Natalia explica que la mayoría de las trabajadoras sexuales que laboran en la Merced son de estados como Oaxaca, Puebla, Tlaxcala, Veracruz, Chiapas y quienes llegaron a la CDMX siendo muy jóvenes. 

Muchas empezaron desde los 15 años en el comercio sexual, sus parejas las conquistaban en sus lugares de origen, les ofrecían un matrimonio y las trían a la CDMX, ya no siguen sus estudios, se desvinculan de sus familias, o les ocultan que se dedican a esto.

Normalmente tienen hijos con sus explotadores, posteriormente ya cuando son mayores a veces sus explotadores las abandonan porque ya no producen la misma cantidad de dinero cuando eran adolescentes y las dejan con hijos y con una vida sin muchas opciones”, dice

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