Balacera tiñe de rojo Central de Abastos: asesinan a 3 hombres por no pagar extorsión

Este miércoles, se desató una balacera en la Central de Abastos, localizada en la alcaldía Iztapalapa, donde al menos tres hombres perdieron la vida luego que se negaron a pagar una extorsión.

¿Qué sucedió?

De acuerdo con los primeros reportes, todo sucedió al interior de una de las bodegas de la Central de Abastos, específicamente, en la zona de frutas y legumbres, en el pasillo K local 83A.

Ahí, tres hombres, identificados como Jesús de 29 años, Alejandro de 44 y Jesús Pérez de 46, fallecieron por impacto de bala mientras que una mujer, identificada como Gregoria, resultó herida.

Por ende, las autoridades comunicaron que la señora Gregoria fue llevada al hospital de Balbuena en el centro de la Ciudad de México en calidad de grave.

Autoridades investigan

Por otro lado, al sitio llegaron peritos de la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de la Ciudad de México para hacer las diligencias necesarias y el levantamiento de los cuerpos.

Por su parte, la Central de Abastos publicó en su cuenta de Twitter que la balacera registrada en las inmediaciones del lugar se deben a un problema familiar, ‘ajeno a la dinámica cotidiana del mercado’.

Además, aseguran quienes integran esta comunidad está integrada por personas laboriosas, ajena a prácticas basadas en la violencia.

“Las autoridades competentes, invariablemente, están cargo de este incidente“, escribieron.

Venta ilegal, algo común

Cabe destacar que la Central de Abastos también se ha caracterizado por la venta ilegal de espacios comunes, lo que ocasionó la invasión de por lo menos el 50 por ciento del espacio destinado para áreas comunes.

A esta problemática se le suma la irrupción de comerciantes ambulantes, que actualmente se instalan en camellones, banquetas y hasta en zonas designadas para estacionar vehículos de descarga, sin que haya autoridad alguna que regule la actividad.

De acuerdo con El Sol de Puebla, Armando Huerta Mejía, secretario del Consejo General y Mesa Directiva de la Central de Abasto, recordó que en 1985 el gobierno del estado, a cargo entonces de Guillermo Jiménez Morales, donó el predio al municipio de Puebla para la construcción de este sitio. Dos años después se iniciaron las obras y en 1988 inició operaciones la Central de Abasto.

Sin embargo, posteriormente, las demás gestiones municipales vendieron áreas verdes, pese a que el uso de suelo no era para construcción.

“Se empiezan a vender áreas bien pagadas por privados, están con escritura, se empiezan a vender y se empieza a gestar más caos vial en la Central de Abasto (…) aquí todo lo que oliera a dinero se vendió”, declaró.