Al sur de la península de Baja California se encuentra una joya electoral que será la protagonista de una pugna entre la mayoría de los partidos políticos.
La población de Baja California Sur, el estado más joven del país, se debate entre dar un voto de confianza a Morena, repetir gobierno con el PAN o volver a ser gobernados por el PRI o el PRD.
Durante los últimos días, los conflictos al interior de Morena, partido puntero en las encuestas, han arreciado, así como los conflictos en el Congreso, mayoritariamente integrado por el partido guinda, cuyos diputados destituyeron a cinco compañeros de oposición y tuvieron que reinstalarlos por mandato de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
El acto encendió las alertas del gobernador panista Carlos Mendoza Davis, quien estuvo cabildeando para calmar los ánimos, así como el de los sudcalifornianos, quienes criticaron el hecho y temieron que se repita si el Movimiento Regeneración Nacional obtiene la gubernatura.
Para que Morena consiga el mayor cargo político en Baja California Sur, deberá de sortear los problemas internos y vencer a un bloque que estaría integrado por el PAN, PRI, PRD, PRS y el Partido Humanista, cuyas dirigencias ya anunciaron que trabajan en una agenda en común junto con asociaciones y cámaras de comercio para después analizar la posibilidad de una coalición electoral.
“Vamos por una gran alianza compuesta por toda la sociedad, pues la tarea va más allá de todos los partidos.
“Es una gran alianza, con generosidad y buena voluntad cabemos todas y todos. El propósito que nos mueve es la inclusión por lo que abrimos la invitación a otras fuerzas políticas y a toda la sociedad en general”, manifestaron los dirigentes estatales en un comunicado en conjunto a inicios de mes.
Las pugnas internas y la unión de la oposición podrían debilitar al partido en la entidad, pero el efecto Andrés Manuel López Obrador que consiguió el 63.99 por ciento de los votos en 2018 sigue muy vigente. La mayoría de las encuestas realizadas a la fecha ponen de puntero a Morena con más de la tercera parte de la intención del voto, en segundo lugar se encuentra el PAN y los indecisos.
Solamente una alianza de todos contra Morena o más escándalos internos podrían hacer que el partido del presidente López Obrador no llegue a la gubernatura de Baja California Sur.
Lo cierto es que quien obtenga el cargo de gobernador debe de tener la mira puesta en la reactivación del turismo, ya que la principal actividad generadora de ingresos está golpeada por la pandemia de COVID-19.
Los alfiles de Morena en Baja California Sur
Si bien Morena es el partido con más probabilidades de ganar la gubernatura de Baja California Sur, el nombre del gobernador aún no está definido. Al interior del partido y en la entidad suenan dos nombres: el del alcalde de La Paz, Rubén Gregorio Muñoz Álvarez, quien se define como “un soldado de la 4T” y el superdelegado federal Víctor Manuel Castro quien es un viejo conocido en la región ya que en su currículo se encuentra haber sido alcalde de La Paz, diputado federal e incluso senador.
Muñoz Álvarez es consciente de dónde viene, sin pena acepta que él ganó su puesto gracias al jefe del Ejecutivo.
Sobre sus cartas para dirigir a la entidad, el edil destaca su fuerte trabajo en mejorar la seguridad en su municipio que pasó del lugar 127 de percepción de seguridad a las primeras posiciones.
Al preguntarle sobre quién de los aspirantes merece la candidatura, el alcalde insiste en que el pueblo es quien debe decidir.
“Acordamos con la dirigencia nacional que el pueblo manda, para que sea una encuesta la que defina a quién quiere para que conduzca los destinos del estado, somos soldados del presidente y creemos en eso”, concluye.
El morenista apuntaló recientemente sus aspiraciones a la candidatura luego de recibir el pasado 10 de octubre el espaldarazo de Jesús Armida Castro, alcaldesa de Los Cabos y quien también buscaba representar a Morena en las urnas.
Si alguien conoce las necesidades de Baja California Sur es Víctor Castro, quien ha recorrido la entidad entregando apoyos sociales del Gobierno federal a más de 110 mil sudcalifornianos.
Castro tiene hasta el próximo sábado 31 de octubre para decidir si busca la candidatura a la gubernatura, aunque adelantó que sí está interesado.
“A cualquier mexicano le gustaría representar, en cualquier nivel, a su comunidad, a mí sí me gustaría. En el proceso de selección debe de participar la militancia”, revela a días de oficializar sus aspiraciones.