Ayotzinapa: desaparición de 43 normalistas fue por confusión, escarmiento o trasiego de drogas, narra Gobierno de AMLO

La Comisión de la Verdad y la Fiscalía Especial señalan que los estudiantes fueron asesinados, destazados, incinerados, enterrados o disueltos en ácido en Iguala, Cocula, Huitzuco y Tepecoacuilco
Carlos Montesinos Carlos Montesinos Publicado el
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El Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) publicó la nueva narrativa de hechos de acuerdo a la investigación del caso Ayotzinapa. En la cual maneja tres hipótesis sobre las posibles causas de la desaparición de los 43 estudiantes normalistas, así como la participación de autoridades locales, estatales y federales.

La narrativa, elaborada con 41 mil 297 documentos, testimonios, audios, videos, fotografías, mapas y entrevistas proporcionados por 15 instituciones y organizaciones de México y Estados Unidos, establece tres causales que motivaron la desaparición de los estudiantes a manos de la organización criminal Guerreros Unidos.

Estas hipótesis son que Guerreros Unidos confundieron a los normalistas con infiltrados de Los Rojos, con quienes disputaban la plaza de Iguala. Un escarmiento tras la amenaza del alcalde José Luis Abarca por la protesta en el palacio municipal. O bien el trasiego de drogas y la eventual presencia de droga, armas o dinero en alguno de los autobuses tomados.

¿Qué pasó con los 43 normalistas de Ayotzinapa?

De acuerdo con la narrativa, policías municipales de Iguala, Cocula y Huitzuco capturaron a los normalistas antes de la medianoche entre el 26 y el 27 de septiembre de 2014. “Los estudiantes detenidos en los autobuses 1568 y 1531 fueron entregados a Guerreros Unidos para su ejecución y desaparición”, lee el documento.

Junto a los integrantes de la organización criminal, se señala directamente al capitán José Martínez Crespo del Ejército; Francisco Salgado Valladares, subdirector de la policía de Iguala; César Nava González, subdirector de la policía de Cocula; y a cuatro de sus elementos de colaborar en la entrega de los estudiantes a Guerreros Unidos.

Divididos en grupos, los normalistas habrían sido asesinados, destazados, incinerados, enterrados y hasta disueltos en ácido en un cerro de Pueblo Viejo, una casa de seguridad de Loma de Coyotes y el rancho de “El Tilo” en Iguala. Así como en el río Balsas y la barranca de Carnicería cerca del basurero de Cocula, además de localidades de Tepecoacuilco y Huitzuco.

¿El Ejército participó en la desaparición de los 43?

Esta narrativa también reconoce vínculos entre elementos de la Policía Federal y el Ejército que operaban en Iguala. “Conforme estas declaraciones, algunas brindadas en procesos judiciales en Estados Unidos, estos elementos recibían dinero de Guerreros Unidos, proveían armas y municiones, facilitaban el trasiego de drogas y brindaban protección al grupo delictivo”.

Sin embargo, el documento sólo señala al mencionado capitán José Martínez Crespo, así como a los entonces coroneles José Rodríguez Pérez y Rafael Hernández Nieto, quienes comandaban el 27 Batallón de Infantería con sede en Iguala y el 41 Batallón, respectivamente, cuando se desarrollaron los hechos de 2014.

La nueva relatoría, elaborada por la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia (Covaj) y la Unidad Especial de Investigación y Litigación y Litigación para el Caso Ayotzinapa (UIELCA), fue rechazada por los padres de los normalistas ayer. Al considerar que se acercaba a la verdad histórica al criminalizar a los jóvenes y restar responsabilidad al Ejército.

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