Avistamientos de oso negro incrementan en Nuevo León: ‘Tenemos que convivir con él’

La búsqueda de alimento y agua es el principal factor para que el animal baje de la sierra
Jorge Narváez Jorge Narváez Publicado el
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El Ursus Americanus, mejor conocido como el oso negro, forma parte ya de la sociedad regiomontana al tener que convivir con estos animales considerados salvajes, en donde humanos y ejemplares comparten algunas partes de la naturaleza, ya sea en zonas de residencia o recreativas.

Aunque no se ha presentado algún ataque a personas, pero sí encuentros muy cercanos, Protección Civil de Nuevo León informó que han registrado al menos 196 avistamiento de osos en el 2024, mientras que en el 2023 fueron 139 y en el 2022, 167 casos.

Captan oso trepando un árbol. Foto: PCNL

Debemos de seguir con las acciones preventivas que debemos de tomar para evitar cualquier tipo de riesgo. Recuerden que el oso al momento de que su entorno pudiera presentar algún peligro pudiera reaccionar con un ataque”, dijo Erik Cavazos Cavazos, titular de la corporación.

Características de los osos

  • Alcanzan una velocidad de hasta 40 kilómetros por hora en distancias cortas.
  • Son los carnívoros mexicanos más grandes.
  • Pueden medir hasta un metro de altura (en cuatro patas) y dos metros de longitud
  • Pueden llegar a pesar hasta 240 kilogramos.
  • Son excelentes trepadores.
Oso descansando en árbol. Foto: PCNL

No es el oso cariñoso, no es el oso de juguete, pero es un oso que tenemos que convivir con él, es un oso que está en nuestra parte de la sierra, los avistamientos los hemos tenido más frecuentemente en ciertas zonas”, dijo.

El funcionario mencionó que la distribución del oso ocurre en los estados de Sonora, Coahuila, Nuevo León y Chihuahua. Mientras que de manera local los municipios donde mayormente se reportan avistamientos son: Monterrey (76), San Pedro (53), Santiago (34), Salinas Victoria (10), Santa Catarina (5), Escobedo (2).

Razones de avistamientos

De acuerdo a Erik Cavazos existen diversas razones por las cuales los osos con más frecuencia bajan de la sierra para llegar a las áreas habitacionales y la principal es la búsqueda de alimentos y agua. También por la reducción de recursos en su hábitat, más interacción con los humanos, aumento en la hiperfagia y cambio climático.

“El oso baja (de la montaña) y lo que encuentre fácil (se lo traga) y lo que dejemos. Uno es el manejo de residuos y la otra no invitarlos a dejarles de comer… no le dejemos comida porque le cambiamos su alimentación y es un patrón que va a seguir llegando”, dijo.

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