Autoridades admiten avistamientos, esto es lo que se sabe sobre el registro de Ovnis en México

Las Fuerzas Armadas mexicanas han detectado decenas de objetos voladores no identificados (Ovnis) en el espacio aéreo del país durante años.

Particulares, académicos, investigadores y ciudadanos han solicitado al Ejército información sobre la existencia de estas aeronaves sin mucho éxito.

En la última década, a través de la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT), el Ejército ha confirmado la existencia de objetos que no ha podido identificar y que han surcado el cielo nacional.

Las respuestas oficiales señalan más de una decena de Ovnis que han aparecido presuntamente en varios estados de la República Mexicana.

El Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales en México, en respuesta a la solicitud sobre información de fenómenos aéreos no identificados u OVNIs, ubicó a detalle qué dependencias pudieran tener información al respecto. ¡Bien! pic.twitter.com/0SVqZH6nwp

— Jaime Maussan (@jaimemaussan1) October 11, 2022

Algunos de estos reportes y documentos han sido incluso catalogados como de “seguridad nacional”, en otros casos se alega que no están facultados para responder a estos cuestionamientos.

El primer y único caso que ha confirmado el Ejército sobre objetos voladores no identificados en territorio nacional fue en la administración del expresidente Felipe Calderón.

Por esta razón, en 2004, un particular solicitó información relacionada a la detección de Ovnis, en el que la Secretaría de la Defensa Nacional confirmó el sobrevuelo de 16 objetos en el cielo mexicano.

“La Fuerza Aérea avistó en marzo de 2004 unos 16 objetos circulares y luminosos que volaban a gran velocidad dando virajes bruscos cuando surcaban los cielos del Estado de Campeche, los cuales fueron clasificados como Ovnis”, detalla el requerimiento de un ciudadano.

La dependencia federal especificó que dicho material se entregó a un particular y que no fue estudiado por la Secretaría de la Defensa Nacional.

Al ciudadano que se le brindó este material fue al ufólogo Jaime Maussan, quien reprodujo el video que le fue entregado en televisión nacional.

#OVNIS | Hoy es un buen día para recordar que en 2004, la Sedena entregó el video de un encuentro con FANI a @jaimemaussan1. ¿De qué eran esos videos y por qué se los entregaron a Maussan? Si quieres conocer la historia completa, visita https://t.co/xXEehnRksz pic.twitter.com/2463ASmOcJ

— N+Media (@nmasmedia) July 27, 2023

“Se informa a usted que el material que solicita fue entregado al señor Jaime Maussan(…)”, precisó la Sedena en la solicitud de información.

Esta decisión generó controversia entre la comunidad científica en ese tiempo, pues acusaron que se le daba prioridad a un particular que no era científico y que en diversas ocasiones se les informó de la “clasificación” de este tipo de contenido relacionado a aeronaves no identificadas.

Esta ha sido la única ocasión en la que el gobierno de México aceptó públicamente tener registros de un evento relacionado con Ovnis, del cual no tiene copia del material que entregó, según respondió en diversas ocasiones a peticiones sobre duplicados del material.

Actualmente, son más de 136 solicitudes de información las que se han realizado en la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT) en los últimos 20 años sobre este tema; varias de ellas con respuestas incompletas y otras con confirmación de material recabado por las autoridades sobre objetos voladores no identificados

Hay un libro de avistamientos ovnis en México, también esa info la tiene la SEDENA y la Fuerza Aérea Mexicana 👀👀👀

— Gerardo Farell🥑 (@G__Farell) July 26, 2023

Reporte Índigo solicitó una postura a las Fuerzas Armadas sobre las peticiones de información que han elaborado ciudadanos durante varios años e incluso investigadores sobre los videos y registros que tienen en relación a los Ovnis y avistamientos no autorizados.

Hasta el cierre de esta edición, el equipo de comunicación social de la Sedena únicamente precisó que la solicitud de una entrevista se encontraba “en seguimiento”.

Espacio aéreo, en manos militares

Más allá del fenómeno Ovni y toda la polémica que ha generado por la presunta aparición de estas aeronaves, la violación al especio aéreo es una realidad en todo el país, lo que ha encendido el debate para la protección del mismo.

De acuerdo con datos oficiales, en promedio cada 76 horas se presenta una alerta de seguridad en el cielo mexicano, por lo que el Congreso de la Unión hace unos meses cedió la vigilancia al cien por ciento al Ejército con el objetivo de mejorar la seguridad del espacio aéreo.

Bajo el argumento de que se registran “múltiples irregularidades”, senadores y diputados empujaron la aprobación de la Ley de Protección del Espacio Aéreo Mexicano, la cual faculta al Ejército a operar y vigilar el traslado de toda clase de aeronaves y clasificar cuáles son los objetos no identificados que sobrevuelan los cielos del país.

Entre los registros oficiales que más han causado revuelo, está el reporte de un piloto que conducía una avioneta con matrícula XB-XAU sobre Tequesquitengo en el estado de Morelos.

Según los registros del 3 de mayo de 1975 de dicha aeronave, el piloto Carlos Antonio de los Santos, logró observar tres Ovnis que volaban a su lado. La transcripción entera de la grabación fue entregada vía Plataforma Nacional de Transparencia (PNT) a un ciudadano.

“XAU–Estoy volando aparentemente sin control; el avión va sin control, ya no estoy controlando, tengo tres objetos visuales no identificados volando alrededor de mí, tres objetos visuales no identificados están volando alrededor de mí, uno se precipitó hacia el avión y me pegó en la parte inferior del avión; estoy probando el tren de aterrizaje y aparentemente no sale, estoy en mi posición, estableciendo en el radar 004 del VOR Tequesquitengo, el avión está volando sin control, yo no estoy controlando”.

Así lo refiere el requerimiento oficial que se entregó de nueva cuenta vía Ley General de Transparencia en 2022 por el Servicio de Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano bajo el folio 330028522001002.

Mientras tanto, en las últimas semanas, el Congreso de Estados Unidos alertó sobre un incremento de avistamientos de Objetos Voladores No Identificados (Ovnis), lo que encendió el debate sobre estas aeronaves.

Desconfían de autenticidad

Sobre este tema, la unidad de científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), precisó en repetidas ocasiones que los avistamientos registrados por las autoridades mexicanas carecen de sustento, por lo tanto, no pueden considerarse siquiera aeronaves.

A través de comunicados de prensa, diversos científicos afirman que lo registrado en 2004 por la Secretaría de la Defensa Nacional fueron centellas y descargas eléctricas que por primera vez pudieron haberse presentado en la parte alta de la atmósfera.

Incluso explicaron que en diferentes periodos de tiempo, han solicitado copia de la cinta e información técnica que se utilizó y que permitió observar estas luces para realizar estudios profundos y encontrar una respuesta científica definitiva de los hechos.

El grupo académico detalló que es necesario estudiar de forma minuciosa cada material que se ha recabado por el Gobierno federal en los últimos años y que tiene que ver con los Ovnis para descartar o confirmar algún hallazgo, aunque los candados que se han impuesto al material complican su estudio a profundidad.

125 años de noticias

En la exposición “125 años de noticias sobre Objetos Voladores No Identificados en la prensa mexicana“, la UNAM relató en 2022 cómo los diarios de circulación nacional han registrado el avistamiento de este tipo de objetos aéreos, los cuales denominan “fuera de lo común”.

De acuerdo con esta exposición que se presentó en la Hemeroteca Nacional, el registro más antiguo del llamado fenómeno Ovni es del 27 de abril de 1897, cuando uno de los periódicos de circulación nacional de ese entonces retomó una nota y la publicó con el siguiente encabezado: “El monstruo aéreo”, información que detalla cómo un hacendado de Texas observó un objeto volador que no producía ningún tipo de ruido.