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Ahora, ambos gobiernos tendrán que sacar adelante una intervención integral del Viaducto Tlalpan bajo el concepto de Calle Completa
Después de incumplir tres veces la fecha de apertura y de roces entre el Gobierno de la Ciudad de México y la Federación, la Autopista Urbana Sur comenzó a funcionar, sin que ocurriera el tradicional corte de listón por parte del jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera, ni el presidente Enrique Peña Nieto.
La Autopista Urbana Sur es una obra que, como pocas, exhibió la política del “ping-pong” a partir de la cual ambos gobiernos se responsabilizaron mutuamente de los retrasos en su construcción y apertura.
Mientras que el costo del tráfico que por meses se padeció en la zona lo pagaron los ciudadanos.
Las agendas nunca pudieron coincidir. En la del presidente de la República y la del jefe de Gobierno de la Ciudad de México no hubo espacio para inaugurar juntos el tramo de siete kilómetros que
pretende dar salida rápida hacia Cuernavaca, Morelos, y el estado de Guerrero.
En la práctica ninguno de los dos políticos tuvo el interés, refieren en los pasillos del gobierno local, pues desde hace algunos meses que se originó el conflicto por las contingencias ambientales surgieron los primeros roces, que se incrementaron con el recorte al Presupuesto 2017 para la Ciudad de México.
Ceremonia deslucida
Con ese escenario de reclamos directos del jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, al Gobierno Federal por el recorte presupuestal que incluye la eliminación del llamado Fondo de Capitalidad (de más de 4 mil millones de pesos), la apertura de la Autopista Urbana Sur no ocurrió en el mejor momento de la relación política de ambos gobiernos.
Funcionarios de distintos niveles y de ambos gobiernos se excusaron por meses de no cumplir con sus propias proyecciones debido a los retrasos de la otra parte, la federal o local, respectivamente.
Sin la usual inauguración que se acostumbra, ayer por fin se abrió a la circulación del público la Autopista Urbana Sur desde las cinco de la mañana, aunque muchos tramos laterales a la obra quedaron abarrotados de cascajo, baches e incorporaciones a carriles sin reabrirse.
La noche previa a su apertura, a través de una breve tarjeta informativa, la Secretaría de Obras y Servicios de la Ciudad de México (Sobse) dejó entrever el conflicto aún persistente entre la Federación y el gobierno local.
Resaltó, por ejemplo, que la vía se abrió a la circulación una vez que las empresas concesionarias confirmaron que estaba en óptimas condiciones para su operación y el servicio al público.
Ahora sigue Viaducto Tlalpan
El tramo de la Autopista Urbana Sur cuenta con siete kilómetros de longitud, conformados por dos kilómetros sobre Viaducto Tlalpan que estuvieron a cargo del Gobierno de la Ciudad de México, en el tramo Periférico-Insurgentes.
Luego, cinco kilómetros de Insurgentes hasta después de la caseta México-Cuernavaca, cuyo tramo quedó bajo construcción del Gobierno federal.
El gobierno local prevé un flujo aproximado de 80 mil automovilistas diarios.
Para entender su uso, la Sobse detalló que los automovilistas que circulen por el segundo piso del Periférico con dirección al sur podrán continuar su recorrido por la vía concesionada sobre Viaducto Tlalpan y continuar hasta pasar la caseta de peaje de la Autopista México-Cuernavaca.
Mientras que los usuarios que ingresen a la Ciudad de México desde la México-Cuernavaca podrán acceder a la Ausur desde 200 metros antes de la caseta hasta las conexiones de la Autopista Urbana con salidas a Querétaro y Toluca.
“La construcción de los dos kilómetros de la Autopista Urbana Sur que corresponde a la Ciudad de México se realizó en un periodo de diez meses”, subrayó la Secretaría de Obras, que también hizo hincapié que durante todo el tiempo que duró la construcción la vialidad siempre permaneció abierta.
Pese a la rispidez entre los equipos de trabajo, ahora ambos gobiernos tendrán que sacar adelante una intervención integral del Viaducto Tlalpan bajo el concepto de Calle Completa, con la que se pretende dejar una derrama de beneficios a los vecinos y comerciantes aledaños a la zona.
Cabe recordar que las empresas ICA e IDEAL construyeron y operan la Autopista Urbana Sur en la Ciudad de México, en el tramo sur de San Jerónimo a Xochimilco.
El proyecto de extender la Autopista Urbana Sur hasta la caseta de la México-Cuernavaca fue anunciado por el presidente Enrique Peña Nieto desde marzo de 2014 cuando inauguraba la ampliación de la autopista Amecameca-Cuautla.
En ese año, la relación entre Peña Nieto y Mancera era muy distinta. Al mandatario capitalino le reclamaban, incluso, su muy estrecha cercanía con el Ejecutivo federal. Los tiempos cambian y con el 2018 tan cerca, más.
Toma la Ausur
El proyecto de extender la Autopista Urbana Sur hasta la caseta de la México-Cuernavaca fue anunciado por el prsidente Enrique Peña Nieto en marzo de 2014:
> La Autopista Urbana Sur será gratis hasta el próximo 3 de noviembre, cuando pase el puente del Día de Muertos.
> Aunque es gratis ese tramo, los usuarios deben pagar los 70 pesos de la caseta de cobro que se ubica en Tlalpan y que conecta con la autopista México-Cuernavaca.
> Los automovilistas que circulen por el segundo piso del Periférico con dirección al sur podrán continuar su recorrido por la vía concesionada sobre Viaducto Tlalpan y continuar hasta pasar la caseta de peaje de la Autopista México-Cuernavaca.
> Los usuarios que ingresen a la Ciudad de México desde la México-Cuernavaca podrán acceder a la Ausur desde 200 metros antes de la caseta hasta las conexiones de la Autopista Urbana con salidas a Querétaro y Toluca.