Aún hay sangre en el desierto

Mucha gente aún no sabe lo que ha estado pasando y desde hace cuántos años”.

Alicia Gaspar de Alba alude a los feminicidios. En concreto a los que han tenido lugar en Chihuahua. 

Este 2013 se cumplen 20 años desde que empezaron a “brotar” cuerpos en el desierto con marcas de violación, tortura y mutilación.

En Ciudad Juárez fue donde tal particular forma de violencia contra las mujeres cobró vida y, a partir de entonces, la académica de la Universidad de California, en Los Ángeles, (UCLA), se propuso documentar tales sucesos. 

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"Han hecho muchos estudios y publicado muchas estadísticas, pero realmente no sirven de nada, confunden más"
Alicia Gaspar de AlbaEscritora
Se ha generalizado la idea, agrega la escritora, de que todo es producto de la leyenda negra que se propala sobre México

Mucha gente aún no sabe lo que ha estado pasando y desde hace cuántos años”.

Alicia Gaspar de Alba alude a los feminicidios. En concreto a los que han tenido lugar en Chihuahua. 

Este 2013 se cumplen 20 años desde que empezaron a “brotar” cuerpos en el desierto con marcas de violación, tortura y mutilación.

En Ciudad Juárez fue donde tal particular forma de violencia contra las mujeres cobró vida y, a partir de entonces, la académica de la Universidad de California, en Los Ángeles, (UCLA), se propuso documentar tales sucesos. 

Gaspar de Alba es oriunda de El Paso, Texas y tiene familia en Ciudad Juárez. De hecho, ahí vivió hasta los 27 años. En ese periodo logró conocer a fondo esa localidad ubicada en la frontera donde, dice, un charco divide el territorio mexicano del estadunidense.

Desde 2005, cuando la edición en inglés de su novela “Sangre en el Desierto” vio la luz, los feminicidios no han parado. Las desapariciones tienen un vertiginoso ascenso.

La doctora en Estudios Americanos por la Universidad de Nuevo México dice a Reporte Indigo que tales actos no son exclusivos de México, sino de toda Latinoamérica.

Son especialmente graves en Centroamérica, recalca. 

En El Salvador y Guatemala se cuentan por miles las mujeres torturadas y asesinadas con tal crueldad: “al estilo Juárez”, acota la autora, quien reconoce que ya se acuñó esta expresión para hablar de violencia contra mujeres.

Gaspar de Alba está afuera del Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Ahí acaba de ofrecer una ponencia que formó parte del coloquio “Las topografías de la violencia”, organizado por esa facultad y El Colegio de la Frontera Norte.

Diversos especialistas y artistas locales, nacionales e internacionales, reflexionaron este 17 y 18 de abril en torno a distintas expresiones de la violencia 

A Gaspar de Alba le interesaba exponer lo que ocurre en la frontera que la vio nacer. Contribuir con el activismo que, al paso del tiempo, han nutrido artistas y familias que de modos diversos solicitan ayuda y buscan fortalecer las voces de la denuncia. Para que los feminicidios, de tan comúnes, no sigan aconteciendo ante tanta indiferencia.

En marzo pasado integrantes del Comité de Madres y Familiares con Hijas Desaparecidas en Ciudad Juárez acudieron al Distrito Federal para exigir justicia para las mujeres en Chihuahua. 

No buscaron un encuentro con ninguna autoridad federal. 

Se dijeron decepcionadas de todos los funcionarios que no investigan.

“La respuesta del Estado es el silencio y la ineptitud”, afirma Gaspar de Alba. “Han dado aparentemente, algo de atención al tema; han hecho muchos estudios y publicado muchas estadísticas, pero realmente no sirven de nada, confunden más”.

Se ha generalizado la idea, agrega, de que todo es producto de la leyenda negra que se propala sobre México. Misma que da muy mal nombre al país, a la frontera, a las propias maquiladoras que están cerrando sus puertas y se están yendo.

Todo eso se le achaca a los activistas que no cejan en denunciar los feminicidios, recalca Gaspar de Alba.

Lanzan nueva edición

La escritora dice que en su novela, en sus clases, y en la investigación que lleva a cabo, no culpa exclusivamente a México sobre los feminicidios. 

 “Hay una conexión binacional que muestra intereses económicos de los Estados Unidos que se tienen que proteger y que por eso el gobierno mexicano no hace nada para parar los crímenes”, acota.

Ediciones B se encuentra relanzando “Sangre en el Desierto” y ayer, en un punto enclavado en los campos de Ciudad Universitaria, su autora recordó los motivos que la llevaron a escribir esta novela.

En ella, Gaspar de Alba pondera los efectos de la identidad de género, la cultura fronteriza, el patricardo, el transnacionalismo y la globalización enmarcadas en una crisis internacional.

Su texto es un referente de los continúos asesinatos de jóvenes mexicanas en Ciudad Juárez, donde no se ha identificado a los homicidas. 

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