El hecho de que las casas hayan subido de precio tras este periodo de pandemia provoca que las empresas se inclinen a construir departamentos en ciudades en donde este estilo de vida todavía es poco común.
En Morelia, Michoacán, la tendencia de construcción se había inclinado a las casas, pero tras la crisis sanitaria las constructoras se inclinaron por la “departamentización” y la venta de terrenos.
“Ahorita la gente con la inflación y la cuesta de enero no está comprando casas. Lo que sí se nos están vendiendo son los departamentos. Algo que no había entrado mucho en Morelia, a diferencia de la CDMX, donde sí están muy acostumbrados”, considera el arquitecto Juan Díaz.
Explica que los departamentos de entre 55 y 65 metros cuadrados son los que más se están vendiendo y el costo ronda entre 1.1 y 1.2 millones de pesos.
Parte importante del incremento en el costo de las casas se deriva del alza en los precios de los materiales de construcción, principalmente el acero.
“Lo que es armex, varilla, alambre, alambrón, todo lo que es acero, vigas IPR, vigas estructurales, se fue más de un 25 por ciento y sí nos pegó cañón porque en las viviendas se lleva acero en la cimentación y castillos”, explica el constructor.
En este periodo de contingencia sanitaria, las grandes empresas aprovecharon la crisis económica para hacerse de buenas extensiones de terreno que ahora fraccionarán para venderlo, pero definitivamente no será en casas grandes, si acaso en casas pequeñas o edificios de departamentos.
“A raíz de la pandemia la construcción menguó muchísimo en Morelia. La construcción se vino abajo, siendo sinceros. Se vino abajo y aquí hubo una ventaja para las personas que tenían solvencia económica, hasta el punto de que mucha gente pudo comprar terrenos a un bajo costo”, explica.
Otro tema que incide en el alza de precios, de acuerdo con el arquitecto consultado, es el costo de la gasolina, que no ha disminuido.
“Nos pegó el que se elevara el costo de la gasolina, aquí en Morelia ya subió a 23.15 o 23.20 en algunas gasolinerías. Obviamente, eso implica que también el fletero de los proveedores de materiales me suba el costo. Y lamentablemente la gasolina no está bajando. Esto nos genera que los materiales no bajen y muy probablemente el costo de las casas no vaya a bajar”, expone.
