Aumentan abandono y maltrato de mascotas en CDMX
Desde hace más de 6 años la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial ha registrado un aumento en las denuncias por abandono o maltrato a animales de compañía, especialistas aseguran que esto ocurre porque las sanciones son moderadas para los responsables
Erick MirandaUn constante raspar de uñas en el asfalto no es un sonido ajeno para quien suele caminar en las calles de la Ciudad de México. Bolsas de basura desmenuzadas y excremento a la mitad de las banquetas son otros de los indicios que dan prueba de su presencia, y es que en capital del país el abandono y maltrato de animales de compañía es una problemática creciente.
Durante los últimos 6 años y 8 meses, en la capital del país fueron registradas un total de 5 mil 54 denuncias por abandono y maltrato en contra de animales de compañía, esto de acuerdo con cifras publicadas por la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT) de la Ciudad de México en su página oficial.
Para 2012, solamente fueron reportados 118 casos en toda la ciudad, mientas que en el 2017 fueron mil 286. Sin embargo, del 1 enero al pasado 31 de agosto de este año, un total de mil 198 delaciones han sido interpuestas ante dicha dependencia local por maltrato a mascotas.
Tras un análisis de los datos históricos, se detectó que la mayoría de denuncias ciudadanas corresponden a la Delegación de Iztapalapa, ya que en dicho lapso fueron levantadas 759 quejas, las cuales representan un 15 por ciento del total general.
Con menos de cinco puntos porcentuales de diferencia, la demarcación de Gustavo A. Madero es la que precede en la lista con 561 quejas, correspondientes a un 11 por ciento.
Asimismo, tanto la tercera como cuarta posición son ocupadas por las delegaciones Cuauhtémoc y Benito Juárez, con 495 y 475 denuncias, equivalente a un 9.8 y un 9.4 por ciento, respectivamente.
En tanto, la incidencia más baja se presentó en los territorios de Milpa Alta (0.6 por ciento), Cuajimalpa (2 por ciento) y Magdalena Contreras (2.5 por ciento).
A pesar de que los índices varían de manera considerable de una delegación a otra, las estadísticas dejan al descubierto que en los últimos 6 años y 8 meses se ha registrado un promedio de al menos dos denuncias diarias por maltrato y abandono animal.
Bruna es una perra mestiza que fue rescatada cuando tenía año y medio de edad aproximadamenta, en calles de la colonia Los Olivos en la delegación Tláhuac, relata su ahora dueña Brenda Fernanda Cabrera.
“Hace 6 años regresaba de ver a una expareja cuando me la encontré a las afueras de mi unidad habitacional. Ella caminaba en la baqueta cuando cruzamos miradas. La saludé un poco, comenzó a hacerme fiesta y a mover la cola, después me siguió a casa y no se iba… por lo que decidí meterla a mi cuarto y a escondidas de mi mamá”, recuerda la joven de 25 años.
Bruna llegó con pulgas y con nudos en su pelaje provocados por la suciedad. Cuando la madre de Brenda encontró oculta a la perrita un día después, ella decidió que era necesario ponerla en adopción, ya que tenía poco que había fallecido su anterior mascota, Tita, quien también había sido adoptada años atrás.
“Aunque la llevamos a rapar y desparasitar, nadie la quería porque ya estaba grande. Pasó como un mes para que mi mamá me dejara quedármela, aunque al final también se encariñó con ella. La adopté porque tengo un corazón de ‘pollo’ y sentí muy feo dejarla en la calle”, asegura Brenda.
Actualmente Bruna tiene entre de 7 y 8 años de edad. Ella pasó a formar parte de la familia de Brenda, quien vive con su hermano y su madre, además de otros dos perros. “Siempre he adoptado perritos callejeros y todos me han hecho muy feliz, porque más allá de si sean de raza o no, creo que todos tiene derecho a una familia y porque ellos no tienen la culpa de vivir así, sino la gente que se atreve a abandonarlos”, agrega.
Lo pendiente en el tema
En la Ciudad de México se tiene un serio problema de abandono de animales de compañía, lo cual se debe a la falta de un control por parte de autoridades, pese aunque el año pasado a nivel local se reformara la Ley de Protección de Animales y se instituyera la Agencia de Atención Animal (AGATAN), poco se ha hecho al respecto, explica Luis Carranza, presidente del Frente Ciudadano Pro Derecho Animal (Frecda).
“Se supone que con dichas acciones autoridades deberían de tener un registro de todas las mascotas así como un reporte de los criadores y vendedores de animales domésticos, con el fin de poseer un control de cuántos se tienen, cuántos se venden y a quiénes. Sin embargo, eso no ha sucedido, ya que la dependencia sólo se ha dedicado a impartir cursos a protectores, mientras que el abandono sigue creciendo”, señala Carranza.
Dicho fenómeno se deriva principalmente de tres causas, asegura el especialista.
Una de esas causas radica en que a la fecha abandonar animales no está considerado como un acto grave y las sanciones por el mismo suelen ser una multa de aproximadamente 2 mil 400 pesos o un arresto de 36 horas; también, porque es muy fácil adquirir animales en sitios que operan de manera legal o ilegal; además de la falta una regulación de criadores certificados y no improvisados.
“Si el abandono de mascotas se agravara todavía más, probablemente sucedería lo que hace un par de décadas, y por lo que también muchas personas se volvieran protectoras y activistas, ya que para combatir este fenómeno se llegaron a realizar matanzas colectivas a nivel delegacional; y, aunque los animales no tenían ninguna culpa, sino sus dueños, los niveles de sobrepoblación derivaron en esos actos de crueldad”, sostiene Carranza.
Algunas medidas que pueden tomarse a consideración para hacer frente a este problema ambiental y de salud pública, comenta el abogado animalista, consisten en reforzar los programas públicos de esterilización y las sanciones que se imponen a quienes incurren en actos de abandono animal, sumado a una regulación y registro de las personas que se dedican a la crianza animal, así como la implementación de un programa que constante quién si y quién no puede brindar condiciones de bienestar a una mascota.