Atacan a Turibús en Chapultepec

El gobierno del Distrito Federal no pone fin a los cientos de franeleros que operan al interior del Bosque de Chapultepec quienes se oponen al funcionamiento de estacionamientos en la zona.

La problemática ha subido de tono al grado tal que los operadores del Turibús han sido amenazados por los informales quienes en más de una ocasión han impedido su circulación y gritado a los conductores que hagan  paradas específicas frente a los estacionamientos que opera la empresa Pumasa.

Icela Lagunas Icela Lagunas Publicado el
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La Secretaría del Medio Ambiente no ha podido concluir con su plan de retirar a los franeleros, quienes por años han cobrado cuotas a los visitantes por estacionar sus vehículos en la vía pública

El gobierno del Distrito Federal no pone fin a los cientos de franeleros que operan al interior del Bosque de Chapultepec quienes se oponen al funcionamiento de estacionamientos en la zona.

La problemática ha subido de tono al grado tal que los operadores del Turibús han sido amenazados por los informales quienes en más de una ocasión han impedido su circulación y gritado a los conductores que hagan  paradas específicas frente a los estacionamientos que opera la empresa Pumasa.

De lo contrario, amagan los franeleros, “lo van a lamentar”, refiere un reporte interno que fue entregado a la secretaria del Medio Ambiente del Distrito Federal, Martha Delgado, por Luis Domingo Madariaga de la empresa Pumasa.

Según este documento, los franeleros amenazaron con ponchar las llantas del turibús o negarles el acceso al bosque.

“El conductor me comenta que efectivamente lo agredieron verbalmente y físicamente al Turibús, amenazándolo (para) que saliera del bosque”.

Las autoridades que participan en el proyecto de transporte interno y de estacionamientos al interior del Bosque de Chapultepec tienen detectados a un presunto líder de los franeleros, a quien solo ubican como Paco y también a su hermano, como los responsables de las agresiones.

Los franeleros se oponen a la operación del Turibús que realiza los traslados de los visitantes del parque desde los estacionamientos a la zona de las atracciones, dado que su trabajo se ha visto mermado con la puesta de este proyecto que brinda cajones a los ciudadanos que acuden al bosque.

Lo anterior forma parte del proyecto maestro para dar conectividad y movilidad, equipamiento e infraestructura a la primera y segunda sección del Bosque de Chapultepec, avalado por la Secretaría del Medio Ambiente (SMA), la Dirección General de Bosques Urbanos, así como el Fideicomiso Pro Bosque.

Sin embargo, la tarea de retirar a los cientos de franeleros que por años han cobrado cuotas a los visitantes por estacionar sus vehículos en la vía pública, se ha complicado debido a la resistencia y violenta reacción por parte de los informales.

Los pasados días 22, 23, 24 y 29 de septiembre, la SMA recibió el reporte de que los franeleros que se encuentran enfrente del Museo Tecnológico de la CFE, abordaron el Turibús y lanzaron amenazas al conductor para exigirle que dejara de levantar gente, de los contrario, lo lamentaría.

“Al día de hoy, gracias a Dios no ha pasado nada, solo intimidan, dicen los conductores. El día 12 de septiembre, “Paco” me aborda y me comentó que no está de acuerdo con la llegada del Turibús, que no se iba a meter con la gente de Pumasa ya que eso lo le garantizaba ninguna negociación,” puntualiza el reporte.

De hecho, el pasado 3 de octubre, la Presidencia de la República llevó a cabo un evento en el que se desplegó el Estado Mayor en la zona por la presencia de Felipe Calderón Hinojosa al acto “La llegada de la Mariposa Monarca”.

Pese al despliegue policiaco, los franeleros no dejaron de operar en la zona y continuaron con las amenazas.

A la inconformidad y protestas se han sumado comerciantes que expenden en el bosque, quienes han impedido la colocación de rejas en la zona del Lago Mayor.

Ante los hechos, la contratista Pumasa exigió que las autoridades asuman las riendas y envíe fuerza pública a fin de replegar a los inconformes y los trabajos puedan concretarse”.

“Es muy fácil ordenar a la contratista que ejecute pero no asume protagonismo la gente del bosque. Ellos deberían, acompañado de la fuerza pública, llevar la batuta e indicar que se inicien los trabajos; que se contenga o repliegue a este contingente de comerciantes en esta zona”, apunta otro de los documentos de los que Reporte Indigo tiene copia.

Una muestra más de que el problema del ambulantaje parece no tener fin y seguirá siendo uno de los grandes pendientes de la administración local.

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