La emergencia sanitaria causada por el COVID-19 ha generado que diversos gobiernos, universidades y farmacéuticas sumen fuerzas para encontrar una vacuna en contra del Sars-Cov-2 y por ahora la Universidad de Oxford y AstraZeneca han mostrado resultados alentadores.
La vacuna experimental creada por la institución académica y la empresa británica demostró una eficacia promedio de 70.4 por ciento, de acuerdo con los resultados de sus ensayos a gran escala. De acuerdo con lo presentado, las pruebas involucraron dos regímenes de dosis separados, de los cuales uno demostró un 90 por ciento de eficacia y el otro 62 por ciento.
Sin embargo, de acuerdo con la eficacia presentada por los resultados, este fármaco podría ser más barato de fabricar, más fácil de distribuir, además de que puede ser almacenado y transportado a una temperatura de entre 2 y 8 grados, y conservarse durante seis meses.
AstraZeneca adelantó que podría producir hasta 200 millones de dosis de la vacuna para el cierre de este año, en tanto que setecientos millones de dosis más podrían estar listas en todo el mundo al final del primer trimestre de 2021.
Roselyn Lemus-Martin, investigadora y científica, explicó que el 90 por ciento de eficacia del medicamento británico se alcanza cuando se suministra una dosis y media de la vacuna, sin embargo, esto solo se ha probado en una subpoblación de fase 3, es decir, solo en dos mil 741 voluntarios, es por ello que para poder hablar completamente de una efectividad tan alta se tendría que probar en más voluntarios.
A través de su cuenta de Twitter, la científica añadió que se han registrado efectos adversos neurológicos en al menos dos voluntarios, lo que llevó a que poner pausa la fase 3 hace algunos meses atrás.
“Entonces al comparar las tres vacunas que van en la delantera, esta podría ser la menos efectiva y segura, pero en general será mucho más fácil de distribuir, ya que no requiere una cadena fría complicada, además de su bajo costo”, puntualizó.
Los resultados de AstraZeneca
AstraZeneca adelantó que las últimas etapa de los ensayos se realizaron en Gran Bretaña y Brasil, asimismo, no se han confirmado casos de seguridad graves relacionados con la vacuna y fue bien tolerada en ambos regímenes de dosificación.
El costo para los gobiernos se calcula en sólo unos pocos dólares por inyección, una fracción del precio de Pfizer y Moderna, que usan una tecnología menos convencional.
Oxford y AstraZeneca añadieron que con los beneficios que ofrece una masificación de la vacuna significa que tanto los países ricos como los pobres que habían estado elaborando planes para racionar las vacunas podrán distribuirlas más ampliamente, ayudando a detener finalmente la perturbación social y económica de una pandemia que ha matado a 1.4 millones de personas.
“Esta vacuna será más distribuida en países en desarrollo o que tengan un presupuesto más bajo para adquisición de vacunas. Pero se tendrá que tener cuidado bajo qué régimen de dosis se aplica, ya que eso hará una diferencia importante en la efectividad”, detalló Lemus-Martin.
