Artículo 33, arma sin filo en la política mexicana
En la Constitución Política de México se encuentra el artículo 33, que da facultades al Presidente para expulsar del país a personas extranjeras que se inmiscuyan en la política del país, sin embargo, la falta de regulación de este procedimiento lo ha hecho caer en desuso en la historia moderna de la nación
Julio RamírezEl Gobierno mexicano tiene en el artículo 33 una amenaza que ya no ejerce para librarse de los extranjeros que se entrometen en la política nacional.
Ha sido clara en los últimos años la presencia de personajes de otras naciones en nuestro país respaldando al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) -una entidad armada que claramente estaba en contra del Gobierno– entre muchos otros casos. El tema, de acuerdo con especialistas, es que no está claro en qué momento se puede aplicar.
El especialista plantea que debería de revisarse este artículo puesto que está en desuso, o bien, replantearse en qué casos en específico se puede ejecutar, ya que ha sido pública la participación de extranjeros en la vida política del país y el artículo 33 no se ha ejecutado.
Considera que además hay otras restricciones para los extranjeros, como el artículo 8 sobre el derecho de petición, el 11 con la libertad de tránsito, el 27 con el derecho a la propiedad y el artículo 32 sobre las concesiones y los cargos públicos.
“Antes del caso suscitado con Santiago Abascal, líder de Vox, el último gran escándalo mediático que hubo fue con el chileno Lawrence Maxwell, en 2014, detenido en una manifestación por Ayotzinapa, pero no se ejecutó el artículo 33. Es un ejercicio que data de una tradición mexicana en un contexto postrevolucionario, con un miedo ante la intervención extranjera y un deseo de deshacerse de quien pudiera representar una amenaza para la soberanía nacional, pero que no se ha ocupado”, explica el profesor.
A principios de mes, un grupo de senadores del Partido Acción Nacional (PAN) invitó al dirigente del partido español Vox, vinculado con la ultraderecha, a firmar un documento denominado “Carta Madrid”, en la que se pretende detener el avance de la ideología comunista.
Defender la democracia, la libertad, el estado derecho y la separación de poderes no es un asunto de “extrema derecha”, sino de extrema necesidad en nuestro país.
Estamos muy orgullosos de haber firmado este documento: pic.twitter.com/dFR8CUTpUx
— Senadores del PAN (@SenadoresdelPAN) September 3, 2021
Poco después, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que no aplicaría el artículo 33 para la expulsión del líder de Vox, y que no expulsaría a ningún extranjero aun cuando viniera a intervenir en la política nacional.
El especialista afirma que el presidente no tiene elementos para configurar una posible expulsión del dirigente partidista español.
“En el caso de la visita del representante del partido de ultraderecha Vox, Santiago Abascal, para reunirse con senadores panistas, tiene garantizado su derecho a la alianza internacional como lo hacen varios partidos. Asimismo, la libertad de expresión garantizada en la Constitución”, explica Tapia Basurto.
El académico Edgar Ortiz Arellano coincide en que no hay elementos para aplicar una expulsión.
“El Partido Acción Nacional, más bien algunos senadores miembros del PAN, firmaron una carta de intención de una gran alianza para combatir el comunismo, que no estoy muy cierto si ellos entienden esa expresión de comunismo. Creo que, de entrada, el artículo 33 no es aplicable en el caso del señor Abascal, porque no ha hecho alguna declaración en contra del Estado mexicano, no vino a organizar una facción partidista, o por lo menos no tenemos esa información, habría que ver las minutas de las pláticas que se tuvieron”, indica el experto.
Considera que lo interesante es el uso político que el presidente Andrés Manuel López Obrador le dio al incidente, cuando a todas luces tampoco podría haber realizado una expulsión de un extranjero que incluso hable mal del Gobierno.
“Obviamente el Presidente de la República sale a decir que no va a aplicar el artículo 33 y eso le genera votos, le genera una opinión pública favorable porque entonces dicen: ‘qué bueno es el presidente. A pesar de que tiene esa facultad, no le aplica’. Es una estrategia nuevamente de comunicación y de construir una narrativa en la cual él quiere aparecer como un hombre democrático y tolerante”, puntualiza Ortiz Arellano.
Afirma que todos los seres humanos tenemos derecho a la libre expresión, independientemente del país en el que estemos.
“Todos tenemos derecho a la libertad de expresión. Esa es una garantía no solamente constitucional para todos los ciudadanos mexicanos, sino para todos los seres humanos, ese es uno de nuestros derechos humanos fundamentales, y la Constitución, por lo menos en el artículo 33, no dice que los extranjeros que opinen mal del gobierno serán expulsados. No lo dice”, expone.
Al respecto, Alejandro Rosas, director de la agencia Disruptio, considera que al presidente se la dejaron fácil con la invitación de Santiago Abascal, ya que le generó ganancias políticas.
“Al final, se vuelve congruente en su discurso respecto a que los tiempos cambiaron y que pueden venir a tener este tipo de eventos. Tan es así que hasta lo tuvieron (a Santiago Abascal) en una sede como el Senado, ni siquiera fue un evento privado, que estarían en todo su derecho, sino que fue en un lugar que es financiado por el dinero de los mexicanos”, apunta.
“Lo más curioso de esto es que la oposición se tropieza sola. Tanta fue la presión mediática que al final tuvo que dejar el cargo que tenía el funcionario (Christian Camacho, encargado de redes sociales) que fue quien invitó en un primer momento a la organización Vox para firmar la carta Madrid. Yo no veo dónde hay beneficio”, explica Rosas.