Una investigadora del Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo Tecnológico (CCADET) de la UNAM desarrolla un posible sustituto de hueso sintetizado a partir de ceniza de la cáscara de arroz.
Miriam Marín Miranda, doctorante en el CCADET, señaló que se trata de un biovidrio que puede favorecer el trabajo de las células, al proporcionarles una estructura y componentes suficientes para que realicen el proceso de regeneración ósea.
Entre las ventajas de este material están que mejora el costo-beneficio, al provenir de un desecho agroindustrial, y que, de funcionar, se reabsorbe a medida que las células “reconstruyen” el hueso, por lo que los sustitutos serían permanentes.
Marín Miranda explicó que un sustituto de hueso ideal es aquel que posee osteogénesis, osteoconducción y osteointegración, es decir, que tiene las características necesarias para la regeneración de las células óseas.
Agregó que la cáscara de arroz calcinada permite obtener silicio y compuestos como el calcio, el sodio y el pentóxido de fósforo, que están dentro de la composición de los biovidrios.