Arranca era ciclista en Guadalajara
Al activismo ciclista de la ciudad de Guadalajara le tomó siete años llegar hasta aquí: la implementación de un programa de bicicletas públicas respaldado por una inversión gubernamental que supera los 161 millones de pesos, un hito en su aún breve historia.
El potencial de la estrategia del programa “Mi Bici” causa expectación, y puede hacer que la ciudad avance hacia una movilidad más sustentable, menos dependiente del automóvil, y a transformar su cultura vial para que sea más incluyente y respetuosa con el otro.
Luis Herrerahttp://youtu.be/s4G5ltC4J1U http://youtu.be/qNtbrCnGe0A http://youtu.be/NP0zuaUtoeY
Al activismo ciclista de la ciudad de Guadalajara le tomó siete años llegar hasta aquí: la implementación de un programa de bicicletas públicas respaldado por una inversión gubernamental que supera los 161 millones de pesos, un hito en su aún breve historia.
El potencial de la estrategia del programa “Mi Bici” causa expectación, y puede hacer que la ciudad avance hacia una movilidad más sustentable, menos dependiente del automóvil, y a transformar su cultura vial para que sea más incluyente y respetuosa con el otro.
Los pasos de ese movimiento fueron consistentes desde 2007, cuando nació con la oposición de ciudadanos hacia un viaducto sin cruces peatonales que las autoridades locales instauraron sobre la Avenida López Mateos.
El descontento civil de ese acontecimiento creció hasta colocar el uso de la bicicleta como medio de transporte dentro de la agenda pública, después en el discurso de gobernantes y, por fin, en el presupuesto.
La manera en que se gesta “Mi Bici” resulta interesante. La administración del gobernador priista Jorge Aristóteles Sandoval Díaz sumó a sus filas a uno de los rostros más reconocidos del impulso ciclista y críticos del ámbito estatal: Felipe Reyes. Lo nombró director de Movilidad no Motorizada y puso el proyecto en sus manos.
Reyes, quien vendió su auto hace cinco años para desplazarse solo en su bicicleta, se muestra convencido del efecto cascada que traerá “Mi Bici”.
“Lo que en realidad importa es que las cosas empiecen a pasar y que este arranque de que las cosas pasan, genere que sea una rueda que no se pueda detener y esto siga pasando.
“Gobierne el partido que gobierne y pase lo que pase; que la política en materia de bicicletas -no solo de movilidad no motorizada- ya no se pueda detener”, dice Reyes.
El programa estará en un polígono de 723 hectáreas en el centro de la ciudad y para ser parte de él se podrá adquirir una membresía anual de 365 pesos.
Por esa cantidad el usuario podrá adquirir en préstamo una bici por lapsos de media hora para desplazarse. Y al llegar a su destino, dejará el vehículo en un ciclopuerto perteneciente a “Mi Bici”.
Los datos oficiales indican que el programa aportará 13 mil viajes más a los 212 mil que cada día se hacen en bicicleta, de acuerdo a cifras de censos anteriores, que pudieran rondar ya los 300 mil.
Nuevas reglas del juego
“Mi Bici” no está exento de críticas. El regidor de Movimiento Ciudadano en Guadalajara, Salvador Caro, pone en tela de juicio la imparcialidad en los contratos del programa.
Lo llama “Mi bisni”, en referencia a bussines (negocio en inglés), pero no hay otra acción gubernamental con aura tan ciudadana.
El polígono trazado será acompañado de nuevas reglas del juego que tendrán que aprenderlas peatones, ciclistas, operarios del transporte público y automovilistas.
Signos nuevos cubren ya algunas calles: ciclovías, triángulos que marcan preferencia ciclista y el derecho de éste a circular en el centro de un carril, cajas verdes que privilegian su arranque.
El impacto cultural será alto, algo similar a lo sucedido con la aplicación sistemática del alcoholímetro.
“Al incrementar la cantidad de viajes ciclistas lo que va a suceder es que vas a incrementar los niveles de seguridad, porque la misma presencia ciclista va a reducir el tráfico vehicular. Van a mejorar en automático las condiciones de la zona”, dice Reyes.
Para ello, abunda, se alista una reforma al Reglamento de Movilidad que hará obligatorio el respeto a las nuevas reglas, incluso fuera del polígono.
“El ciclista tiene que circular en el centro del carril derecho, el automovilista está obligado a respetar el tránsito ciclista en el carril derecho de todas las avenidas y calles de la ciudad, y para rebasarlo tiene que dejar 1.5 metros de espacio, de manera que obliga al automovilista, para generar un rebase, a hacer un cambio de carril.
“Nada le va a generar más seguridad al ciclista que este proceso reglamentario”, confía Reyes.
“Mi Bici” debió iniciar el 1 de noviembre y es probable que arranque el 25 de este mes.
Piden mayor seguridad para mujeres ciclistas
Entre las organizaciones impulsoras de la bici como medio de transporte, Femibici tiene un abordaje particular: su visión parte de una perspectiva de género.
No es casual que en la ciudad se vea a más hombres que mujeres en bicicleta; si para los primeros no es cosa fácil, las segundas se enfrentan a un factor desconocido para los varones: el acoso callejero y, en esencia, una sensación más profunda de inseguridad.
El diseño de “Mi Bici” convence a Mariel Rivera, del movimiento Femibici, pero enfatiza la necesidad de intensificar las campañas de cultura vial y respeto a las mujeres, y de aumentar la seguridad para las y los usuarios del medio.
“Que también se haga una campaña de cultura vial a nivel metropolitano. Yo sí le metería más a que sepamos compartir las calles y que las y los ciclistas se sientan que tienen todo el derecho a circular por las mismas vías.
“Los casos de acoso callejero, la seguridad en las noches como mujer muchas veces te sientes muchísima más insegura, y no es que te sientas, es que realmente es más inseguro andar por las calles; estamos todo el tiempo gritando que hay mucho acoso callejero, no me siento segura en la calle, ya basta”, denuncia Rivera.
Si la participación de mujeres y hombres en el programa se da por igual, añade, quiere decir que de verdad garantiza seguridad, de no ser así, debe replantearse.
“Hay que estar checando qué está faltando para que las mujeres también se animen”, exhortó.
Y hace un cuestionamiento básico: ¿es “Mi Bici” una alternativa de transporte sólo para jóvenes con un perfil socioeconómico muy específico, o está dirigido a todos, como un camión cualquiera?
“Mucho puede tener que ver con publicidad. Me gustaría que se pongan mujeres y hombres por igual, y de todas las diversidades posibles; que de verdad se apele a toda la ciudadanía, no nada más al perfil de gente que vive por la avenida Chapultepec.
“Siempre se pone en la bici a una chava muy guapa, se usa como publicidad para que más hombres se suban a la bicicleta, ya no queremos que se use a la mujer como objeto.
“Sí es importante que señoras, mujeres adultas y grandes, de todas las edades, que usan mucho el camión o caminan largas distancias se animen a subirse a la bici, queremos que las bicicletas las usen todos, son públicas, son para toda la ciudadanía”, concluye Rivera.
Una bici política
El miércoles pasado renunció Ricardo Villanueva Lomelí como titular de la Secretaría de Planeación, Administración y Finanzas (Sepaf), un aspirante a la alcaldía de Guadalajara que en días recientes fue muy cuestionado por promocionar su imagen con “Mi Bici”.
Lo mejor para el programa, dice Mariel Rivera, del movimiento Femibici, es que sea ajeno a intereses electorales. Y aunque “Mi Bici” no esté del todo alejado del halo político, la activista percibe un cambio.
“Debería quedar totalmente separado, (pero) me da gusto que en lugar de usar un nodo vial se use la bici pública para hacerse promoción, quiere decir que hemos avanzado verdaderamente”.
La fuerza del movimiento logró, incluso, volver políticamente incorrecta la oposición a la causa ciclista.
“Cualquier político que se lance en contra de un sistema de bici pública, de educación vial o de infraestructura para la bici, corre el riesgo de ser vilipendiado por la misma sociedad”, advierte Reyes.
Listos para rodar
> La empresa Public Bike System Company (Bixi) ganó la adjudicación de la licitación internacional para dotar de bicicletas al programa “Mi Bici”.
> Son mil 276 bicicletas, más estaciones y aditamentos por 5 millones 585 mil 247 dólares canadienses, disponibles dentro del programa, lo que representa un costo total de 67 millones de pesos.
> La firma quebró en enero pasado, pero antes, en el contrato 665/13 del 19 de diciembre del 2013, su representante, Michel Philibert, plasmó que tiene la “capacidad legal, financiera, técnica y productiva necesaria para dar cumplimiento” al acuerdo con las autoridades locales.
Operación
> Se adjudicó a la compañía local BKT la operación del programa. La firma ganó la licitación 11/2014 por 93 millones 618 mil 981 pesos. La operación se fijó a partir del 1 de noviembre pasado al 30 de noviembre del 2018, en Guadalajara; y del 1 de mayo de 2015 al 30 de noviembre de 2018, en Zapopan.
Socialización
> La socialización de “Mi Bici” fue adjudicada a Eduardo Peregrina, de Cuadra Urbanismo, por 544 mil 40 pesos. Se invitó a más proveedores: Avah Legal Gdl; BKT y Marco Antonio Parra, pero sólo cotizaron el ganador y BKT con 670 mil 480 pesos.