Áreas Naturales Protegidas en Nuevo León, sin voluntad política para protegerlas

Nuevo León podría estar viviendo la peor crisis ambiental de su historia debido a la falta de agua, contaminación del aire y las oleadas de calor consecuencia del cambio climático, sin embargo, los gobiernos no consideran al medio ambiente como una prioridad dentro de sus planes, como muestra son los riesgos y descuidos que enfrentan las Áreas Naturales Protegidas (ANPs) del estado.

La entidad cuenta con 43 Áreas Naturales Protegidas, de las cuales, 12 de ellas se ubican en la Zona Metropolitana de Monterrey; las cuales enfrentan un nivel de desatención por parte de las autoridades de los tres órdenes de gobierno, principalmente, por la falta de recursos.

Aún con la crisis ambiental que Nuevo León enfrenta, el Gobierno del estado destina apenas 46 centavos por cada 100 pesos del presupuesto al medio ambiente, explicó César Cantú, investigador de la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL).

Detalló que son 647 millones 984 mil 599 pesos los que la administración estatal asignó en 2023 para la Secretaría de Medio Ambiente, apenas el 0.49 por ciento del monto total.

Puso como ejemplo el Cerro de la Silla, Área Natural Protegida de jurisdicción estatal, como una de las zonas que enfrentan complicaciones para su cuidado.

“El Cerro de la Silla recibe a más de mil personas por día, y son solo dos personas las que atienden el área”, comentó.

Detalló que, en el caso del Parque Cumbres Monterrey, cuya dimensión es de 170 mil hectáreas, y su función ambiental es vital para la población de Nuevo León, tiene comprometido el 10 por ciento de este territorio, debido a que los propietarios de predios en esta zona consiguieron un amparo con el fin de urbanizar.

“Entonces ellos quieren urbanizar el área, pero hay un conflicto legal que lo impide, porque es un área de interés público. El Parque Cumbres aporta el 60 por ciento de agua de la ciudad, entonces, urbanizar implica reducir la captación de agua”, dijo.

Agregó que la propuesta del gobernador Samuel García, de construir un parque urbano en la zona de Valle de Reyes es el principio de la urbanización; lo que pondría en riesgo a la zona protegida.

Protección ‘de papel’

Las declaratorias de zonas naturales protegidas en Nuevo León, para Aristeo Benavides, activista que lucha contra la deforestación en la zona de la Sierra de Picachos en los municipios de Cerralvo y Doctor González, se quedan solo en el papel.

“La de Picachos, su plan de manejo no responsabiliza a los municipios; y también el Estado no dice nada en que haya algo de dinero para las zonas protegidas; entonces, no hay quien proteja, es un área protegida de papel, nada más”, dijo.

Detalló que en la zona de la Sierra Picachos hay seis cuencas hidrológicas que deberían ser protegidas por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), algo que no sucede.

Benavides relató que ha denunciado en múltiples ocasiones la tala de árboles en la zona, incluso ha presentado en el Congreso local peticiones de protección del área, y hasta ahora no ha sucedido.

Dijo que en ocasiones los taladores pasan frente al Palacio Municipal de Cerralvo, pero el presidente municipal, Baltazar Martínez de Movimiento Ciudadano, justifica la tala al señalar que éste es el sustento de las personas.

Jurisdicción municipal

Por su parte, Antonio Hernández, activista ambiental, explicó que una buena parte de las actividades que afectan a las zonas protegidas son de responsabilidad municipal, motivo por el cual se recomienda que aclaren las atribuciones de cada jurisdicción.

“Si hay basura, les toca a los municipios. Si la hay nuevamente tiene un problema de invasión de río por desarrollo urbano, desde la mirada de este tema le toca al municipio.

“Por eso es importante que los municipios hagan efectiva esta atribución, porque tendrían la responsabilidad de cuidar espacios naturales relevantes”, dijo.