Arcos del milenio, bautismo de sangre

Francisco Daniel Yeme, “El Pacorro”, autor intelectual de la matanza que cimbró a Guadalajara en noviembre de 2011 cuando 26 cuerpos fueron abandonados en los Arcos del Milenio, recibió una condena de solo 12 años y seis meses de prisión pese a que se le liga con 80 homicidios
Luis Herrera Luis Herrera Publicado el
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El jefe de sicarios al que las autoridades reconocen como el autor intelectual de la matanza de los Arcos del Milenio de 2011, que conmocionó en su momento a la ciudad de Guadalajara, recibió una condena de solo 12 años y seis meses de prisión, por lo que una vez que la purgue volverá a las calles con 43 años de edad cumplidos.

El 3 de marzo pasado la Fiscalía General de la República dio a conocer que había logrado una sentencia condenatoria contra Francisco Daniel Yeme Gómez, alias “El Pacorro”, a quien se le atribuye ser el cerebro que planeó y operó el asesinato de las 26 personas cuyos cadáveres fueron abandonados el 24 de noviembre de 2011 en el monumento de los Arcos del Milenio.

La dependencia federal aseveró que “El Pacorro” “deberá cumplir una pena de 12 años seis meses de prisión y pagar una multa de 192 mil 526 pesos con 56 centavos”, pues fue encontrado culpable “de la comisión de los delitos de delincuencia organizada, contra la salud en su modalidad de posesión de marihuana con fines de comercio y violación a la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, en su modalidad de posesión de cartuchos y portación de armas de fuego de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas”.

La matanza de los Arcos del Milenio en Guadalajara en 2011 se consideró una venganza perpetrada por Los Zetas, en alianza con La Resistencia, en contra del Cártel Jalisco Nueva Generación

En realidad, y según lo expuso en su momento la Procuraduría General de Justicia de Jalisco (hoy Fiscalía), “El Pacorro” habría estado involucrado en alrededor de 80 homicidios en el estado, pues además de su participación en la matanza de los Arcos del Milenio, se le relacionaba con la ejecución de otras 50 personas.

Sin embargo, cuando Yeme Gómez fue aprehendido por las autoridades en el 2012 era un joven de apenas 23 años de edad, por lo que aun cumpliendo la condena que le ha sido impuesta por sus actividades delictivas, y pese al historial criminal que carga consigo, recobrará la libertad en algunos años habiendo entrado apenas a sus 40.

La matanza de los Arcos del Milenio significó en los hechos un bautismo de sangre para los tapatíos y en general para los jaliscienses: fue ahí cuando se levantó el telón que dejaba al descubierto la guerra contra el narcotráfico en toda su crudeza y la carnicería humana que los cárteles habían desatado para hacerse del control de este estado.

Pese a la corta edad que tenía cuando fue detenido por las autoridades, “El Pacorro” fue identificado como el jefe de una célula de sicarios del grupo delictivo La Resistencia, una derivación del Cártel del Milenio, y el cual operaba en el estado de Jalisco en alianza con Los Zetas.

La venganza, móvil de Arcos del Milenio

La matanza de los Arcos del Milenio en Guadalajara en 2011 se consideró una venganza perpetrada por Los Zetas, en alianza con La Resistencia, en contra del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que unos meses antes había lanzado un ataque similar en el estado de Veracruz.

El 20 de septiembre de 2011 fueron abandonados en una de las vías de Boca del Río 35 cadáveres que, según se informó entonces, eran integrantes de Los Zetas que fueron asesinados por el CJNG, el cual en ese momento operaba como un brazo ejecutor del Cártel de Sinaloa.

Lo cierto es que esa pugna entre Los Zetas y La Resistencia, por un lado, y el CJNG, por otro, no hizo más que envolver a Jalisco en una espiral de violencia que tuvo en la matanza de los Arcos del Milenio uno de sus episodios más oscuros; sin embargo, al final sería el CJNG la organización delictiva que sentaría sus fuerzas en el estado.

De acuerdo con el comunicado de la Fiscalía General de la República en el que da a conocer la condena impuesta a Yeme Gómez, alias “El Pacorro”, otros dos de sus cómplices en La Resistencia fueron igualmente sentenciados por los mismos delitos que él, aunque con penas mucho más severas.

“Francisco “R” deberá cumplir una de pena de 39 años un mes de prisión y pagar una multa de 223 mil 217 pesos con 56 centavos; en tanto que a Jesús “G” se le dictó una condena de 40 años cinco meses de prisión y una multa de 234 mil 380 pesos con 16 centavos”.

Fue la Policía de Guadalajara la que en su momento logró la aprehensión de “El Pacorro” y los otros dos miembros de La Resistencia, dice la Fiscalía de la nación.

“De acuerdo con la causa penal, elementos de la Comisaría de Seguridad Pública de Guadalajara, al realizar patrullajes en las inmediaciones de la colonia Jardines del Bosque (…) avistaron a estas personas en un vehículo con armas de fuego. Por tal motivo, los policías municipales procedieron a su detención, lo cual provocó un enfrentamiento que dejó como resultado el fallecimiento de un elemento policiaco y dos civiles”.

La Fiscalía General de la República “pudo constatar que estos hombres pertenecían a un grupo delictivo que operaba en la entidad”.

Las sentencias condenatorias fueron impuestas por el Juzgado Cuarto de Distrito de Procesos Penales Federales, en casos llevados por la Subprocuraduría de Control Regional, Procedimientos Penales y Amparo.

“El Pacorro” y la célula delictiva que encabezaba formaron parte del ataque al centro nocturno Butter Club, donde 6 personas fueron asesinadas y 37 resultaron lesionadas

Butter Club

A “El Pacorro” y la célula delictiva que encabezaba también se les involucra en el ataque registrado en el centro nocturno Butter Club, ubicado en la ciudad de Guadalajara, y donde el 12 de febrero de 2011 fueron asesinadas seis personas que se hallaban en el lugar.

Aquella madrugada el Butter Club recibió una ráfaga de disparos de un comando armado, que también lanzó una granada, por lo que además de los seis muertos el saldo incluyó a 37 personas que terminaron con lesiones, lo que lo vuelve uno de los peores atentados que se han cometido en giros comerciales de la ciudad.

Inicialmente el Gobierno de Jalisco, que entonces estaba en manos del gobernador Emilio González Márquez, se negó a considerar ese hecho como resultado de las actividades que la delincuencia organizada estaba desplegando en el estado, por lo que se le llegó a describir como una “riña entre particulares”.

Quien fuera el procurador del Estado, Tomás Coronado Olmos, declaró con respecto a ese ataque que “hubo un incidente y que en relación a ese hubo una reacción de unas personas que amenazaron cuando se retiraron y posteriormente regresaron a cometer dichos actos”.

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