El auge de restaurantes, bares y departamentos cotizados en dólares ubican a la Roma como uno de las zonas más caras para vivir en la capital
El proyecto arquitectónico se ha preocupado por darle cuidados y atención que promueven su conservación (de vegetación) bajo las normas y reglamentos oficiales de salvaguarda que indica el Gobierno federal y el del Estado de México”
El conflicto vecinos-autoridades por el proyecto del Cetram Chapultepec aún no se resuelve, y las inmobiliarias ya añaden un nuevo capítulo al promover un nuevo mega desarrollo en pleno corazón de la colonia Roma.
Se trata de un edificio de 18 niveles con hotel, oficinas, restaurantes y otros locales comerciales.
El proyecto, denominado Insurgentes Obregón 262, se anuncia con la promesa a sus futuros clientes de disfrutar con la cercanía de los lugares más chic que tendrá como puerta de bienvenida la avenida Álvaro Obregón, “principal boulevar parisino, ecléctivo y neurálgico de la colonia Roma, que a través de los años se ha convertido en uno de los barrios cosmopolitas de la Ciudad de México”, dice su publicidad.
Y en efecto lo es. La proliferación de restaurantes, bares y cientos de departamentos cotizados en dólares ubican a la Roma como una de las zonas más caras para vivir en la capital.
“Sobre uno de los principales corredores corporativos, comerciales y culturales de la Ciudad de México, se levanta Insurgentes Obregón 262, el nuevo ícono vertical de la gran presencia arquitectónica y sustentabilidad urbana”.
ZKC es el Fondo de Inversión Inmobiliario enfocado en la adquisición y renta de activos comerciales y de usos mixtos que promueve este proyecto, que se prevé contará con 18 niveles de altura para un sofisticado hotel business class, área de retail y oficinas en un punto estratégico de la capital.
La parte del hotel, detalla, contará con 106 habitaciones, con un sky lobby en el piso.
Mientras que en el área comercial habrá una plaza rodeada de comercios que contemplan
restaurantes, bancos, tiendas de conveniencia, boutiques y áreas de esparcimiento.
Compromiso ambiental
Justo en la Roma, donde se proyecta este gran complejo, viven algunos de los grupos vecinales más organizados y que tienen como causa común la lucha contra las violaciones al desarrollo urbano, los privilegios a las inmobiliarias y los mega desarrollos, como el Frente Ciudadano Salvemos La Ciudad y los propios comités ciudadanos de la zona.
Mientras los vecinos ya piden datos detallados, en la página de Internet en la que se promueve el proyecto se refiere operar bajo el registro del programa Edificación Verde con número 1000067343 y criterios de sustentabilidad de acuerdo a la Certificación Leed Gold.
“Se desarrolla con el mayor compromiso ambiental al establecer un alto grado de eficiencia y ahorro de recursos, con el objetivo de crear un agradable entorno”, dice el desplegado.
Respecto a la vegetación, los desarrolladores aceptan la existencia de un añejo ahuehuete y de un fresno dentro del predio de Insurgentes Obregón 262.
De ahí que ambas especies catalogadas como monumentos urbanos y protegidas a nivel federal fueron cuidadosamente integradas al diseño del proyecto para convertirse en el centro principal del patio que recibirá a los usuarios y visitantes del edificio.
“Es por ello que el proyecto arquitectónico se ha preocupado por darle cuidados y atención que promueven su conservación bajo las normas y reglamentos oficiales de salvaguarda que indica el Gobierno federal y el del Estado de México”, puntualizan.
Comienza lucha vecinal
Preocupados por la promoción de este proyecto en plena avenida Álvaro Obregón, ya se organizan para dar la batalla y obligar a que las autoridades de la Ciudad de México y delegacionales informen qué permisos o licencias han otorgado a la constructora para el levantamiento de este mega complejo en la zona.
El principal argumento para exigir se transparenten los permisos es que las casonas que rodean el predio en el que se erigirá el edificio de oficinas corporativas, (cabeza de manzana pues abarca dos esquinas), están catalogadas como patrimonio por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y presuntamente se vendieron algunas de estas para sumarlas al proyecto comercial.
Édgar Avilés, del grupo Frente Ciudadano Salvemos la Ciudad, explicó que reclaman a la
Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial (PAOT) de la Ciudad de México que se involucre en el caso para que se aclare la suerte que correrán los milenarios ahuehuetes que se localizan en el predio señalado para la construcción de la gran torre de oficinas.
El activismo vecinal de esta zona es referencia en toda la Ciudad de México luego de que en diciembre de 2015 la unión de colonos exigió a las autoridades realizar una consulta vecinal para preguntar si querían o no la construcción del Corredor Cultural Chapultepec, proyecto que fue desechado por la oposición de los ciudadanos de la Roma, Juárez y Condesa.
La lucha vecinal que comienza contra este desarrollo ocurrirá en medio de la solicitud de plebiscito a la obra del Cetram Chapultepec que hicieron los vecinos del Frente Común Salvemos la Ciudad.
La postura vecinal en esta megaobra, que incluye la oposición del partido Morena, tiene que ver con el rechazo al edificio de más de 42 pisos que se pretende construir junto al Centro de Transferencia Modal de Chapultepec.
Es decir, dan su aprobación a las mejoras en el paradero de Chapultepec, pero no al mega edificio que se sumará a otras estructuras colosales de Reforma.
