El Congreso local aprobó la Reforma Política en Nuevo León en medio de un escándalo generado por simpatizantes de las minorías partidistas.
Los militantes protestaron en contra del incremento del porcentaje de representación proporcional.
Mientras los diputados se preparaban para votar los dictámenes constitucional y de reglamentación secundaria, pactados entre las bancadas del PRI y del PAN, afuera del recinto un grupo de manifestantes se congregó para entrar a la fuerza al Pleno.
Pese a las acciones de Fuerza Civil para contener a la turba, los elementos tuvieron que cercar la entrada y colocar vallas para evitar que alrededor de 400 personas ingresaran a la sesión extraordinaria, programada a las 17:00 horas de ayer.
Los diputados del PT, Guadalupe Rodríguez, Eduardo Arguijo, del PRD, y José Isabel Meza, Juan Antonio Rodríguez y Dolores Leal, de Nueva Alianza, entraron al Congreso acompañados de los manifestantes.
Pero los efectivos de la corporación trataron de impedir el ingreso de los simpatizantes y eso ocasionó que rompieran ventanas, se confrontaran con los elementos de seguridad interna y tumbaran las cercas para abrir a la fuerza las puertas del recinto.
Los elementos finalmente replegaron al grupo y atrincheraron el interior del recinto con casilleros, sillas y mesas plegables, que evitaron la entrada de la turba.
Tras disiparse los ánimos, los legisladores de los partidos minoritarios, junto con la bancada Independiente, advirtieron que la votación era ilegal y que impugnarán el proceso legislativo que avaló los dictámenes.
Al lugar acudió el comisario de Fuerza Civil, Felipe de Jesús Gallo, quien confirmó que dos personas resultaron heridas por los vidrios de las ventanas y que la seguridad fue requerida por el Oficial Mayor del Congreso, Baltazar Martínez.
Adentro, la Reforma Política y la nueva Ley Electoral del Estado fueron aprobadas luego de un acuerdo pactado entre las bancadas del PRI y del PAN, con la ausencia de las minorías inconformes en el Pleno.
Las negociaciones se destrabaron luego de que el tricolor aceptó la propuesta del albiazul, de establecer que para la primera y segunda curul de representación proporcional se requerirá un 3 por ciento de la votación total emitida.
El consenso entre ambos grupos legislativos también incluyó elevar a esta misma cifra el porcentaje requerido para obtener regidurías de representación.
En cambio, el PAN cedió en los otros tres temas que mantenían detenida a la reforma: candidaturas comunes, el método de repartición para la transferencia de votos en coaliciones y el aumento de tres a cinco magistrados electorales en la entidad.
El pacto político entre las dos bancadas se dio después de intensas negociaciones entre estas fracciones que tienen la mayoría en el Congreso, pero ocasionó que las minorías reprobaran su actuación en la recta final del proceso.
El blanquiazul se ausentó en los dos últimos periodos extraordinarios, que hace una semana se llevaron a cabo y, con ello, impidió que la reforma fuera aprobada.
En aquel momento, las bancadas del PRI, Nueva Alianza, PRD, PT e Independiente, consiguieron 24 votos, pero necesitaban de cuatro sufragios más de Acción Nacional para avalar las modificaciones.
A pesar de que el pasado 30 de junio concluía el plazo fatal para aprobar los dictámenes, el Instituto Nacional Electoral anunció que la Legislatura tenía una prórroga para extender las negociaciones, que termina este miércoles 9 de julio.
Hasta el día de hoy los diputados pueden publicar en el Periódico Oficial del Estado la homologación a la legislación federal y la reglamentación secundaria en la materia, de lo contrario, la promulgación no surtirá efectos jurídicos.
