Armados con equipo tecnológico para medir emisiones contaminantes, personal de la Secretaría de Medio Ambiente comenzó este jueves dos programas orientados a disminuir la concentración de carbono en la Zona Metropolitana de Monterrey, uno de ellos centrado en la verificación vehicular, y otro en la vigilancia al transporte pesado o público que contamina ostensiblemente.
Los trabajadores estatales se instalaron en la avenida Cuauhtémoc, en Santa Catarina, donde realizaron verificaciones a los vehículos que pasaban por la zona; esto provocó la inconformidad de algunos automovilistas, quienes argumentaron que la medida, irónicamente, genera tráfico y contaminación.
“Quieren combatir la contaminación generando tráfico; eso provoca más contaminación, el tener los carros parados y con el motor encendido. Eso que hacen no sirve, dudo que detecte algo, mejor que no estorben”, expresó Julio Guillén, un conductor que pasaba por el lugar.
Las quejas se centraron en que el filtro fue instalado en una vía de alta circulación, provocando que, de tres carriles disponibles, los automovilistas solo puedan hacer uso de uno.
“¡Que mejor verifiquen a las pedreras!”, gritó un conductor al pasar por el área de verificación, refiriéndose a las empresas altamente contaminantes que operan en Santa Catarina.
Así son los operativos
Durante las maniobras, se instaló equipo para verificar que los vehículos, principalmente camiones de pasajeros o de carga, no contaminaran de manera ostensible.
Metros más adelante se colocó un punto de medición de emisiones vehiculares, con equipo de sensores y cámaras diseñados para medir la contaminación de los automóviles que pasan.
El equipo detecta tanto la emisión dañina como el número de placas del conductor, información que posteriormente se dará a conocer de forma pública en la página de Internet del Gobierno de Nuevo León.
Automovilistas reportaron que ya son varias las ocasiones que este tipo de operativos se aplican en Santa Catarina, uno de los municipios que más sufren los estragos de la contaminación debido a la cercanía con las pedreras que la administración estatal no ha podido regular.