El Senado aprobó que las estaciones de televisión públicas y privadas —de baja potencia— puedan continuar sus transmisiones sin dar el salto a la transición digital, aplazando así el apagón analógico… a medias.
En la reforma de Telecomunicaciones, el Congreso aprobó que a más tardar el 31 de diciembre de 2015 todas las estaciones de televisión debían cumplir con la Transición Digital Terrestre (TDT) y volver digitales sus transmisiones.
Sin embargo, una reforma a los artículos transitorios de la ley secundaria, impulsada por el panista Roberto Gil Zuarth, dará el aplazamiento de un año para que las estaciones públicas y las de baja potencia transiten a la transmisión digital.
Además, no se aplicará multa alguna a las estaciones de este tipo que no realicen la transición en la fecha establecida por la Constitución.
Este aplazamiento del apagón analógico aplicará para estaciones de televisión con una potencia menos a un kilowatt en canales VHF y 10 kilowatts para canales UHF.
Javier Lozano, senador por el PAN y presidente de la Comisión de Comunicaciones y Transportes, afirmó que con este aplazamiento se beneficia a los medios públicos.
“Esto es lo que contiene el dictamen (…) es a lo único que se refiere: medios públicos que no pudieron hacer la migración la transición digital, estaciones complementarias o baja potencia que podrán seguir operando como tal”, comentó Lozano.
En contraste, la senadora perredista Dolores Padierna, acusó que la medida beneficiará a las grandes televisoras porque la mayoría de las estaciones de baja potencia pertenece a una de las dos empresas.
“En México existen un total de 717 señales principales de televisión, más 907 señales llamadas complementarias, a las que la iniciativa del senador se refiere como ‘de baja potencia’.
“Del total de las estaciones complementarias, 846 son concesiones que pertenecen a Televisa y otras a TV Azteca (…) y solo 61 estaciones son permisionarias de medios públicos. ¿A quién beneficia esta iniciativa, a los públicos o al duopolio?”, cuestionó Padierna.
La reforma fue enviada a la Cámara de Diputados, que deberá ratificar la decisión de los senadores.