Aplazan concurso mercantil
El concurso mercantil que podría salvar de la quiebra a la contratista de Pemex Oceanografía entró en una nueva etapa.
Unos días después de que le fue negado un amparo al dueño de la naviera, contratista de Pemex, Amado Yáñez, en el juicio penal en su contra por delitos financieros, los principales acreedores de la empresa solicitaron un aplazamiento de la conciliación para el concurso mercantil decretado en julio del año pasado.
Peniley RamírezEl concurso mercantil que podría salvar de la quiebra a la contratista de Pemex Oceanografía entró en una nueva etapa.
Unos días después de que le fue negado un amparo al dueño de la naviera, contratista de Pemex, Amado Yáñez, en el juicio penal en su contra por delitos financieros, los principales acreedores de la empresa solicitaron un aplazamiento de la conciliación para el concurso mercantil decretado en julio del año pasado.
Una fuente cercana a las negociaciones confirmó a Reporte Indigo que el 6 de febrero los acreedores, que poseen el 53 por ciento del monto de la deuda, solicitaron al juez Felipe Consuelo Soto que aplazara el periodo de 90 días que se había dado inicialmente para que se conciliaran las partes, el cual vencía el próximo 15 de febrero.
Este martes 10, el aplazamiento fue concedido por el juez mercantil, bajo el criterio de que “Oceanografía tiene viabilidad para salir adelante”, según relató a este diario la fuente que ha participado en el proceso, quien solicitó anonimato.
La crítica entre los acreedores se ha centrado en el conciliador nombrado por el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE) José Antonio de Anda Turati, quien planteó en diciembre que se considerara como deuda de largo plazo únicamente el uno por ciento de los pasivos.
Los acreedores calificaron este proyecto de convenio como “limitado”.
Problemas con el conciliador
Durante el proceso de conciliación, no es la primera vez que los acreedores se han presentado en contra de la actuación del conciliador.
La primera diferencia surgió en octubre del año pasado, poco antes de que se cayera la negociación con la familia de Miguel Alemán Velasco, quienes habían anunciado su intención de comprar Oceanografía y finalmente dieron marcha atrás en el posible negocio.
En ese momento, los Alemán alegaron que el motivo principal para haberse desistido de la compra fue el monto de los adeudos había resultado más alto de lo que consideraron en principio.
Los acreedores consideraron que De Anda Turati había aumentado la deuda con Banamex a un monto mayor de lo que el banco había logrado comprobar, con lo cual se incrementó sustancialmente la inversión que la familia dueña de la aerolínea Interjet debía hacer para quedarse con la empresa.
“El acuerdo previo estaba esperando que se avalara con los tenedores de bonos y que Pemex renovara los contratos (a Oceanografía), aún faltaba mucho por concretar.
“Pemex no dijo sí ni no. El proceso había sido muy transparente, ahora (los Alemán) valoraron que ya no”, afirmó a este diario otra fuente que participó en dichas negociaciones.
El administrador incómodo
El proceso ha traído, además, la participación de Luis Alfonso Maza Urueta, nombrado como administrador por el SAE, quien ha cobrado un sueldo mensual de 619 mil pesos, según recibos de honorarios que suscribió de manera personal con una dirección fiscal en un departamento de la Ciudad de México.
Desde la segunda quincena de marzo del año pasado, se ve en estos documentos, Maza Urueta firmó estos recibos como el síndico-administrador propuesto por el SAE.
La fuente cercana a la defensa del empresario aseguró que los acreedores no congenian con este administrador y tienen “plena confianza” en Yáñez.
Si bien ninguno de los principales acreedores ha aceptado hablar sobre el caso con la prensa, su aceptación de Yáñez quedó implícita en el hecho de que el empresario participó personalmente en la parte inicial del proceso de conciliación, antes de ser apresado el 20 de octubre pasado y consignado al reclusorio sur de la Ciudad de México.
En los comunicados de prensa que ha liberado el poder judicial respecto al caso, nunca han dejado en claro el delito por el cual se le acusa, aunque se presume que se trata del fraude por 400 millones de dólares del que se declaró objeto Banamex, la filial mexicana del conglomerado estadounidense Citibank.
La fuente enterada del caso aseguró a este diario que en el aplazamiento del concurso mercantil se hace una “importante reprenda” al conciliador De Anda Turati.
Una de las principales afectaciones a la compañía de este conciliador, de acuerdo con la fuente, ha sido la falta de conocimiento técnico de los temas de contratos navieros.