El gobierno del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, apostará por la diversificación de socios comerciales para exportar en mayor cantidad a otros países y no centrarse principalmente en Estados Unidos, señaló Marcelo Ebrard, propuesto como próximo canciller.
Tras una reunión de embajadores de varios países de Asia con López Obrador, Ebrard señaló que expresaron su interés en algunos proyectos del nuevo gobierno, y está en el ánimo de estas naciones también establecer lazos comerciales más fuertes con México.
En el caso de México, expuso Ebrard, la diversificación debe tomar mayor relevancia por la postura de Estados Unidos bajo el mandato del presidente Donald Trump.
“Estados Unido tiene una postura proteccionista, eso para nadie es un secreto. Y tanto para México como para Canadá esto va a ser siempre un problema, porque Estados Unidos es el principal mercado (…).
“¿Qué debemos hacer? Acelerar la presencia y el intercambio comercial con otros países. Eso nos compete solo a nosotros, y si no lo hacemos nosotros nadie lo va a hacer y tenemos que hacerlo. Y si alguien tiene alguna duda, que revise la experiencia del último año, que fue muy difícil. Y vamos a empezar desde el primer día, pero queremos ir adelantando”, sostuvo el futuro canciller.
A la reunión con el presidente electo mexicano acudieron los embajadores de Australia, Corea del Sur, Filipinas, Indonesia, Japón, Malasia, Nueva Zelanda, Tailandia y Vietnam.
Marcelo Ebrard señaló que presentaron a los embajadores los proyectos prioritarios que impulsará el nuevo gobierno, y expresaron su mayor interés en dos de ellos: el plan de desarrollo en el Istmo de Tehuantepec, para crear infraestructura que conecte al Océano Pacífico con el Golfo de México; y la reforestación de un millón de hectáreas.
En el caso del Istmo de Tehuantepec, explicó, les interesó por la posibilidad que se abre de transportar sus mercancías hacia la costa Este de los Estados Unidos, pues el canal de Panamá podría presentar saturación en poco tiempo.
Además, porque al dar facilidades para la instalación de fábricas y centros de producción en esa zona, los países asiáticos podrían considerar trasladar su producción a México.
En el caso de la siembra de un millón de hectáreas de árboles frutales y maderables, que López Obrador ha dicho se llevará a cabo en el sur del país, el interés de estos países no fue meramente comercial, sino ambiental.
“Nueva Zelanda es uno de los países más eficientes del mundo en actividades agropecuarias y forestales y el día de hoy ofreció participar con respaldo técnico y otros tipos de respaldos a esa iniciativa por el impacto que esto tiene en el ecosistema global.
“Es decir, no es un asunto de México, sino lo ven con mucha simpatía. Y varios de los países que vinieron dijeron que era un proyecto benéfico para el conjunto de la humanidad. Decía el embajador que le parecía quizá el programa más grande del mundo a la fecha, si se lleva a cabo en esa magnitud”, comentó.
El encuentro de este jueves es el segundo que López Obrador tiene con embajadores de diversos países. Ayer, el presidente electo se reunió con representantes de América Latina y Centroamérica.
