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La desaparición de 43 estudiantes de Ayotzinapa, ocurrida el 26 de septiembre, en Iguala, desató una crisis política y social que ayer tumbó de su silla al gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre.
El mandatario no sobrevivió a su octubre rojo y ayer fue obligado a solicitar licencia a la gubernatura.
Aguirre –expriista postulado ahora por el PRD- solicitó licencia al Congreso del Estado para separarse de su cargo y para que los diputados locales designen un gobernador interino.
Hasta ayer, Beatriz Mojica Morga – secretaria de Desarrollo Social de Guerrero- se perfilaba como el relevo más fuerte.
La exdiputada federal, quien tiene 41 años de edad y es militante del PRD, sería la responsable de concluir el periodo de Aguirre que termina en el 2015.
También se mencionó al senador perredista Sofío Ramírez Hernández como uno de los probables sucesores de Aguirre.
La renuncia del mandatario estatal ocurrió un día después de que México viviera la jornada de movilizaciones más intensa que se haya registrado para protestar por la desaparición de los 43 normalistas.
El miércoles, en más de treinta ciudades mexicanas y capitales europeas y latinoamericanas se realizaron manifestaciones para exigir a las autoridades mexicanas que regresen con vida a los estudiantes.
Se aferraba al poder
A pesar de la crisis política y social desatada por la agresión de la Policía Municipal de Iguala contra estudiantes normalistas, Ángel Aguirre se aferraba a su cargo y se negaba a dimitir.
Sin embargo, la desaparición de los estudiantes no se quedó en un asunto local ni nacional. En menos de un mes, el caso provocó repercusiones a nivel internacional, las cuales comenzaron a dañar al Gobierno Federal.
El tema escaló tanto que ayer, el Parlamento Europeo condenó la desaparición de los estudiantes y refrendó su apoyo al gobierno mexicano para el esclarecimiento de los hechos.
Así, la permanencia de Aguirre en la gubernatura de Guerrero era insostenible.
A la par de las manifestaciones en México, exigiendo su salida, el perredista comenzó a perder los apoyos políticos locales y nacionales que lo llevaron a la gubernatura de Guerrero.
Negocian salida antes de anuncio
La salida de Aguirre se definió la noche del miércoles, luego de una reunión privada que sostuvo el mandatario con el presidente del PRD, Carlos Navarrete.
Casi al mismo tiempo, miles de personas en las calles de la Ciudad de México exigían su renuncia.
Ayer en una conferencia de prensa celebrada en la Casa de Gobierno de Chilpancingo -donde no aceptó preguntas- Aguirre anunció la renuncia a su cargo.
“Para favorecer un clima político que ponga la atención y la solución en las prioridades… el día de hoy, con fundamento en el artículo 84 de nuestra Constitución Política del Estado de Guerrero, he decidido solicitar licencia al honorable Congreso del Estado.
“Será el propio honorable Congreso del Estado el que responsablemente decida a la o el guerrerense que debe de encabezar este esfuerzo en los próximos meses”, dijo.
El ahora exmandatario, aseguró que está convencido que esa es una decisión responsable para seguir sirviendo al estado y al pueblo que lo vio nacer.
Minutos después de que Aguirre anunciara su dimisión en Guerrero, en la Ciudad de México, Carlos Navarrete, dirigente nacional del PRD, confirmó que el partido le pidió que solicitara licencia a su cargo.
“El PRD ha demandado al gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, a que pida licencia al Congreso del estado”, reveló Navarrate, quien estuvo acompañado de integrantes del CEN perredista.
El líder del PRD señaló que el ahora exmandatario estará disponible para coadyuvar en las investigaciones para el esclarecimiento de los hechos de Iguala.
Navarrete solicitó a los diputados de Guerrero que designe en sustitución de Aguirre a una persona que garantice los canales de diálogo en la sociedad guerrerense.
Los favores de Aguirre
El caso Iguala y su respaldo político a Ángel Aguirre hizo ver mal al dirigente nacional Carlos Navarrete.
Hace una semana el líder perredista intentó fijar un ultimátum al mandatario guerrerense para que renunciara.
Pero el sábado, el Consejo Nacional del PRD, que preside Navarrete, respaldó políticamente a Aguirre para mantenerlo como gobernador.
El dirigente nacional del partido del sol azteca estaba casi atado de manos para exigir la salida de Aguirre.
Existen versiones extraoficiales que aseguran que el mandatario guerrerense fue uno de los principales patrocinadores de la campaña que llevó a Navarrete y a la corriente de “Los Chuchos” a la dirigencia nacional perredista.
Pero la suerte del exmandatario guerrerense estaba echada desde el martes en el Senado, cuando de manera sorpresiva el grupo parlamentario del PRI, que encabeza el priista Emilio Gamboa, exigió en tribuna su renuncia.
En esa misma sesión, se aprobó posponer el debate para declarar la desaparición de poderes en el Estado de Guerrero.
El PRI le da la espalda
Para Ángel Aguirre, tener en su contra al PRI, el partido político al que perteneció y que controla la Presidencia, era prácticamente su tumba política.
Poco a poco Aguirre comenzó a quedarse solo y sin apoyos.
El mandatario entendió el mensaje.
A Aguirre se le señala de no haber actuado en su momento contra del ahora exalcalde de Iguala, José Luis Abarca.
La PGR señaló el miércoles a Abarca y su esposa como los autores intelectuales de la desaparición de los normalistas.
La investigación que realiza la PGR apunta a una presunta vinculación entre el exedil perredista actualmente prófugo y el cártel de Los Guerreros Unidos que opera en esta entidad.
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