El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, reprendió en público al “superdelegado” federal en Jalisco, Carlos Lomelí Bolaños, durante su visita al estado de Puebla, por distraerse en pleitos de política en lugar de concentrarse en concretar el reparto de apoyos federales entre la población.
El 10 de marzo pasado, un día después de que visitara el estado de Jalisco e hiciera que tanto el “superdelegado” como el gobernador, Enrique Alfaro Ramírez, se dieran un abrazo en señal de reconciliación, el presidente López Obrador reveló que le había pedido al primero que no se distrajera en “politiquería”. Estas fueron sus palabras:
“Ayer (en Jalisco) me dice una persona con discapacidad, me partió el alma, porque entro, voy saludando y me dice: ‘Ayúdeme, mire cómo estoy’. Le digo: ‘¿Ya te censaron?’ Me dice: ‘Sí, ya me censaron, pero ¿cuándo va a llegar la ayuda?’”.
Y continuó López Obrador: “Jalé al coordinador en Jalisco, le digo, ‘ven y escucha esto. En vez de estarme diciendo de que en Jalisco, o en Puebla, o en Tabasco o en Chiapas hay pleitos y platicándome de la politiquería, en vez de eso, lo que me importa es que se termine el censo, lo que me importa es que pronto se resuelva el apoyo a la gente’”.
Lomelí Bolaños, cuyo cargo oficial es coordinador estatal de Programas para el Desarrollo en Jalisco, ha mantenido constantes diferendos con el gobernador, Alfaro Ramírez, en una relación que quedó fracturada desde que aquel dejó al partido Movimiento Ciudadano para sumarse a Morena y contender por la gubernatura este 2018, la que perdería a la postre ante el segundo.
López Obrador ya había advertido desde su visita a Jalisco el 9 de marzo, ante la presencia de su “superdelegado” y del gobernador, lo siguiente: “Ya chole, ya que se vaya por un tubo, ya chole la politiquería, la grilla. Ya me tiene hasta el copete. ¿Qué ganamos con eso? Nada. Ahora mismo va a subir Carlos Lomelí y se va a dar un abrazo con Enrique Alfaro. Todos juntos y vamos a sacar adelante a nuestro país acabando con la corrupción, se va a acabar la corrupción, se va a acabar la impunidad. Me canso ganso”.
Poco antes el presidente los había llamado a superar las diferencias y trabajar unidos:
“Tenemos que reconciliarnos, sí o no. Estamos trabajando de manera conjunta, en forma coordinada con el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro. A ver, ya no representamos a partidos, somos gobernantes. Miren, partido como su nombre lo indica, es una parte. Gobierno es todo, sí o no, o nos gusta el pleito. No, el pueblo de Jalisco es un pueblo muy responsable. Y hay que dejar a un lado los rencores, nada de odios, tenemos que reconciliarnos”.
Pese a las palabras del presidente, el conflicto entre Lomelí Bolaños y Alfaro Ramírez podría recrudecerse, ahora que es de conocimiento público que el primero habría puesto en marcha una estructura llamada Creando Lazos de Bienestar, con las siglas CLB que coinciden con las de su nombre y apellidos, y que estaría encargada de promocionar la imagen y acciones del “superdelegado” con fines políticos. En su visita a Jalisco el presidente incluso llegó a portar momentáneamente una cachucha de CLB, según lo difundieron en su cuenta de twitter: @cldebienestar.
Aquel día López Obrador les dijo a Lomelí Bolaños y el gobernador que era como ir a misa: “No se va a los templos, no se va a la iglesia y hay un momento en la ceremonia en que se dice: ‘Nos vamos a dar la paz’, sí o no. ¿Entonces no nos vamos a dar la paz? Claro que sí. Ya nada de pleito (…) ¿Cuál es nuestro partido ahora? México, Jalisco, nuestro pueblo. ¿Qué no decíamos que no se luchaba por cargos? Luchábamos por ideales, luchamos por principios, luchamos porque queremos la transformación de nuestro querido México, para eso estamos luchando”.
