El presidente señaló que en una nueva etapa de “pobreza franciscana” se bajaría aún más los gatos dentro del gobierno

AMLO propone pasar de la austeridad republicana a la “pobreza franciscana” para eliminar lujos

El presidente señaló que en una nueva etapa de “pobreza franciscana” se bajaría aún más los gatos dentro del gobierno

Aunque en su gobierno se tiene una política de austeridad, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) piensa reforzarla para pasar a la etapa de “pobreza franciscana”, “estoy pensando que le vamos a dar otra vuelta a la tuerca porque hace falta darle más al pueblo”, explicó.

Incluso dijo que ayer que planteó eliminar el horario de verano, ”muy fácil podríamos ahorrarnos lo que supuestamente se obtiene, que está mostrado que afecta, ¿cómo lo podríamos hacer? Dando el gobierno el ejemplo con la luz, los aires acondicionados, y disminuir el uso de energía, no sólo público sino personal, además se paga menos”.

En la conferencia de prensa matutina advirtió que en su gobierno no se permiten lujos como en los sexenios neoliberales que se olvidó que el funcionario público debe atender al pueblo.

Aseguró que se pueden realizar ahorros en el denominado gasto operativo.

-“¿Podemos citar que está adelantado o analizando un recorte al gasto público?”, se le cuestionó.

-“Estoy… no, analizándolo, sí, todavía no está definido, no a lo básico, es lo que tiene que ver con la justicia no tiene límite, es para darle más a la gente”, respondió.

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AMLO apuntó que “si ya estoy pensando que le vamos a dar otra vuelta a la tuerca porque hace falta darle más al pueblo y a ver si es posible pasar de la austeridad republicana a una fase superior que podría llamarse pobreza franciscana, para todos, que se acaben por completo los lujos, no puede haber gobierno rico con pueblo pobre”.

“Es que se malacostumbraron, se les olvidó de que somos servidores públicos, para qué se meten al servicio público si lo que quieren es hacer dinero o tener de más, qué participen en el sector privado o que se apliquen en negocios particulares, pero el servicio público es otro cosa, imagínense a un funcionario bajándose de un carro último modelo en una colonia popular o que en un alto se para y va un camión urbano saturado, lleno con la gente parada y el servidor público, qué no da pena, qué no se puede ser austero”, aseveró.

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