Pese a considerar este primero de diciembre un día de luto nacional, cientos de lopezobradoristas terminaron bailando y riendo al son de una cumbia morena
Andrés Manuel López Obrador solicitó la renuncia de Miguel Ángel Osorio Chong, el recién nombrado secretario de Gobernación.
Lo culpabilizó por el enfrentamiento que la madrugada de este sábado se suscitó entre estudiantes y policías federales en las inmediaciones del Palacio Legislativo de San Lázaro.
“Se tiene que castigar a los responsables… Hay jóvenes gravemente heridos y tiene que haber justicia”, exigió el tabasqueño.
El líder del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) indicó que fue innecesario usar la fuerza bruta contra los jóvenes:
“No había razón para que se utilizaran balas de gomas contra los estudiantes”.
AMLO arribó a la avenida Reforma de la Ciudad de México al filo de las 11 de la mañana. Minutos antes, en la Cámara de Diputados, Enrique Peña Nieto acababa de rendir protesta como Presidente Constitucional de México.
No fue sino hasta las 12.13 de la tarde que comenzó a hablar al pie del Ángel de la Independencia.
En el templete lo acompañaron su esposa Beatriz y sus tres hijos; la escritora Elena Poniatowska; el presidente de Morena, Martí Batres; los diputados Ricardo Monreal y Alberto Anaya; el actual secretario de Combate a la Corrupción de Morena, Bernardo Bátiz; la senadora Layda Sansores; la actriz Jesusa Rodríguez y varios líderes de Morena, entre otros asistentes.
En la apertura de su discurso indicó que el autoritarismo solo era conveniente a la mafia del poder. Por ello, refrendó que la lucha que encabeza se seguirá conduciendo por la vía pacífica, “sin caer en la trampa de la violencia”.
Dicho lo anterior, ante cientos de simpatizantes que lo escuchaban atentos bajo los rayos del sol, hizo un enérgico pronunciamiento:
“Como primera acción de defensa vamos a exigir la destitución del actual secretario de Gobernación, el señor Chong”.
El ex candidato presidencial de las izquierdas indicó que los medios ya habían empezado a manipular la información: que estaban culpabilizando a los jóvenes de la trifulca; uno de ellos –identificado con el nombre de Carlos Yahir– fue reportado en estado de gravedad.
“No se puede aceptar que ningún ciudadano sea golpeado, sea maltratado”.
Su dedo acusador fue más lejos. Señaló a Manuel Mondragón y Kalb –a quien él mismo propuso como candidato a secretario de Seguridad Pública y que ayer se incorporó oficialmente al gabinete tricolor.
“Si el señor Mondragón tiene responsabilidad en los hechos, también debe de renunciar”, afirmó.
Posteriormente, el líder de Morena reiteró que no reconoce al gobierno de EPN oor ser ilegal e ilegítimo. “Nada con Peña Nieto, nada con la mafia del poder”.
Tras estas palabras, gritos eufóricos de sus seguidores se hicieron escuchar coreando una consigna que también se leía en varias pancartas: “Fuera Peña Nieto, fuera Peña Nieto”.
López Obrador volvió a insistir en que conducirá una desobediencia civil y pacífica, pero que se manifestará activamente.
Ésta tendrá a su cargo realizar una campaña de concientización que se llevará al medio rural y las colonias populares “donde el PRI ha sentado sus reales”.
El ex candidato del Frente Progresista anunció que volverá a recorrer todos los municipios del país.
A este respecto, refrendó el planteamiento que Batres acababa de hacer: que si bien Morena será partido político, no dejará de ser un movimiento social.
“Estaremos al lado de los ciudadanos que necesiten de nuestro apoyo. Morena no será un partido palero, es un instrumento de lucha al servicio del pueblo”.
En este punto el discurso de AMLO comenzó a mutar. Se debatía entre el tono beligerante y el redentor.
Le insistió a sus seguidores tener “ánimo; nada de pesimismo”; a sumar esfuerzos en pro del beneficio de los demás.
“No nos dejemos apantallar por estos fantoches corruptos”, dijo. E inmediatamente agregó: “la razón simpre triunfa, vamos hacia adelante con optimismo”.
López Obrador concluyó diciendo que él y los seguidores de su movimiento terminarán conduciendo a México hacia un renacimiento.
Tras entonar el Himno Nacional, los aplausos y las porras a AMLO se escucharon de nuevo. Las palabras del líder moral surtieron efecto.
Pese a considerar este primero de diciembre un día de luto nacional, cientos de lopezobradoristas terminaron bailando y riendo al son de una cumbia morena.
