[kaltura-widget uiconfid=”38728022″ entryid=”1_nx2ad5p9″ responsive=”true” hoveringControls=”false” width=”100%” height=”75%” /] Ante reclamos e inconformidad de gobernadores, Andrés Manuel López Obrador tuvo que limitar el campo de acción que tendrán los coordinadores de programas sociales que enviará a cada uno de los estados y que sustituirán a los delegados federales.
En su segundo encuentro con el presidente electo, algunos de los 32 mandatarios estatales reunidos en la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) y algunos de los gobernantes electos, pidieron a López Obrador clarificar el papel que tendrán estos coordinadores y no ponerlos sobre ellos, que fueron electos por la ciudadanía.
La idea era que el recurso federal llegara directamente a los coordinadores estatales y éste directamente lo aplicara o lo entregara a los beneficiarios.
Este manejo del dinero federal incluía obras de infraestructura y recursos para cuestiones de seguridad pública, se dijo en esa reunión, hace dos semanas.
Esto provocó la inconformidad de los gobernadores, quienes vieron en esa acción una invasión a sus facultades.
Uno de los mandatarios electos que desde un inicio se pronunció en contra de esta figura fue Enrique Alfaro, gobernador electo de Jalisco, quien ayer antes de entrar a la reunión comentó que defendería la autonomía de los estados.
“Vamos a hacer valer los términos del Pacto Federal, que no haya autoridades intermedias, que como gobernadores debemos de tener relación directa con el presidente”.
“No vamos a aceptar definiciones que trastoquen el orden constitucional. Que no haya autoridades intermedias y que yo soy gobernador igual que quienes están aquí por el voto de nuestros ciudadanos”, comentó Enrique Alfaro en entrevista.
Los gobernadores del PRI también expusieron al presidente electo su desagrado por el nombramiento de estos coordinadores.
“La gobernadora y los gobernadores del PRI planteamos, con claridad y responsabilidad, que el Pacto Federal no conoce de autoridades intermedias. El adelgazamiento de la burocracia, con el que estamos de acuerdo, no puede obstruir el diálogo entre los estados y la federación.
“Reconocemos, por supuesto, la necesidad de que diversos funcionarios participen en las labores de coordinación, pero siempre coadyuvando, nunca sustituyendo a las autoridades democráticamente electas, tampoco enfrentándolas, pues esto puede representar una parálisis o desaceleración de la administración pública federal en los estados de la República”, expusieron al presidente electo los mandatarios estatales priistas, en voz de Héctor Astudillo, gobernador de Guerrero.
Todas estas inconformidades fueron planteadas no solo a López Obrador, sino a los miembros del futuro gabinete que estaban presentes, entre ellos, quien coordinará a los delegados estatales, Gabriel García Hernández, recién nombrado en el cargo la semana pasada.
Acotan responsabilidades
En respuesta a esos reclamos, López Obrador tuvo que cambiar su postura original y acotar las facultades que tendrán los coordinadores.
Tras la reunión con el presidente electo, algunos mandatarios revelaron que aunque no se les aclaró exactamente cómo funcionará ese esquema administrativo, el futuro mandatario sí les dejó claro que estos coordinadores solo se encargarán de los recursos destinados a los programas sociales y no se inmiscuirán en temas de obras o de seguridad.
“Lo que se dijo con toda claridad es que quienes estarían con esa responsabilidad no tendrían las facultades que ellos mismos se encargaron de decir que iban a tener. Eso ya es un avance.
“Hablar de que quien tendrá esta función va a encargarse estrictamente de la aplicación de los programas sociales y no como algunos coordinadores de delegados quisieron hacer ver, que iban a tratar temas de seguridad, iban a manejar el presupuesto; y creo que ya es un avance”, consideró Enrique Alfaro, tras la reunión.
El gobernador electo de Jalisco alertó a López Obrador sobre el trabajo político que estos coordinadores harán en los estados para intentar posicionar a Morena mediante el ejercicio de los recursos federales, por lo que propuso que quienes sean coordinadores estatales no sean originarios de la entidad con la que trabajarán.
El presidente electo, dijo Alfaro, tomó nota de su propuesta y quedó en darle una respuesta pronto.
Sin embargo, otros no salieron tan convencidos del encuentro.
Uno de ellos fue Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, gobernador de Nuevo León, quien se quejó de que el tema sigue sin estar claro.
“Le cuestionamos varias veces eso, es un tema que creo no ha explicado todavía. Todavía hay dudas respecto de qué van hacer y qué área y cómo va a estar, todavía no está claro.
“Es una decisión de él (habilitar a los coordinadores), pero no nos dio una respuesta. Nos dijo que no van hacer lo que dicen que van hacer; entonces no sabemos qué van a hacer, y seguimos con la duda”, expresó Rodríguez Calderón.
Omar Fayad, gobernador de Hidalgo, incluso comentó que la postura del nuevo gobierno al parecer ya se está suavizando, hecho que lamentó porque él lo veía con simpatía.
“Lamento que empiezo a ver que ya hay como un freno, como que ya están reculando, y pareciera ser que ya no van a desaparecer. Yo lo había visto con mucha simpatía; para mí no invade ninguna función, ninguna atribución, está en las facultades del presidente, debe hacerlo porque va a adelgazar la obesidad de la burocracia.
“La nueva versión es que solo desaparecen los delegados pero todas las estructuras burocráticas se conservan; entonces no va servir absolutamente de nada ni le va a ahorrar dinero”, comentó Fayad en entrevista.
Manuel Velasco, gobernador de Chiapas y presidente de la Conago, suavizó las críticas y comentó que los mandatarios no tenían preocupación por el tema, sino querían más información.
En una conferencia de prensa después del encuentro —a la que López Obrador no pudo acudir por tener un viaje a Tuxtla Gutiérrez, Chiapas—, Velasco aseguró que el presidente electo garantizó a los gobernadores que se respetará la autonomía de los estados.
El objetivo de nombrar un solo coordinador obedece exclusivamente a un tema de austeridad, apuntó el presidente de la Conago, pues se reducirá el enorme aparato burocrático de representación federal en los estados.