Ambulantes, un mal histórico

El primer cuadro de la ciudad nuevamente es rehén del comercio informal. Desde principios del 2012 no hay autoridad que logre erradicar la venta de productos en la vía pública. Y el problema va en aumento.

De acuerdo con un Bando publicado el 12 de julio de 1993, está prohibido el comercio en puestos fijos, semifijos y de cualquier otro tipo, dentro del perímetro que comprenden el Centro Histórico.

Sin embargo, es común ver a los llamados “toreros” en las calles de Perú, Argentina, Miguel Alemán, Manuel Doblado, Academia, Peña y Peña, Soledad, Venustiano Carranza y San Pablo. 

Incluso, los vendedores ambulantes han llegado a apostarse en las calles de Motolinía, Madero y Gante, las cuales, por sus atractivos, son el principal acceso para el Zócalo capitalino.  

Se trata de una historia sin fin, ya que cuando la presencia del ambulantaje es muy notoria, llegan las quejas, luego las notas periodísticas y por último un operativo mediático.

Por eso, las quejas no cesan. En esta ocasión, la Asociación Civil Procentrhico es la que alza la voz y acusa al Gobierno del Distrito Federal de confabularse con los líderes del comercio informal.

Es más, señalan al titular de la Secretaría de Gobierno, Héctor Serrano Cortés, de ser el principal promotor de los informales y de fingir operativos de corto plazo y nulo alcance.

“Los operativos que está realizando el Gobierno de la Ciudad de México son solo de maquillaje, porque la presencia de vendedores informales en numerosas calles del primer cuadro de la ciudad sigue incrementándose”, dijo la agrupación.

En voz de Guillermo Gazal, Presidente de Procentrhico, A.C., esto queda de manifiesto en operativos como los que realizó el GDF el pasado viernes 12 de julio, en las calles del Carmen y Apartado, donde cuatro policías y dos vendedores ambulantes resultaron lesionados. 

Y es que los días subsecuentes —sábado 13 y domingo 14 de julio— el comercio informal ocupó las calles de Perú, Argentina, Miguel Alemán, Manuel Doblado, Academia, Peña y Peña, Soledad, Venustiano Carranza y San Pablo.

Esto, sin que las autoridades capitalinas realizaran un despliegue policiaco, como el del día anterior, señala la asociación civil.

Por eso, las estimaciones de venta, han caído entre un 30 y 40 por ciento. 

“Y es que la competencia está en la puerta de sus negocios, y lo peor, con la anuencia de las autoridades.

“Los líderes de los comerciantes ambulantes están empoderados y envalentonados, como resultado de las negociaciones que han tenido con el gobierno capitalino desde la pasada administración, cuando el actual secretario de Gobierno, Héctor Serrano, fungía como responsable del reordenamiento de la vía pública de la capital.

“Él les otorgó numerosas concesiones para que se reubicaran en plazas y terrenos del centro histórico, pero sin detener su crecimiento, por lo que ahora nuevamente vuelve a ofrecerles más espacios para reubicarlos, en un círculo vicioso que parece que nunca va a terminar.

“Si el gobierno capitalino quisiera concluir el programa de reordenamiento de la vía pública y respetar el Bando emitido por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal en 1993, desplegaría un operativo policial y de vigilancia permanente, que impidiera que las calles y banquetas vuelvan a ser ocupadas por el comercio informal, expresa el líder de la asociación. 

Los dueños de la calle

Durante las dos últimas décadas las autoridades capitalinas han tenido que negociar con los comerciantes ambulantes, quienes electoralmente son un brazo armado del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Por eso desde principios del 2012, los ambulantes tomaron todo el primer cuadro de la ciudad, aún cuando en el 2007 la administración de Marcelo Ebrard otorgó 49 plazas comerciales a cambio de liberar las calles. 

Pero en la práctica, la mayoría de estos centros comerciales están vacíos, solo se usan como bodegas o los rentan a otros comerciantes, por lo cual el problema no ha sido erradicado.

Entre los principales líderes que controlan el corazón de la ciudad están la ahora diputada local por el PRI, Alejandra Barrios, y su hija Graciela Coronel, quien también abanderó el programa de Taxis Rosas.

Este grupo tiene cerca de 5 mil comerciantes y su zona de influencia son las calles de  Tacuba, Motolinia, Palma, avenida Juárez, Eje Central, República de Argentina, Donceles y Peña y Peña.

Otra lideresa es Benita Chavarría, quien tiene más de 2 mil 500 agremiados que se concentran en avenida 20 de noviembre, José María Izazaga, José María Pino Suárez, 5 de Febrero, República del Salvador y Venustiano Carranza.

Con mayor presencia están los grupos de Miguel Ángel Huerta, con 623 afiliados; David Guzmán, con 381; el de Juan Moyolo, con 177; el de Magdalena Acuña, con 166 agremiados y otros de menor número de seguidores.

Fue en enero pasado cuando el actual jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, se pronunció sobre este problema —que afecta la economía de los comercios establecidos— y se comprometió a combatirlo. 

“Algunas plazas que se diseñaron para albergar a comerciantes ambulantes del Centro Histórico han tenido éxito y otras no”, dijo Mancera, y aseguró que su administración trabajará de manera conjunta con los comerciantes para buscar una mejor ubicación de este sector informal.

Pero advirtió que no permitirán que regresen a la vía pública y para ello se apoyará en diversos operativos de vigilancia; sin embargo, este problema va en aumento.

La postura oficial

Al respecto, el titular de la Secretaría de Gobierno, Héctor Serrano, en entrevista con Reporte Indigo, afirmó que Gazal no cuenta con autoridad moral para hablar del tema, además de que Procentrhico dejó de existir desde el 2005 y actualmente solo responde a sus intereses personales.

Negó estar coludido con los comerciantes ambulantes y aseguró ser el más combativo para evitar la ocupación de las calles, ya que fue quien diseñó e implementó el programa de reordenamientos en la vía pública del Centro Histórico.

“En el 2007 logramos sacar de las calles del perímetro “A”  más de 26 mil comerciantes ambulantes y ahora tenemos una política de impedir que vuelvan a tomarlas”, dijo Serrano.

Explicó que ya no hay puestos anclados en ninguna calle del Perímetro “A” y lo que ahora combate la Secretaría de Seguridad Pública del DF es a “toreros” que intentan apostarse.

Respecto a los señalamientos de Gazal, Serrano Cortés reveló que en el Programa de Reordenamiento su detractor nunca participó. 

“Nunca lo vi, según sé, no tiene ningún negocio en el Centro Histórico, tal vez  fue por eso”.

Incluso, afirmó que el señor Gazal solo se le ha acercado para pedirle favores personales, a los que él no ha accedido.

“¿Cuáles son?… esos, en su momento, los daré a conocer”.

Por último reiteró el compromiso con la ciudadanía y los negocios establecidos de continuar el combate al ambulantaje en el primer cuadro de la ciudad.