Ambulantes crecen en primer cuadro de la CDMX

El reordenamiento del Perímetro A del Centro se encuentra a cargo del Gobierno de la Ciudad de México, sin embargo, ante esta problemática que podría escalar no ha habido pronunciamientos
Erick Miranda Erick Miranda Publicado el
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Acuclillados junto al diario ir y venir de miles las personas, los vendedores ambulantes insisten en apropiarse de las inmediaciones del primer cuadro de la Ciudad de México.

De cara a la última semana de este año, una mayor presencia de comerciantes informales destacan en las calles y corredores peatonales de la zona centro.

Sobre mantas de aproximadamente dos metros de superficie, los vendedores ofertan toda clase de artículos, que suelen ir desde las bufandas tejidas y hasta réplicas de lentes de diseñador, no obstante, siempre se mantienen alerta.

Y es que a la señal de un chiflido o un mensaje por radio, los vendedores recogen su tendidos con las mercancías dentro y se echan a correr, con el fin de evitar encontrarse con algún elemento de la policía local y una probable confiscación de las pertenencias.

En un recorrido realizado por diversas calles del Centro Histórico de la capital del país, Reporté Índigo constató que la mayoría de vendedores ambulantes se intenta concentrar en el corredor peatonal de Francisco I. Madero, las calles de Donceles, 16 de septiembre, Moneda y Corregidora, además de pasajes como son Motolinia y Gante.

“Llega diciembre y quién sabe de dónde salen más... ya es difícil caminar junto a toda la gente que vende cosas en (el corredor peatonal) Madero, ahora imagínate con más ambulantes. Cada vez se pone más feo caminar por el centro”, acusa Daniela Méndez, quien a diario recorre parte del primer cuadro de la CDMX para ir a su trabajo.

Sin horarios fijos, los comerciantes que deambulan en diversas calles del centro suelen operar en grupos mínimos de tres, con el fin de avisarse entre ellos sobre la presencia de algún uniformado y que de ese modo les de tiempo de recoger su mercancía en caso de ser necesario.

“Andar en el centro siempre es pesado porque mucha gente sale a comprar o turistear en las vacaciones, pero con los vendedores ambulantes pues si se pone más imposible, porque además de ‘afear’ las calles luego nada más estorban, ya que se agarran buena parte de los espacios y luego hasta se enojan si por descuido les llegan a pisar sus cosas”, comenta Joel Camacho, propietario de un local comercial de la calle de Moneda.

El reordenamiento del Perímetro A del Centro se encuentra a cargo del Gobierno de la Ciudad de México, sin embargo, ante esta problemática que podría escalar no ha habido pronunciamientos.

Reacomodo en negociación

Durante el pasado 12 de diciembre, un grupo de indígenas Triquis fue desalojado del Zócalo capitalino por intentar vender artesanías en el perímetro A del Centro, y, desde entonces, las protestas no han parado frente al Antiguo Palacio del Ayuntamiento y en la también conocida como Plaza de la Constitución.

Ante dicha inconformidad, el gobierno local anunció que el próximo año se construirá un mercado exclusivo para integrantes de la comunidad indígena, sin embargo, las negociaciones vigentes para acordar la venta de artesanías durante esta temporada decembrina no han tocado a buen puerto.

Por ello, un plantón indefinido de aproximadamente 80 integrantes de esta comunidad se mantiene apostado en la parte sur de la plancha del Zócalo y algunas aceras aledañas, con el fin de exigir respuesta a su principal demanda, la cual consiste en la asignación de un espacio para poder comerciar sus productos en el primer cuadro de la ciudad.

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