Amapola, otro pendiente de la legalización

La Cámara de Diputados aprobó en lo general la ley que regula el consumo lúdico de la marihuana en México. Sin dejar el seguimiento de este hecho, ahora es turno de descubrir el universo de la goma de opio y su impacto social, económico y político
Karina Vargas Karina Vargas Publicado el
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México es uno de los cinco mayores productores de amapola en el mundo desde hace más de 60 años; sin embargo, el conocimiento sobre su efecto real a nivel económico, social, cultural y político todavía es un tema desconocido que urge se ponga en el debate público.

Entender su geografía, la coexistencia que tiene con otros cultivos agrícolas, qué relación guarda el cultivo de amapola con ellos y las realidades de quienes son parte del proceso de producción es esencial para generar propuestas alternas de políticas públicas que sean viables para el Estado mexicano y la ciudadanía, además de la prohibición.

En la actualidad, los únicos datos oficiales para hacer las lecturas son los recopilados por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) con base en los cultivos destruidos y los cargamentos incautados; sin embargo, el Proyecto Amapola presentó el primer dossier en el que integra una visión colectiva y multidisciplinaria para abordar el fenómeno con conocimiento, causa y perspectiva.

Conformado por Noria Research, México Unido contra la Delincuencia (MUCD), Revista Espejo, y Center for US –Mexican Studies at the Universiy of California–, San Diego (USMEX), el proyecto presenta la primera parte de una investigación de 15 meses en la que se hicieron registros cualitativos y cuantitativos en campo para producir datos inéditos acerca del cultivo de la amapola.

Integrado en seis capítulos el informe aborda diez puntos clave para entender el universo de la amapola y la goma de opio; entre ellos se expone que en territorios “amapoleros”, entre el 70 y 90 por ciento de la población –hombres, mujeres y niños– trabaja o gana su vida en una actividad que está relacionada directa o indirectamente con el cultivo.

A partir de la magnitud de destrucciones registradas y recurrencia de las mismas, se identificaron 59 municipios dedicados a la producción de amapola.

La goma de opio que se extrae de la flor se transforma en heroína en México y se trafica, casi en su totalidad, a Estados Unidos y Canadá, en donde la heroína mexicana representa alrededor del 90 por ciento del mercado. Y se identificó que los principales estados productores de esta planta son Chihuahua, Durango, Nayarit, Sinaloa, Guerrero y Oaxaca.

En la iniciativa participan especialistas de diversas ramas, como sociología, economía y periodismo, participan Marcos Vizcarra, Cecilia Farfán Méndez, Irene Álvarez, Nathaniel Morris, Vania, Pigeonutt, Paul Frissard, y Natahaniel Morris.

La segunda parte del proyecto se presentará en abril y abordará temas relacionados a la seguridad y la militarización de la planta, denominada también “adormidera”.

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