Alzheimer, padecimiento en el olvido social y rezago
Los estigmas y la discriminación contra las personas de la tercera edad son factores que provocan que los pacientes con algún tipo de demencia vivan en el rezago, por lo que especialistas llaman a atender a este sector con acciones informadas, de inclusión y de cuidado digno
Karina VargasLa normalización de la pérdida de la memoria en las personas mayores contribuye a la invisibilización de los padecimientos neuronales como las demencias, entre ellas, el Alzheimer.
Esto impide que los pacientes accedan a un diagnóstico oportuno que les permita un mayor cuidado de la enfermedad y una mejor calidad de vida, tanto a ellos como a sus cuidadores. A lo que se suma la marginación que se ejerce contra dicho sector etario.
De acuerdo con el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), en México persisten numerosos prejuicios en torno a las personas mayores como “que son dependientes, menos productivos y menos capaces para resolver problemas.
“Que muestran peor higiene que otras generaciones, que ya no aprenden, que se irritan con facilidad o que pierden el interés en las cosas conforme envejecen”, indica el organismo en la ficha temática “Discriminación en contra de personas mayores” (2021).
Agrega que este sector de la población declara tasas considerables de violaciones a sus garantías individuales: casi la mitad (44.9 por ciento) cree que sus derechos son poco o nada respetados, y uno de cada cinco (18.3 por ciento) reporta haber sido discriminado por al menos un motivo, principalmente en la calle, en el transporte público y en la familia.
De mantenerse esta tendencia se estima que en el 2050, aproximadamente 23 de cada cien mexicanos serán personas mayores.
‘La otra pandemia’
En el marco de la conmemoración del Día Mundial del Alzheimer, que se realiza cada 21 de septiembre, la presidenta del Centro Mexicano Alzheimer A. C., Regina Altena, señala en entrevista para Reporte Índigo que este es un tema de salud pública con inmensas dimensiones en el país, pues afecta el bienestar del paciente y de sus familiares.
“Estamos hablando de otra pandemia con 1.8 millones de personas con algún tipo de demencia. Entre estas, la forma más frecuente es la enfermedad del Alzheimer con un 60 por ciento de los casos, es decir, 1.3 millones de personas hoy en día, según datos del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía (INNN).
“Esta cifra va a crecer a casi cuatro millones para el 2050 por el cambio demográfico y el envejecimiento de la población, de esta cantidad de personas y familias afectadas, 175 mil viven en la Ciudad de México”, afirma.
La especialista explica que hay más de 40 formas de demencia, y aunque hay una forma genética que aparece alrededor de los 35 años, se manifiesta en menos del cinco por ciento de la población.
Por lo general, esta enfermedad tiene una prevalencia de alrededor del siete por ciento entre las personas de sesenta y setenta años; del 40 por ciento en quienes tienen arriba de ochenta y cinco años; y del 60 por ciento en los mayores de 100 años.
Prejuicios y desinformación sobre el Alzheimer
Regina Altena expresa que el Alzheimer es una enfermedad olvidada, pues los pacientes son invisibilizados y excluidos de las labores cotidianas y económicas.
“Ahí llegamos a uno de los problemas con los cuales nos enfrentamos, que son los estigmas, la desinformación y la normalización del olvido en la vejez, que decimos ‘es normal que a Fulanito se le olviden las cosas porque ya es grande’”, subraya.
Altena Düsseldorf comenta que el Centro que preside ha recibido a personas con diagnósticos erróneos hechos por instancias de salud públicas, entre ellos, el de la demencia senil, término que describe como obsoleto e incorrecto.
“Hacemos chistes con la desinformación y decimos ‘ya llegó el alemán, ¿dónde está el alemán?’, cuando no es así, las personas con Alzheimer pierden la noción, no de dónde están las llaves, si no de la función de estas”.
Diferencias entre padecimientos
Normalmente se relaciona al Alzheimer con fallas en la memoria, pero en muchos casos no se manifiesta así y comienza con problemas en el lenguaje.
“Todos los casos son diferentes, depende de muchos factores, del desarrollo cognitivo o del nivel educativo que tiene la persona, por ejemplo, si yo tenía cinco sinónimos y se me olvidan tres, todavía me quedan dos, pero si tenía solo dos sinónimos y se me olvidan los dos, entonces no puedo nombrar ese objeto”, dice la especialista.
La Organización Mundial de la Salud define la demencia como un síndrome que se refleja en el deterioro de la función cognitiva (la capacidad para procesar el pensamiento), más allá de lo que podría considerarse una consecuencia del envejecimiento normal.
Según el INNN, el Alzheimer es la demencia más común y los síntomas característicos son la pérdida de memoria, de las habilidades de lenguaje (dificultad para encontrar los nombres de las palabras), alteraciones del pensamiento abstracto, desorientación en lugar, tiempo y persona, cambios en el estado de ánimo, conducta y personalidad.
“Tenemos que incluir a las personas con demencia en la sociedad, hay un tema muy importante que también afecta a las familias que no solo es el rol del cuidado, sino que afecta en el ámbito privado, cuando tendría que ser colocado en la agenda pública”, enfatiza Regina Altena.
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