Una escuela primaria en Puebla desató una crisis para los servicios de emergencias, luego de que al menos 20 estudiantes presentaron crisis nerviosas y se desmayaron tras jugar con una tabla de ouija durante el recreo.
El peculiar hecho ocurrió el jueves pasado en escuela primaria ‘Ricardo Flores Magón’ en la colonia Granjas de San Isidro en Puebla, lugar al que arribaron elementos de la policía municipal y paramédicos del Sistema de Urgencias Médicas Avanzadas (SUMA).
¿Qué es la ouija?
La tabla de ouija es un juego de mesa que consta de un tablero y un indicador, los cuales presuntamente se utilizan para contactar a seres del más allá, quienes responda a los cuestionamientos de los consultantes.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Puebla (SSC), un grupo conformado por pequeñas y algunos pequeños realizaron una sesión de consulta, aunque sin un motivo aparente entraron en pánico.
La mayoría de los estudiantes presentaron crisis nerviosas. Además, dos niñas y un niño perdieron el conocimiento, por lo que fueron atendidos por paramédicos. Hasta el momento, se desconoce su estado de salud.
En tanto, ni la Secretaría de Educación Pública (SEP) ni la primaria se han pronunciado al respecto. Solo trascendió que debido a lo atípico de la situación se suspendieron las clases y los padres de familia llevaron a los menores a su casa.
¿Es peligroso jugar a la ouija?
De acuerdo con una reciente edición de ‘El podcast de los Heraldos’, a cargo de una orden religiosa denominada Caballeros de la Virgen, el juego de mesa es peligroso para los jóvenes y niños porque puede sugestionar a niños y jóvenes.
En tal emisión, el padre Mauricio Galarza explica que está prohibido para los católicos contactar con espíritus, de acuerdo con el capítulo 18 del libro del Deuteronomio, pues el juego de origen celta tiene la función de realizar contacto para solicitar favores.
El sacerdote tachó a este juego como ‘diabólico’, por lo que desde su perspectiva el 100 por ciento de las personas que practicaron este juego, aunque sea por curiosidad están poseídas.
