Liderados por 576 científicos, un total de 922 estudiantes de preparatorias y facultades de la Universidad Autónoma de Nuevo León forman parte del Programa de Verano de Investigación Científica y Tecnológica, PROVERICYT, a través del cual se ofrece a la comunidad estudiantil la oportunidad de formar parte en proyectos de alto impacto.
Desde los laboratorios de la UANL, los jóvenes experimentan de forma colaborativa en los distintos proyectos de estudio e investigación, lo que les brinda la oportunidad de conocer a fondo las bases científicas para resolver problemas.
La generación 2024 del PROVERICYT está integrada por estudiantes del último semestre de bachillerato y jóvenes que cursan la licenciatura en cualquiera de los semestres.
A través de este programa, que desde 1999 impulsa la UANL a través de la Secretaría de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico, se ha buscado fomentar el interés de los estudiantes del nivel medio superior y superior hacia la actividad científica y tecnológica.
PROVERICYT, un semillero de investigadores
Más de 20 mil estudiantes han participado en el PROVERICYT, desde hace más de dos décadas. Este programa ha encaminado a los estudiantes a interesarse por la investigación en sus diversas áreas del conocimiento, como las matemáticas, la física, la química y la ingeniería, entre otras.
Marco Antonio Garza Navarro, investigador de la Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (FIME), supervisa a tres estudiantes de la Licenciatura en Ingeniería Biomédica en un trabajo de investigación sobre la síntesis de nanofibras basadas en biomateriales.
Por su parte, la doctora Yolanda Peña Martínez, investigadora de la Facultad de Ciencias Químicas, asesora a tres estudiantes del programa de verano en actividades como la revisión de artículos científicos y la preparación de soluciones y superficie del área de trabajo.
Entre los estudiantes que participan en el PROVERICYT 2024 están Kelly Estefanía de la Rosa Gauna y Alejandra Janeth Hernández Grimaldo, ambas de quinto semestre de la Licenciatura en Ingeniería en Biomedicina, del Centro de Innovación, Investigación y Desarrollo en Ingeniería y Tecnología (CIIDIT).
También Gabriel Eduardo García Culebro, de cuarto semestre de la Preparatoria 7, del Departamento de Ciencias Exactas y Desarrollo Humano de la Facultad de Ciencias Biológicas; y Myriam Ivette Badillo Ramírez, estudiante de noveno semestre de la Licenciatura en Química Industrial, de Centro de Laboratorios Especializados de la Facultad de Ciencias Químicas.
