Aun cuando en este momento las ventas son raquíticas, Claudia Tress Valdelamar no pierde el ánimo y por ello se ha dado a la tarea de buscar otras alternativas al igual que otros vendedores para que sus flores sigan llegando a sus clientes.
En el Internet encontró una solución a sus problemas inmediatos, aunque también es consciente de que solo es un paliativo.
A través de Facebook, Tress Valdelamar levanta pedidos que van de los 50 hasta los 1,000 pesos, aunque la pandemia obligó a la comerciante a bajar sus precios drásticamente para no perder más clientes.
“La situación financiera de las personas en este momento no es muy buena, pero el 10 de mayo es una fecha muy significativa para las familias mexicanas y aunque no puedan comprar una docena de rosas, al menos una sí, y ya con eso tendremos algo de venta”, comparte la comerciante de flores.
En México hay aproximadamente 32.7 millones de madres, de las cuales un gran porcentaje esperan con ansias el 10 de mayo.
Al hacer un comparativo con otros años, Claudia comenta que por tradición en su local se venden 30 gruesas de gladiola, pero este año no manejarán ninguna, mientras que de la rosa, la flor más emblemática en esta fecha, antes vendían casi mil y este fin de semana a lo mucho llegarán a 250 piezas.
Claudia opina que el Covid-19 hará que millones de madres recuerden esta fecha porque no pudieron celebrar como acostumbraban en compañía de su familia.
“Para muchas mamás va a ser un 10 de mayo triste y la recuperación del negocio va a ser lenta por el miedo que ha causado el virus, además de que no tienen dinero”, agrega Tress Valdelamar.
Vendedores No pueden quedarse en casa
Aunque algunas actividades relacionadas con el mercado de las flores pueden realizarse a distancia o desde el hogar, Javier Pérez afirma que la labor de los productores y vendedores no puede ejecutarse por esos medios y para ellos quedarse en casa no es una opción.
Con respecto a si los floricultores de la región en la que produce recibieron apoyos gubernamentales, expone que estos ascienden a 10 mil pesos por negocio, cantidad que no es suficiente para enfrentar las pocas ventas.
“No alcanza para nada, si solo los jornales ganan mil 300 pesos por semana. No se cubriría su salario. Otro problema es que los productores no pueden dejar sus flores por ir a hacer trámites, eso podría hacer que pierdan más”, asegura Pérez.