El Comité Ecológico Probienestar alista un amparo judicial para evitar que el Parque Rufino Tamayo sea privatizado por el Municipio de San Pedro.
Guillermo Martínez Berlanga, integrante de este comité, reveló que buscarán por todas las instancias federales, estatales y hasta municipales, para que esta área verde continúe siendo patrimonio de los sampetrinos.
Las organizaciones civiles anticipan que el alcalde Ugo Ruiz, propondrá ante Cabildo crear un Fidecomiso para remodelar o reparar los daños en el parque.
El edil habló de constituir el Fidecomiso en sesión de Cabildo el pasado 8 de septiembre.
“Van a cobrar por los estacionamientos, por espacios libres, los estanquillos y de puestos, va a privatizar el parque, ya estamos hartos que no dejen parques públicos. Por eso vamos a proteger por la vía legal el parque.
“Ese parque es intocable, lo que están haciendo los políticos de Nuevo León es abandonar los espacios públicos abandonados… ¿para qué?, para recurrir a los empresarios amañados y otros más pillos que los empresarios”, dijo Martínez Berlanga.
Zona protegida
El ambientalista aclaró que el Parque Rufino Tamayo está protegido por un decreto desde hace 13 años.
“Está protegido desde hace mucho”, señaló Martínez.
El 17 de abril del 2002, el Cabildo de San Pedro decretó al Parque Rufino Tamayo y otras áreas recreativas más como zona de preservación natural protegida.
El entonces alcalde Gerardo Garza Sada consideró que en esa zona se debería evitar toda acción que tienda a destruir, modificar o alterar la superficie del parque.
El Parque Rufino Tamayo tiene la característica de ser un monumento con valor histórico, arquitectónico y natural por contar con áreas de preservación natural y de conservación.
Guillermo Martínez Berlanga añadió que este tipo de casos se pretender realizar, porque no se tiene una política de Estado para impedir que se intente dañar el medio ambiente de Nuevo León.
“Se debe poner en práctica una política ambiental de Estado. Su ausencia impide que no se den pasos francos para mejorar la calidad del ambiente, muy particularmente del aire que respiramos, que es la vía más peligrosa para contraer enfermedades de toda índole.
“En el Monterrey metropolitano parece que el propósito es acortárselo a sus habitantes. Los atentados contra las defensas naturales del ambiente son cada vez más agresivos”, consideró el experto en medio ambiente.
Aseguró que en otras áreas se han seguido una trayectoria de despojo y depredación, como el Cerro de la Silla, el Cañón del Huajuco, el Parque Fundidora, el Parque La Pastora y otros dentro del Área Metropolitana de Monterrey.