Como se ha vuelto una tradición, el Partido Verde no puede faltar en la coalición oficialista en turno, pues lo mismo han acompañado a los Gobiernos de Acción Nacional y el Revolucionario Institucional que ahora el que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador, marchando junto a Morena en cinco de las seis elecciones de este año.
Tras acompañar al PRI en su debacle electoral de 2018, cuando sólo logró 16 diputados federales y 6 senadores, además de entregar la gubernatura de Chiapas, el PVEM se alió a Morena en 2021, prácticamente triplicando su bancada en San Lázaro, donde hoy es el cuarto grupo parlamentario más grande, con 42 integrantes.
Además de eso, se dio el lujo de tomar prestada la coalición Juntos Hacemos Historia en San Luis Potosí, donde hoy gobierna con Ricardo Gallardo, y en Guerrero, donde quedó en tercer lugar, algo que este 2022 volverá a hacer en Aguascalientes, pues tanto el Verde como el PT confirmaron que no harán alianza con Morena en la entidad.
El doctor Gustavo López Montiel del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey comenta a Reporte Índigo que el actual esquema de alianza con Morena resulta un tanto más redituable para el PVEM que el que mantenía con el PRI en los últimos años de su simbiosis, cuando dejó de crecer porque priistas se postulaban por el Verde solo para regresar al tricolor.
“Es una alianza distinta, más benéfica para el Partido Verde que lo que era su alianza con el PRI. Esta alianza se ha mantenido en el Congreso en buena medida porque, al final, el Verde presiona a Morena para que, como en el caso de San Luis Potosí, sea un candidato del Verde o Morena no represente un polo de competitividad.”
También explica que “lo que sí hace el Partido Verde es el papel que hace Movimiento Ciudadano en otras entidades de atraer a un grupo de votantes que, si bien no votan por Morena, tampoco votan por PAN, PRI o PRD. Eso articula el voto de una manera distinta que también favorece a Morena. Obviamente, esto también le permite crecer al Partido Verde”.
En tanto que el doctor Nicolás Loza, de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, recuerda a Reporte Índigo que fue el partido hoy comandado por Karen Castrejón el que demostró la rentabilidad de recurrir a este tipo de pragmatismo para aliarse con partidos más grandes y con mayor fuerza electoral.
“El primer partido que fue muy versátil en su política de alianzas, pragmático al extremo, lo que precisamente le permitió estar en el lugar donde ahora está, es el Partido Verde. Bastaba con que un partido estuviera en el poder para aliarse con él, sin importar su programa ni nada. Ahora la estrategia del Verde la siguen muchos partidos pequeños”
