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Miedo es lo que siente Rosa cada vez que su hija de 18 años sale de su casa. Ruega porque regrese con bien, que nadie la ataque ni la acose o que si se encuentra en una situación de riesgo, alguien, sin pensarlo, la ayude.
Si se analizan estos datos de manera desagregada, en 2014 se cometieron 134 homicidios y 51 feminicidios; en 2015 fueron 113 homicidios y 56 feminicidios; en 2016 contabilizaron 108 homicidios y 48 feminicidios; y de enero a diciembre de 2017 sumaron 127 homicidios y 40 feminicidios.
Esa inseguridad ha motivado a mujeres, madres, estudiantes, colectivos, hombres y familias completas a protestar en contra de la violencia hacia este género y a exigir al Gobierno federal un alto, reclamo que desde hace seis años ha sido ignorado.
La prueba más clara es la falta de actualización del Protocolo de investigación para el delito de feminicidio con el que cuenta el Gobierno capitalino, el cual no se ha homologado para que pueda funcionar bajo las nuevas normas del sistema penal acusatorio y los estándares de debida diligencia, perspectiva de género y de derechos humanos.
A esto se suma la negativa por parte de las autoridades de declarar la Alerta de Género en la capital, la cual fue solicitada por diversas organizaciones de la sociedad civil en el 2017.
No obstante, en medio de este panorama, la CDMX vive un momento histórico en materia de igualdad de género, ya que tiene a la primera jefa de Gobierno electa, un gabinete paritario, cuatro alcaldesas, una Procuradora de Justicia y 33 diputadas en el congreso local.
“Ahora falta que todas esas mujeres que estamos en los espacios de toma de decisiones seamos mujeres de poder, autónomas, independientes y con agendas propias”, explica la diputada local por Morena, Paula Soto.
En entrevista con Reporte Indigo, Layda Sansores San Román, Patricia Ortiz Coutier y Patricia Aceves Pastrana, alcaldesas de la Ciudad de México, hablan de la importancia de la sororidad y de otorgar a más mujeres puestos de poder, porque dicen que son necesaria para la construcción de una mejor ciudad.
Para ella, es importante reconocer que cada vez son más mujeres las que se incorporan a las actividades políticas, pero lamentablemente, asegura, la discriminación por género se sigue manifestando de las mismas maneras, ya que existen muchos hombres a los que les cuesta trabajo convivir con mujeres decididas a participar de forma independiente y con una voz propia.
“Luego, luego, vienen las bromas fuera de toda proporción y de lugar, vienen comentarios, desde mi punto de vista, faltos de todo respeto y toda noción de la igualdad de derechos. Nos siguen viendo como personas que no merecemos estar en el lugar que nos hemos ganado y perdón, que nos corresponde por el simple hecho de ser personas; entonces, no creo que la discriminación haya cambiado, lo que ha cambiado es que cada vez más mujeres estamos participando de la vida pública de nuestra ciudad y de nuestro país”, asegura la diputada local.
Soto explica que la violencia y la discriminación que viven las mujeres no solamente se atacan desde el marco normativo o desde la política pública, también es necesario lograr el compromiso de la ciudadanía y que entiendan que las mujeres no están al servicio o al gusto de los hombres.
Dentro del marco normativo, Paula Soto considera que existen pendientes como la procuración de la justicia y la incorporación de la perspectiva de género en todo el ejercicio de gobierno.
“Tenemos una Ley de acceso de las mujeres a una vida libre de violencia que no tiene dientes, hay que ver de qué manera se generan las sanciones necesarias y las responsabilidades de manera muy claras, tanto para las y los servidores públicos, como para la ciudadanía en general. No podemos seguir teniendo mujeres acosadas”, indica la diputada.
Soto es la presidenta de la Comisión de Igualdad de Género del congreso local, que dictaminó el periodo pasado una iniciativa para lograr el acompañamiento de las mujeres embarazadas en los hospitales públicos y así evitar la violencia obstétrica. Ahora lo que busca es convertirse en codictaminadora fundamental de las iniciativas que se presenten en el congreso, porque no se pude seguir concibiendo el marco normativo de esta ciudad sin la incorporación del 52 por ciento de la población, que son las mujeres.
“Esta comisión es de ellas, las puertas están abiertas para que nos presenten cualquier intención o propuesta y desde aquí la podamos llevar a cabo”, comenta Soto.
‘Soy una mujer empoderada’
Patricia Ortiz Couturier es la alcaldesa electa más joven de Magdalena Contreras. Por su edad y su género se ha enfrentado a la discriminación. Dice que actualmente se está viviendo un momento de mucha violencia política en donde te juzgan por absolutamente todo lo que haces o no haces, por cómo te vistes, eres o hablas; dicen que llegaste al cargo por cualquier cantidad de cosas menos por capacidad, por trabajo o por creer en un proyecto.
“Me dijeron que me iba a ir muy mal, que no me iban a aceptar en los núcleos agrarios o en varios sectores. En esa campaña, un grupo tal cual me dijo que les costaba mucho trabajo entender que una mujer como yo los iba a gobernar”.
Para garantizar el bienestar de las mujeres, el equipo de Ortiz Couturier está trabajando de la mano con la Secretaría de las Mujeres de la CDMX, porque saben que al final debe haber una planeación entre el gobierno local y el federal.
Además, la alcaldesa dice que en Magdalena Contreras se pide mucho el programa de madres solteras, por lo que quiere trabajar de manera más directa con ese sector a través de abogados y psicólogos para empoderarlas y hacer que se acabe la violencia familiar.
“Queremos que las mamás tengan espacios de convivencia con sus hijos y para eso es bien importante la recuperación y la apropiación de los espacios públicos, porque tienen que ser de las mujeres, de las familias y de los niños”, señala.
De 2016 a 2019 se contabilizaron en la alcaldía 99 casos de abuso sexual. En lo que va del año se han denunciado siete casos. Mientras que de hostigamiento sexual se tiene el registro de 12.
Patricia Ortiz Couturier recalca que en direcciones que nunca habían participado mujeres, ella las puso a cargo, por ejemplo, en jurídico, obras o en la Coordinación de seguridad ciudadana.
“Para mí es importante plasmar que somos capaces de llevar a cabo un proyecto, de encabezarlo. Soy una mujer empoderada desde hace mucho tiempo, creo que el poder es para ejercerse, me gustaría ser un ejemplo para que muchas niñas pudieran tener las mismas oportunidades que yo tuve”, confiesa la alcaldesa
Reconoce que no es una lucha de un día o de tres años, sino que es algo que va a tomar mucho tiempo, por lo que es vital verse como aliadas y compañeras.
‘No es con lástima, sino con respeto’
Quien lleva las riendas de la alcaldía Álvaro Obregón, dice que ha sido un plus ser mujer, sobre todo, en un momento en el que se ponen los reflectores sobre ellas y sus acciones afirmativas; sin embargo, no niega las agresiones.
“Ellos esperan que tu cumplas con patrones de acuerdo a su misoginia y ahí es donde sientes que hay esa discriminación, pero como no la registro, no me llega, no me importa, creo que no le doy la fuerza que tiene, pero sin duda existe”, afirma la alcaldesa.
Sansores recuerda que antes, a ellas las incluían, pero esperaban siempre su docilidad y sometimiento.
“Fuimos entrenadas, sobre todo en el PRI, con el valor de la disciplina y la sumisión; entonces, no esperaban rebeldía de las mujeres, ahora creo que hay cambios, estos avances que se tienen en el campo de la política, en la calle y en el trabajo, que aunque no son lo rápido que quisiéramos, el avance es inexorable”, sentencia Layda.
“Durante los últimos seis años se descuidó, no existía esa preocupación, se degradó la seguridad en la Ciudad de México; por eso nosotros estamos poniendo especial atención en el tema de la seguridad”, indica.
Datos de la PGJCDMX indican que de 2012 a 2016, en la entonces delegación de Álvaro Obregón se contabilizaron 17 feminicidios.
Mientras que en los últimos tres años Álvaro Obregón registró un total de 4 mil 97 casos de violencia familiar, de los cuales, la mayoría se registraron en la colonia San Bartolo Ameyalco.
Por ello, Sansores aseguró que van a inaugurar dos centros de atención a la víctima, porque saben que la mitad de los delitos en la alcaldía son por violencia familiar; entonces se le dará un trato especial a la mujer para que se sienta segura.
Además, la morenista cuenta que se trajo un cuerpo policiaco municipal desde Morelia que consideró que era el mejor para realizar las tareas de proximidad y que el equipo está liderado por una comandante mujer, Marcela Muñoz.
Sansores está convencida de que una forma de romper con los patrones establecidos es incluyendo a las mujeres en diferentes áreas de trabajo.
“No hay que tratarlas con lástima, sino con respeto y creo que aquí hay muchas mujeres participando, la inclusión se está dando de una manera muy natural”, considera la alcaldesa.
“La política a las mujeres nos queda bien, porque requiere de sensibilidad, de intuición, de sentido humano, de dar, de libertades y de valores. Para mí es un espacio ideal, donde me he sentido realizada y quiero motivar a muchas mujeres más”, opina Sansores.
‘La educación es fundamental’
Para Patricia Aceves Pastrana, alcaldesa de Tlalpan, es muy importante sumar a más mujeres a puestos políticos importantes, porque lógicamente sí hay diferencias entre los tratos de un hombre y una mujer, porque el mismo género conlleva una estructura biológica distinta.
“Estoy muy orgullosa de ser mujer y para nada quiero copiar a un hombre y no porque piense que sean inferiores o que tengan algo malo, pero sí cuido mucho esa parte del contacto con la ciudadanía, un contacto suave, respetuoso, en el que intervienen mucho los aspectos emocionales”, asegura.
Aceves Pastrana dice que no quiere ser vista como una persona autoritaria, prepotente o grosera, rasgos que a veces se asocian al género masculino, por lo que apuesta más por la cercanía con la ciudadanía.
“Para mí ese es el verdadero poder, que la ciudadanía se pueda acercar a mí con confianza y entonces sí, eso me empodera. Cuando estoy en campo, haciendo recorridos o en las audiencias y la gente me expresa su confianza, me siento empoderada” comenta la alcaldesa.
Sin embargo, si en verdad busca ganarse el aprecio de la ciudadanía, la morenista tendrá que encontrar la manera de bajar el número de feminicidios en su demarcación, pues nada más entre el 2012 y el 2016, se registraron 22 casos.
La funcionaria que también ocupó el cargo como Rectora de la UAM Xochimilco, dice que para ella la educación es un elemento clave para erradicar la discriminación y la violencia de género.
“Creo que es fundamental que los hombres y las mujeres tengamos una formación y debamos pasar por las aulas. Sería estupendo que todos los mexicanos pudiéramos tener un título universitario, las cosas serían mejores”, afirma la alcaldesa.
Dentro de su demarcación impulsa las cooperativas y los programas para proporcionarle a las mujeres medios para poder trabajar desde sus hogares y que puedan atender sus actividades.
Las capacitaciones les permiten tener recursos y desarrollar proyectos innovadores para hacerlas microempresarias.
Para la doctora es esencial poner en práctica y difundir el conjunto de leyes que existen para garantizar su cumplimiento y asegurar el bienestar de las mujeres.
Tlalpan cuenta con una dirección de equidad de género, que es obligatoria para todas las alcaldías, y eso permite proporcionar una mayor cantidad de recursos y de personal para implementar campañas en contra de la violencia y hacer talleres.
“La educación interviene de una manera muy importante, porque uno no puede cambiar a las personas si no promueve programas educativos y acciones que tengan que ver con la educación.
“Sobre la violencia contra las mujeres, los programas están muy vinculados con la asesoría jurídica, porque pensamos en empoderar a las mujeres, hacerlas conscientes de la fuerza que implica pertenecer al sexo femenino, todo lo bonito que tiene y que es motivo de orgullo”, comenta Patricia.
De acuerdo con las Carpetas de Investigación de la PGJCDMX, Tlalpan tiene un registro de 366 casos de abuso sexual de 2016 a 2019, de los cuales 157 ocurrieron el año pasado.