En lo que va de este año, Michoacán no ha dejado de ser noticia. Casi siempre, mala. El estado se ha mantenido en alerta roja a causa de la violencia, las autodefensas, los cárteles, los gobernadores, los saqueos, las minas…
Pero esta semana, la polémica cambió de color.
El tema que acapara los focos es el albergue de La Gran Familia, el cual era atendido por Rosa del Carmen Verduzco, una mujer de 79 años a quien las autoridades acusan de mantener a casi 600 menores en “condiciones inhumanas”, “abusos sexuales” y “explotación laboral”.
Está arrestada junto a nueve de sus colaboradores.
Pero mientras las autoridades insisten en mostrar escalofriantes testimonios que van desde torturas a esclavitud, políticos, intelectuales y periodistas han salido a defender el trabajo de “Mamá Rosa”.
Lo mismo sucedió con el líder y fundador de las autodefensas José Manuel Mireles, a quien el Gobierno Federal marca como delincuente, mientras que un sector de la opinión pública lo defiende a capa y espada.
En entrevista con CNN en Español, el historiador Jean Meyer aseguró que todas las veces que visitó el albergue de La Gran Familia encontró a los menores en buenas condiciones.
“Yo siempre he visto a los niños limpios y vestidos decentemente, a veces con ropa nueva, pero desde luego la ropa no dura mucho y visten ropa desgastada, pero nunca en andrajos, nunca he visto niños demacrados o en estado físico lamentable”, indicó.
Meyer señaló que conoce bien a “Mamá Rosa” y que los menores que están en la casa hogar reciben una formación escolar completa, desde la primaria hasta la preparatoria. Todo, dijo, avalado por la SEP.
Invitó además a revisar el trabajo del Premio Nobel de Literatura 2008, Jean-Marie Le Clézio, quien publicó un texto sobre la labor de “Mamá Rosa”.
Ahí, señaló el historiador, se relata que cuando Rosa tuvo edad para buscar novio, prefirió buscar niños sin hogar, a quienes les dio educación.
Meyer también mostró su asombro por el mega operativo que se implementó para la detención de Verduzco.
En el cateo participaron Policía Federal, Ministerial, agentes del Gobierno del Estado, miembros de la Seido y el Ejército.
“A ‘La Tuta’ no la agarran, y sí van con todo contra esta persona”, señaló.
Ya el escritor Enrique Krauze había manifestado su apoyo a Rosa Verduzco.
“Suciedad, abusos. Eso ¿merecía un operativo militar? Recogiendo huérfanos por 66 años Rosa ocupó el lugar social que dejó vacante el Estado”, indicó en su cuenta de Twitter.
Es injusto llenar de oprobio una vida sin conocer su historia, remarcó. Es injusto escuchar solo a una parte.
“Injusto el linchamiento público”.
También Lydia Cacho se unió a los reproches por el operativo realizado en Zamora.
En el portal Sin embargo, la periodista escribió un texto en defensa de la fundadora de La Gran Familia. Ahí destaca su trabajo de cuatro décadas atendiendo el albergue.
“Ahora mismo el procurador general Murillo Karam y el nuevo gobernador michoacano han anunciado una terrible crisis al interior del albergue. Aseguran que la policía está documentando las condiciones en que vivían cientos de niñas y niños. No estoy allá para corroborar los dichos y o negarlos”, detalló Cacho.
Elena Poniatowska remató en su cuenta de Twitter con una fuerte crítica al gobierno.
“La hipocresía del gobierno no tiene límites. A Mamá Rosa (Verduzco) se le encarcela por atender a niños que nadie quiere en Zamora”, señaló la escritora.
‘Yo también soy hijo de Rosa’
Ayer antes de medio día, cerca de 250 personas marcharon en Zamora para apoyar a Rosa del Carmen Verduzco.
Vistieron camisas blancas con la leyenda ”Yo también soy hijo de Rosa”.
Y es que en el pequeño pueblo michoacano, “Mamá Rosa” para nadie es ajeno el rigor con el que la mujer disciplinaba a los habitantes de su casa hogar. Sin embargo, quienes están a su favor aseguran que fue esa mano dura la que gestó a cientos de hombres y mujeres “de bien”.
“Nos asustaban con llevarnos allí, porque ella era un sinónimo de disciplina, sí parecía un reformatorio, ella tan estricta, pero tenía que lidiar con tantos niños, seguro cometió muchos errores, como que les pusiera el apellido de ella, no ha sido todo miel sobre hojuelas, pero yo no veo ese demonio que quieren presentar”, explicó a Animal Político José, un zamorano de 30 años cuyos padres cada año daban parte de la cosecha de ciruelas al albergue.
Pero “Mamá Rosa” siempre ha sido polémica. Por eso, al llegar al albergue de La Gran Familia, los manifestantes se enfrentaron con quienes esperaban afuera noticias de sus hijos.
En el noticiero “Atando Cabos” se informó que en dicho punto hubo intercambio de palabras entre los integrantes de la marcha, reprochándoles el abandono de sus hijos; a lo que los padres respondieron tachando a los manifestantes de “Mamá Rosa” como secuestradores y violadores.
Mientras en el hospital, la mujer de 79 años aún se encuentra delicada de salud.
A la sombra de la polémica
Alejadas de los focos mediáticos, las protestas que exigen al Gobierno Federal la liberación José Manuel Mireles, fundador de los grupos de autodefensa, continúan.
Ya se cumplen 15 días de manifestaciones constantes en toda la zona de Tierra Caliente, sin embargo, los inconformes no han sido atendidos, como lo ofreció el propio comisionado federal, Alfredo Castillo.
Las carreteras que comunican entre sí a los municipios de Tepalcatepec, Buenavista, Arteaga, Coahuayana, Aguililla y Coalcomán, están siendo bloqueadas en forma intermitente por parte de los seguidores de Mireles, quienes buscan una reunión con el comisionado y el propio gobernador, Salvador Jara, para formalizar su demanda.
El tema de las autodefensas y concretamente el que se refiere a la detención de Mireles ha sido evadido en todo momento por el gobernador sustituto de Michoacán, quien sigue centrando su discurso oficial en torno a la economía estatal y a la ejecución de obras.
A las movilizaciones, que ya se llevan a cabo en 20 municipios de los 36 controlados por los grupos de autodefensa, están acudiendo los seguidores de Mireles totalmente desarmados, a pesar de que no hay una declinación por parte de ese grupo para deponer sus armas.
El principal argumento de los seguidores de Mireles para reclamar su liberación, es el alto índice de inseguridad que prevalece en toda la zona de la costa, mismo que, aseguran, arreció a partir del encarcelamiento de su líder fundador.
Acusan con insistencia del reposicionamiento de algunas células criminales que estaban a punto de ser exterminadas.
Ponen el dedo en la llaga
Santiago de los Santos Tapia es el encargado del orden de la comunidad de Chuquiapan, en Lázaro Cárdenas. Su voz ha sido fuerte, pero no la ha escuchado el gobierno estatal.
El representante comunal ha denunciado el aumento de la violencia en la zona de la costa Michoacana, en donde células del crimen organizado han reiniciado sus actividades criminales, luego de desarticularse los grupos de autodefensa que estaba organizando José Manuel Mireles.
El encargado del orden asegura que el gobierno estatal no ha puesto la debida atención en el reposicionamiento que está alcanzando el crimen organizado en su comunidad.
“En la costa puede correr la sangre”, advirtió De los Santos Tapia en la reunión que se llevó a cabo en la presidencia de Lázaro Cárdenas.
Ahí, los representantes de comunidades rurales del sur de Michoacán demandaron mayor seguridad en la zona y acusaron al Gobierno Federal de no solucionar el problema.