El suicidio en la Ciudad de México es un problema que se podría agravar por la pandemia de COVID-19 y la crisis económica si no es atendido, alertan especialistas.
Para ello, las autoridades deben mejorar sus políticas públicas, dotar más recursos y capacitar al personal médico ante esta situación que año con año se acentúa.
Según el portal de Datos Abiertos de la Agencia De Innovación CDMX Pública (ADIP) Ciudad de México, las víctimas de la pérdida de la vida por suicidio han aumentado desde el 2017.
Durante ese año, la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de la capital del país registró 352 víctimas de suicidio.
Para 2018, el número ascendió a 372, lo que representa un incremento del 5 por ciento.
Mientras que en 2019 se llegó al máximo: 523 víctimas de suicidio, un 40 por ciento más que en 2018.
Y en 2020 se registraron 499, una disminución del 4.8 por ciento respecto a 2019, pero un incremento del 41 por ciento respecto al año 2017.
Problema urgente
A pesar de la disminución que hubo en el último año, hay muchos decesos que fueron suicidios pero no se catalogaron correctamente.
No obstante, sí son un indicador del crecimiento del problema, menciona la académica de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Paulina Arenas Landgrave.
Pese a que las cifras mencionadas solo muestran la tendencia a la alza y se puede deber a diversos factores como sociales, familiares, económicos y de salud, las autoridades deben tomarlas en cuenta para atender la problemática.
Ante esto, menciona que una de las principales medidas que se deben tomar es aumentar el número de especialistas en salud mental a nivel local.
En el sistema de salud público de la capital hay 385 psicólogos y 53 psiquiatras que deben atender el aumento de la demanda de la atención médica mental por parte de los capitalinos, de acuerdo con la solicitud de información con número de folio 0108000506019, realizada a la Secretaría de Salud (Sedesa) cuya respuesta data del 23 de enero de 2020.
Sin embargo, ese mismo número de especialistas se enfrentan a los crecientes trastornos mentales de la población, dice Arenas.
En 2013, los hospitales de la Sedesa local dieron consultas por padecimientos mentales a 11 mil 783 personas, pero para el 2017 la cifra creció a 13 mil 824, señalan los subsistemas de Información de la dependencia.
Es por eso que existe la necesidad de aumentar el número de personas con aptitudes para atender los crecientes trastornos mentales de la población.
Capacitación necesaria
Además de incrementar el número de especialistas, dice Arenas, se les debe proporcionar capacitación para manejar los comportamientos suicidas.
“Necesitamos aumentar la posibilidad de acceder a los servicios de salud mental y capacitar a los médicos”, indica.
Afirma que a nivel nacional, según datos generados por la UNAM basados en cifras oficiales, el 75 por ciento de las personas que se suicidan en el país, antes de hacerlo recurren a pedir ayuda.
No obstante, como no todos los psicólogos y psiquiatras saben cómo diagnosticar y manejar el comportamiento suicida, se concreta el hecho.
“Médicos generales deben ser capacitados en la atención de padecimientos mentales y tanto psicólogos como psiquiatras en la identificación y manejo de comportamientos suicidas”, declara.
El programa nacional para prevenir el suicidio
En octubre de 2020 comenzó el Programa Nacional para la Prevención del Suicidio, a través del cual, la Secretaría de Salud (SSA) federal y diversas instituciones académicas como la UNAM promueven la identificación de comportamientos suicidas en diferentes sectores de la población, explica Arenas.
El objetivo, además de concientizar a las personas, es dar cursos a los médicos para identificar y manejar comportamientos suicidas.
No obstante, la especialista afirma que se deben dotar más recursos para que las acciones sean efectivas.
“Contratar y capacitar al personal de salud implica recursos, no se puede hacer si cada vez es más limitado el presupuesto para estos fines”, explica.
La investigación “Presupuesto para salud mental: Relevancia ante la Covid19”, publicada en octubre de 2020 y elaborada por el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, A. C., explica cómo se ha reducido el presupuesto en la materia a nivel nacional.
El documento detalla que para 2021, el monto propuesto para salud mental ascendió a tres mil 31 millones de pesos, lo que representa un recorte de 9.6 por ciento respecto a lo asignado en 2013.
“Son una parte muy importante los recursos, diría que es lo que más influye”, dice Arenas.
Por lo expuesto, llama a las autoridades a tomar medidas y evitar más posibles suicidios que se pueden derivar de la pandemia de COVID-19 y la crisis económica.