Más de una tercera parte de las alcaldías de la CDMX registra baja competitividad

Las 16 alcaldías de la Ciudad de México contrastan por sus niveles de competitividad, mientras el 19 por ciento tiene un alto desempeño, el 44 por ciento registran bajos niveles
José Luis Ramos José Luis Ramos Publicado el
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Seguridad, manejo de residuos, desempeño económico e infraestructura son algunos de los aspectos de carácter estructural que determinan la competitividad de las 16 alcaldías de la Ciudad de México (CDMX), donde el 44 por ciento de las demarcaciones tienen niveles bajos; el 37 por ciento están en la medianía y solo el 19 por ciento tiene un alto desempeño.

A través de un estudio con 25 indicadores, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) publicó un ránking con el estatus de las demarcaciones capitalinas, en el que Benito Juárez, Miguel Hidalgo y Coyoacán están en los tres primeros lugares; mientras que Milpa Alta y Tláhuac registran la competitividad más baja.

“Medimos aspectos de carácter estructural desde una perspectiva de mediano y largo plazo. Están los hospitales, la economía, los niveles de mortalidad infantil. Al final son factores que son consecuencia de la implementación de políticas en las que intervienen los tres niveles de gobierno”, explicó a Reporte Índigo, Víctor Gómez, director de Analítica de datos del IMCO.

Para evaluar el desempeño de las alcaldías, el IMCO utilizó las categorías de Innovación y economía; Infraestructura; Derecho; Sociedad y medio ambiente; y Sistema político y gobiernos, cada una de éstas posee cinco indicadores propios. Por su parte, los niveles de competitividad se clasificaron en muy alta, alta, media alta, media baja, baja y muy baja.

Competitividad alta y muy alta

Benito Juárez es la única demarcación que alcanzó un nivel de competitividad muy alto en la capital, destacando en rubros como infraestructura y percepción en seguridad  según la “Radiografía Chilanga 2024”, publicada por el IMCO.

“Benito Juárez tiene una posición más favorable en este índice porque, en promedio, está mejor posicionado con respecto a las demás alcaldías en los cinco ejes que consideramos, lo cual no quiere decir que las alcaldías mejor posicionadas están necesariamente bien y las otras no”, aclara Gómez.

Le siguen las alcaldías Miguel Hidalgo y Coyoacán, que mostraron un nivel de competitividad alto. En la primera demarcación se concentran más de 770 sectores económicos; mientras que la segunda es la que mejor oferta de educación en posgrados alberga.

Niveles medios

Azcapotzalco, Álvaro Obregón, Cuajimalpa, Cuauhtémoc, Gustavo A. Madero e Iztacalco son las alcaldías que registraron un desempeño medio alto; mientras que Iztapalapa, Tlalpan, Xochimilco y Venustiano Carranza tuvieron un nivel medio bajo de competitividad.

Estas demarcaciones obtuvieron resultados contrastantes entre sí. Mientras alcaldías como Cuauhtémoc registran la mayor tasa en cuanto a personal de salud, otros territorios como Azcapotzalco tienen altos índices de mortalidad infantil.

Competitividad baja

Tláhuac y Milpa Alta fueron las demarcaciones que obtuvieron un nivel de competitividad bajo. En el caso de Milpa Alta apenas se registran 328 sectores económicos, lo que contrasta con demarcaciones como Miguel Hidalgo, que alcanzaron más del doble.

Por su parte, Tláhuac es la alcaldía con más robos de vehículos en la capital, y a su vez en la que tiene mayor percepción de inseguridad, solo  tres de cada diez de sus habitantes se sienten seguros.

¿Para qué se mide la competitividad?

De acuerdo con Gómez, este tipo de datos aportan un diagnóstico útil para que distintos sectores puedan emprender acciones para elevar la competitividad, y pone sobre la mesa cuáles son los elementos de ventaja comparativa para que funcionarios públicos y los candidatos que aspiran a un cargo puedan atraer inversión a sus demarcaciones.

“Entendemos la competitividad como la capacidad que tienen las alcaldías para generar, atraer y retener tanto inversión como talento. A los ciudadanos nos permite entender qué tan buenos son los servicios y cómo es que eso hace un entorno más competitivo para el talento”, subrayó.

¿Es una ventaja electoral?

Para el especialista  y consultor en materia financiera y económica de la Escuela Bancaria y Comercial (EBC), Ángel Méndez Mercado, este tipo de análisis son una gran herramienta, pero aún están lejos de ser una ventaja electoral, pues no están al alcance de la población para poder influenciar el voto.

Por otra parte, afirmó que el documento no incluye elementos que correlacionen este nivel de competitividad con el papel que desempeñan los gobiernos locales de todas las fuerzas políticas, y que se le escapan factores históricos, económicos y geográficos por los que existe más desarrollo en las zonas céntricas e industriales de la capital.

“En Miguel Hidalgo o Coyoacán existe el fenómeno de los nómadas digitales, se instalan en estas áreas en donde están los corporativos, tienen un alto poder adquisitivo y eso está generando una detonación importante en la zona geográfica, a diferencia de Tláhuac, por ejemplo, en donde tenemos zonas marginales”, aclaró.

No obstante, más que ver a la competitividad como un trofeo político, o como una ventaja, Méndez Mercado lo ubica como uno de los motivos de la disputa por el territorio entre las fuerzas políticas.

“Las alcaldías que son más productivas, que representan mayores ingresos –incluso para la ciudad– son las que están más peleadas. Yo no escucho que alguien esté peleando tanto por la región de Milpa Alta, como por la zona de Benito Juárez, Miguel Hidalgo, Coyoacán o Cuauhtémoc, donde se concentra la población que tiene mayores factores de contribución al erario público”, concluyó.

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