Niñas, niños, adolescentes y organizaciones civiles que forman parte de la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM) llevaron una serenata al presidente electo Andrés Manuel López Obrador para pedir respeto a sus derechos.
“Escúchanos AMLO”, gritaron los niños a la llegada del tabasqueño a su casa de transición en la colonia Roma Norte.
El próximo mandatario no salió a dialogar con los infantes pero la senadora Olga Sánchez Cordero, próxima secretaria de Gobernación, los recibió y adelantó que garantizará sus derechos desde el Senado y la Segob.
“Esto es parte de nosotros, esto es parte de nuestra agenda. Ayer se presentó una modificación a la segunda fracción del artículo 30 para que nuestros niños menores en el extranjero pudieran tener nacionalidad mexicana”, aseguró la integrante del futuro gabinete presidencial.
La exministra calificó esta modificación constitucional como un gran avance en materia de derechos para los infantes que nacen en otros países de padres mexicanos.
Juan Martín Pérez García, presidente de la Redim, reclamó que de los casi 40 millones de infantes que habitan en México, 4.7 millones viven en pobreza extrema y 2.5 trabajan.
“El gesto de la ministra representa que en la transición considerarán a niños, niñas y adolescentes, su voz y su palabra”, dijo Pérez García en conferencia de prensa.
En entrevista con Reporte Índigo, Alicia Vargas, presidenta de la asociación Colibrí, lamentó que el tabasqueño no los recibiera pero espera hacer una invitación formal para que asista a un diálogo con los menores.
“La serenata era para él y para su equipo, no teníamos una confirmación, era una intención para sentar el primer punto, entre nuestras batallas está el ser escuchados por él ya como presidente”, comentó.
A partir del próximo primero de diciembre López Obrador también presidirá el Sistema Nacional de Protección Integral de Niños, Niñas y Adolescentes (SIPINNA).
Tendrá que responder a demandas como educación de calidad, mejoramiento de servicios médicos, reconocimiento de los niños indígenas y erradicación del trabajo infantil que los niños solicitaron al ritmo de canciones de la película Coco.
