Quienes ofenden a las personas con obesidad suelen hacerlo porque ignoran todo lo que existe detrás de un paciente con estas condiciones, afirma la maestra Darinca Hernández, psicóloga clínica y psicoterapeuta.
“Realmente hay que entender lo complejo que resulta para un paciente con obesidad, con toda esta carga emocional, el proceso. No es nada más decirle ‘te vas a comer tantas peras’, a veces el simple hecho de dejar de consumir productos como refrescos genera un impacto en la conducta”, indica la especialista.
La profesora investigadora de la Universidad Autónoma de Campeche considera que esta enfermedad tiene que enfrentarse más allá de lo físico, ya que implica el tratamiento de una carga de emociones.
“Creo que las consecuencias radican más en la parte emocional ya que generan ansiedad y depresión, que hoy por hoy son factores limitantes para un paciente con obesidad”, explica Darinca Hernández.
Además, la profesora afirma que se tienen que generar en los pacientes hábitos que lleven a tener mejores condiciones de salud.
El paso de la pandemia y la obesidad
La organización Voz Pro Salud Mental Ciudad de México alertó sobre las graves consecuencias de la obesidad y el sobrepeso infantil, sobre todo tras la pandemia por COVID-19 y el encierro sanitario que provocó.
La organización recomienda que los menores de edad incrementen sus actividades físicas y mejoren su alimentación.
También recomienda tener un plan de nutrición, donde se le enseñe al niño o niña la importancia de comer saludablemente. Además, las cafeterías escolares deben ofrecer alimentos sanos como primera opción y la posibilidad de ingerir agua potable durante todo el día.
“Aprender dinámicas familiares para enseñar a sus hijos el significado de una comida saludable, y que sean ellos quienes determinen qué comen y la cantidad, por ejemplo, no obligarlos a terminarse el plato de comida”, pide la organización.
Los expertos de Voz Pro Salud Mental Ciudad de México aseguran que debido a que no es tarea fácil cambiar los hábitos alimenticios, la participación de la familia es fundamental para incidir positivamente en la salud de las niñas y los niños.