Aguas residuales: de desecho a recurso
Este desecho ambiental contiene elementos que sirven para generar energía eléctrica y calor
Mara EcheverríaLas aguas residuales son un recurso más que un desecho natural, ya que contienen elementos que sirven para generar energía eléctrica y calor.
Sin embargo, el 80 por ciento de las aguas residuales se vierten en el medio ambiente sin un tratamiento adecuado. Son vistas como desecho cuando también pueden ser aprovechadas dentro de la economía circular.
De las aguas residuales pueden recuperarse agua limpia, energía y nutrientes, de acuerdo con el Banco Mundial. En el informe Wastewater: From Waste, el organismo hace un llamado a los diferentes gobiernos para que gestionen las aguas residuales de forma inteligente, mediante la reutilización y recuperación de los elementos.
Las aguas residuales pueden utilizarse para reemplazar el agua dulce para riego, procesos industriales o fines recreativos. También pueden usarse para mantener el flujo ambiental. Además de la recuperación del líquido, las aguas residuales contienen elementos químicos con los que se genera electricidad y gas, explica Germán Buitrón Méndez, coordinador de la Unidad Académica del Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México, Campus Juriquilla.
Durante los procesos de tratamiento de agua, explica el especialista de la máxima casa de estudios, se puede obtener metano, elemento con el cual se puede generar energía eléctrica que podrían alimentar a comunidades pequeñas.
“La cantidad de agua que se trata es inferior al 30 por ciento, en las industrias la cifra es menor a 20 por ciento, y son muy pocas las industrias que usan la biomasa para producir metano y usar esa energía”, declara el especialista.
Aguas residuales y coronavirus
Para el Banco Mundial, la reutilización de las aguas residuales tiene efectos positivos en beneficio de la población, el medio ambiente y la economía circular, por tanto, es relevante que los gobiernos consideren invertir en infraestructuras de saneamiento.
Estas inversiones también tendrían un impacto sobre la salud pública, el mejoramiento del medio ambiente y la calidad de vida de las poblaciones, ya que contar con servicios de agua, saneamiento e higiene son una parte esencial para proteger la salud de las poblaciones durante los brotes de enfermedades infecciosas, incluida la actual pandemia de Covid-19.
“En esta época en la que el 36 por ciento de la población mundial vive en regiones donde el agua es un bien escaso, el tratamiento de las aguas residuales para su reutilización debe ser parte de la solución a los problemas de escasez y contaminación de las aguas”, dijo Jennifer Sara, directora global de la Práctica Global de Agua del Banco Mundial, en el análisis.
La especialista destaca que una de las principales ventajas de la gestión de las aguas residuales es que la recuperación de los recursos transforma los servicios de saneamiento, que pasarían de ser costosos a autosustentables, por tanto, ayudaría a los países a superar los problemas de financiamiento y a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Biorefierías, el camino al futuro
Otro químico que se puede obtener de las aguas residuales es el hidrógeno, que en combinación con el metano produce biohidrógeno, con la capacidad de producir, además de electricidad, calor.
Germán Buitrón Méndez, de la UNAM, explica que este componente, que es 15 por ciento hidrógeno y 85 por ciento metano, sólo puede producirse en biorefinerías, de las cuales aún hay muy pocas a nivel mundial.
El coordinador de la Unidad Académica del Instituto de Ingeniería de la UNAM añade que las tecnologías para el procesamiento de aguas residuales deben orientarse a la instalación de estas biorefinerías, que tienen la capacidad de estudiar y mezclar los elementos químicos para generar mayores volúmenes de energía y calor.
“Este calor se puede usar en las plantas de tratamiento, la energía se puede recuperar y crear compuestos que tiene un alto valor, muy superior al metano. Los gases se pueden almacenar y es ahí en donde se tiene un valor agregado para la economía circular”, explica.